MURCIELAGOS PELIGRO ÉBOLA
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Este mamífero es el causante de que el virus reaparezca cada cierto tiempo en África al actuar como reservorio
El sacrifico de 'Excalibur', el perro de la auxiliar de enfermería
infectada con ébola en España, ha puesto de relieve el desconocimiento
de si los canes pueden actuar con transmisores de la enfermedad. Sobre
este asunto los expertos discrepan, pero en lo que todos coinciden es
que esta brote epidémico parte de los murciélagos que habitan amplias
zonas de África Occidental. El papel de mamífero volador, que hace de
reservorio de un virus entre brote y brote, que fue descrito por primera
vez en 1976 en Sudán.
El ébola no se transmite por el aire. El virus está en la sangre, mucosidades y secreciones del enfermo. Para contraerlo hay que estar en “contacto estrecho” con los órganos y líquidos del organismo infectado, según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS) o, en su caso, comérselo. Y es aquí donde entra en juego el murciélago y sus ‘primos’ los vampiros, animales que puede tener el virus y no desarrollar la enfermedad. Pertenecientes a la familia de los quirópteros existen 1.100 especies que representan aproximadamente un 20% de todas las especies de mamíferos del planeta.
Si uno de estos ejemplares contaminado muere y es comido por un animal salvaje, tiene todas las papeletas para pasarle el virus y si este es cazado por el ser humano, la epidemia se transmite de inmediato a todas las personas que ingieren la carne enferma. La OMS lo destaca: el ébola “es transmitido al ser humano por animales salvajes y se propaga en las poblaciones humanas por transmisión de persona a persona". El organismo de la ONU añade que se han documentado casos de infección asociados a la manipulación de chimpancés, gorilas, murciélagos frugívoros, monos, antílopes y puercoespines infectados que se habían encontrado muertos o enfermos en la selva.
Los murciélagos son unos grandes aliados del ser humano para prevenir plagas de insectos y preservar los cultivos. Pero también pueden constituir una amenaza, porque son portadores de numerosas enfermedades potencialmente reemergentes en el hombre y en otros animales. En un estudio realizado por investigadores del Instituto de Investigación para el Desarrollo (Institut de recherche pour le développement (IRD) francés, un organismo científico que estudia la relación entre el hombre y el medio ambiente, publicado en la revista Nature, reveló los paramixovirus tienen su origen en los murciélagos, que son responsables del sarampión, de las paperas y de numerosas infecciones respiratorias, entre otras, siendo estas unas de las primeras causas de mortalidad infantil en el mundo. Estos pequeños mamíferos voladores serían quienes transmitieron estos agentes infecciosos a todo el reino animal.
Los investigadores identificaron en este estudio 60 nuevas especies de paramixovirus tras analizar 10.000 ejemplares de 90 especies de murciélagos recogidos en todo el mundo. Pero sobre todo descubrieron que los murciélagos tienen formas genéticamente parecidas a los paramixovirus que se creían propios del hombre. La existencia de semejante reservorio animal compromete la esperanza de erradicar algunas enfermedades humanas, como el sarampión, el ébola o la rabia.
Asimismo y regresando a los perros, otro estudio del IRD detectó que las epidemias en Gabón y la República del Congo entre 1994 y 2001 hubo casos de perros que habían comido restos de animales muertos infectados, pero no tuvieron síntomas de padecer la enfermedad. Sin embargo, cuanto más se acercaban los investigadores al foco de la epidemia, más perro había que portaban el virus.
Todas estas investigaciones demuestran que los científicos tienen todavía un ámplio campo de trabajo para cercar al virus del ébola en sus reservorios y averiguar nuevos mecanismos de transmisión.
El ébola no se transmite por el aire. El virus está en la sangre, mucosidades y secreciones del enfermo. Para contraerlo hay que estar en “contacto estrecho” con los órganos y líquidos del organismo infectado, según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS) o, en su caso, comérselo. Y es aquí donde entra en juego el murciélago y sus ‘primos’ los vampiros, animales que puede tener el virus y no desarrollar la enfermedad. Pertenecientes a la familia de los quirópteros existen 1.100 especies que representan aproximadamente un 20% de todas las especies de mamíferos del planeta.
Si uno de estos ejemplares contaminado muere y es comido por un animal salvaje, tiene todas las papeletas para pasarle el virus y si este es cazado por el ser humano, la epidemia se transmite de inmediato a todas las personas que ingieren la carne enferma. La OMS lo destaca: el ébola “es transmitido al ser humano por animales salvajes y se propaga en las poblaciones humanas por transmisión de persona a persona". El organismo de la ONU añade que se han documentado casos de infección asociados a la manipulación de chimpancés, gorilas, murciélagos frugívoros, monos, antílopes y puercoespines infectados que se habían encontrado muertos o enfermos en la selva.
Los murciélagos son unos grandes aliados del ser humano para prevenir plagas de insectos y preservar los cultivos. Pero también pueden constituir una amenaza, porque son portadores de numerosas enfermedades potencialmente reemergentes en el hombre y en otros animales. En un estudio realizado por investigadores del Instituto de Investigación para el Desarrollo (Institut de recherche pour le développement (IRD) francés, un organismo científico que estudia la relación entre el hombre y el medio ambiente, publicado en la revista Nature, reveló los paramixovirus tienen su origen en los murciélagos, que son responsables del sarampión, de las paperas y de numerosas infecciones respiratorias, entre otras, siendo estas unas de las primeras causas de mortalidad infantil en el mundo. Estos pequeños mamíferos voladores serían quienes transmitieron estos agentes infecciosos a todo el reino animal.
Los investigadores identificaron en este estudio 60 nuevas especies de paramixovirus tras analizar 10.000 ejemplares de 90 especies de murciélagos recogidos en todo el mundo. Pero sobre todo descubrieron que los murciélagos tienen formas genéticamente parecidas a los paramixovirus que se creían propios del hombre. La existencia de semejante reservorio animal compromete la esperanza de erradicar algunas enfermedades humanas, como el sarampión, el ébola o la rabia.
Asimismo y regresando a los perros, otro estudio del IRD detectó que las epidemias en Gabón y la República del Congo entre 1994 y 2001 hubo casos de perros que habían comido restos de animales muertos infectados, pero no tuvieron síntomas de padecer la enfermedad. Sin embargo, cuanto más se acercaban los investigadores al foco de la epidemia, más perro había que portaban el virus.
Todas estas investigaciones demuestran que los científicos tienen todavía un ámplio campo de trabajo para cercar al virus del ébola en sus reservorios y averiguar nuevos mecanismos de transmisión.
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