Un estudio del Instituto Catalán de Oncología asegura que es falso que el veto al tabaco en espacios públicos haya promovido el hábito en los hogares y en los coches.
Cuando se discutía sobre la ratificación del Convenio sobre Control del Tabaco, que había llevado a varios países de Europa a prohibir fumar en lugares públicos y zonas de trabajo, la industria tabaquera y la hostelería argumentaron en contra. Dijeron que dejar de fumar en estos espacios haría que se fumara más en las casas y los coches, lo que afectaría más a los niños. La ecuación era: Como se fumará más en el ámbito privado, los hijos de fumadores inhalarán más humo. El tabaco es un carcinógeno reconocido por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer de la OMS, y la exposición a su humo tiene efectos muy dañinos para la salud.
Un estudio del Instituto Catalán de Oncología (ICO), de la Generalitat de Cataluña, refuta con sólidas bases esta teoría, basado en los datos de la Escala de Control de Tabaco y del Eurobarómetro Especial sobre el Tabaco, y concluye que la prohibición de fumar en espacios como los bares, restaurantes o puestos de trabajo, por ejemplo, no ha promovido esta acentuación del hábito en los hogares y en los coches.
Casas libres de humo
Al contrario, a pesar de la norma, o precisamente debido a ella, el porcentaje de europeos que no permite que se fume en su casa es de 61% (desde el 95% de Finlandia hasta el 39% de Grecia). Mientras que los que no permiten que se consuma cigarrillos en su coche es de 52%.
Esta investigación, recientemente publicada en la revista Tobacco Control, ha sido dirigida por José M. Martínez-Sánchez, de la Unidad de Control del Tabaquismo del Instituto Catalán de Oncología. Por tanto, las medidas generalizadas sobre el control de tabaco y la prohibición de fumar en lugares públicos ayuda a restringir voluntariamente el consumo de tabaco en casa y en el coche.
En Europa se emplean actualmente seis medidas para combatir el consumo de tabaco: Aumento de precio, prohibición en espacios públicos, informar a la ciudadanía, prohibir la publicidad, colocar etiquetas informativas en los paquetes y ofrecer tratamiento antitabaco en la sanidad pública. Taly como indica el ICO, un siguiente paso sería promover espacios libres de humo en las casas y coches, donde, efectivamente, los niños están expuestos al humo del tabaco de sus padres.
Comentarios
Publicar un comentario