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Estudios científicos demuestran que un buen estado de hidratación afecta no solo a la capacidad cognitiva, sino al comportamiento. En el caso de los mayores institucionalizados se ha demostrado que aumenta la capacidad afectiva
Tipos de deshidratación
• Leve: pérdida de 1-2 por ciento de agua corporal
• Moderada: pérdida de entre un 2-5 por ciento
• Severa: pérdida superior al 5 por ciento
La hidratación es un campo relativamente joven al que la ciencia no había prestado la atención que se merece hasta hace 15 años. Afortunadamente, las cosas han cambiado y este nutriente esencial, que supone el 60 por ciento de nuestro organismo y el 80 del de los bebés, ya es protagonista de investigaciones, recomendaciones nutricionales y congresos como este I Congreso Internacional y III Nacional que Coca-Cola España ha organizado en Madrid.
En este evento, donde durante dos días se darán cita más de mil expertos de 22 nacionalidades diferentes, se abordarán las nuevas investigaciones en torno a este área. Además, se pretende crear una conciencia global de la importancia de llevar una correcta hidratación, ya que pocos son los que cumplen con la recomendación de tomar los 2 litros (mujeres) y los 2,5 litros (hombres) diarios de agua. «Todos bebemos menos de la necesaria y hay que revertir esto porque tiene implicaciones funcionales», afirma el doctor Ángel Gil, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada y Presidente de la Sociedad Española de Nutrición y de la Fundación Iberoamericana de la Nutrición (FINUT).
Por ejemplo, un estudio llevado a cabo por el Centro de Investigación para el Estudio y la Observación de las Condiciones de Vida de Francia (CREDOC) concluye que la ingesta media de líquidos entre la población en Francia -independientemente de la edad- fue de 1-1,3 litros/día. Y estos resultados no son muy diferentes en el resto de Europa.
Recomendaciones para una correcta ingesta hídrica
Entre un 75-80 por ciento del líquido que ingerimos a diario debería provenir de las bebidas y un 20-25 por ciento de los alimentos, sobre todo de frutas y verduras, más ricas en este nutriente junto a los caldos y sopas.
«Teniendo en cuenta el papel de agua en nuestro organismo en el transporte de nutrientes, la eliminación de sustancias de desecho, la regulación térmica… debemos asegurar que estamos respondiendo a los requerimientos diarios de líquido recomendados», añade el doctor Gil.
Es muy importante mantenerse adecuadamente hidratado a lo largo del día y sin esperar a la sensación de sed, sobre todo en la población más vulnerable como los bebés, las mujeres embarazadas y/o en periodo de lactancia, o las personas mayores.
Hidratación y personas mayores
En el caso de las personas mayores, la deshidratación es un hecho que se da más, entre otros motivos, porque frecuentemente se ve dañado ese mecanismo de aviso que es la sed. La deshidratación se asocia con hipotensión, estreñimiento, aumento de la temperatura corporal, confusión mental, dolor de cabeza, irritabilidad e inestabilidad emocional.
Además, hay importantes estudios, especialmente en ancianos institucionalizados, en donde el estado de hidratación se ha relacionado con la capacidad afectiva. «De hecho, en este congreso el equipo de la doctora Rosa M. Ortega, experta en Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense, presenta un estudio en el que en esos ancianos se observa que los que están deprimidos beben menos. Y, al contrario, los que más beben son los que tienen una mejor capacidad afectiva», explica el doctor Gil.
También, y según la European Food Safety Authority (EFSA), una hidratación adecuada contribuye al mantenimiento de las funciones físicas y cognitivas. Y, como ha señalado el doctor Lluís Serra-Majem, Presidente de la Fundación para la Investigación Nutricional y de la Academia Española de Nutrición y Ciencias de la Alimentación, hay ya evidencia científica en torno a la hidratación, la función y el rendimiento cognitivo y las cefaleas.
«La deshidratación influye en la capacidad de rendimiento, y en situaciones de deshidratación leve de sólo un 2 por ciento resultan afectadas habilidades cognitivas como la coordinación viso-motora, la atención y la memoria a corto plazo. En niveles superiores, se produce un descenso en la capacidad de alerta y concentración, y aumenta el cansancio, la fatiga y la somnolencia», afirma el experto.
En el caso de las cefaleas, hay estudios que demuestran cómo la deshidratación es una causa añadida e importante en cuanto a sintomatología «los propios pacientes saben que cuando no beben tienen más ataques y que la hidratación ayudar a reducir sus síntomas, ya que la ingesta de líquidos afecta al equilibrio hidrosalino, que es muy sensible, sobre todo en las zonas cerebrales», añade el doctor Serra-Majem.
¿Qué es una hidratación inadecuada?
Una incorrecta hidratación se da cuando la eliminación de líquidos de nuestro cuerpo es superior al consumo y, en determinados casos, se produce una deshidratación.
Esta afecta a diversas actividades intelectuales, sobre todo a la atención, a las actividades psicomotoras, a la memoria inmediata etc.
Una deshidratación de más del 2 por ciento reduce la capacidad de memoria a corto plazo por disminución del rendimiento cognitivo y también provoca una disminución del rendimiento físico, afectando por igual a adultos jóvenes que a personas mayores.
¿Sabías que…?
—El agua es un nutriente esencial para el organismo
—Una hidratación adecuada es un requisito indispensable para la vida a cualquier edad (cerca del 60 por ciento de nuestro organismo es agua) y necesario para realizar todo tipo de actividades. Para mantener un correcto nivel de hidratación, es necesario beber agua y otros líquidos diariamente y a lo largo de la jornada, sin esperar a tener sensación de sed.
—La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recomienda ingerir 2 litros de agua al día para mujeres adultas. Entre los 9 y los 13 años se recomienda tomar 2.100 ml/día para niños y 1.900 ml/día para niñas.
—Se recomienda que el 20-25 por ciento del líquido que tomamos a diario provenga de los alimentos, y un 75-80 por ciento de las bebidas.
—Todas las bebidas, excepto las alcohólicas, que contienen más de un 80 por ciento de agua hidratan.
—La variedad en la ingesta de líquidos puede favorecer alcanzar más fácilmente los niveles adecuados de hidratación.
—Un 60 por ciento de los españoles reconoce que sólo se hidrata cuando tiene sed, lo que podría significar que ya existe cierta deshidratación.
—Mantenerse hidratado es una de las claves para envejecer bien.
—La niñez y la vejez son etapas de la vida en las que se debe cuidar aún más la hidratación, junto al embarazo y el periodo de lactancia.
—Con la edad disminuye la sensación de sed, por lo que las personas mayores son susceptibles de consumir menos líquidos. A estas edades, se recomienda beber más a menudo y en cantidades pequeñas para evitar la distensión gástrica.
—Casi dos terceras partes de los mayores de 50 años en España (el 61 por ciento) reconocen que se hidratan de manera insuficiente, y un 31 por ciento afirma que toma menos de 1,5-2 litros de líquidos al día.
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