Expertos del Área de Neurociencias del Instituto de
Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA) han demostrado el papel de un
lípido -el ácido lisofosfatídico- en la formación de la mielina, la
cubierta protectora que rodea las neuronas e interviene en la
transmisión de las señales nerviosas. El hallazgo podría ayudar a
neutralizar los daños en patologías donde tiene lugar una degeneración y
destrucción de la mielina, tal como ocurre en la esclerosis múltiple.
El estudio, que ha sido publicado en la prestigiosa revista Brain Structure & Function, ha sido dirigido por el director del Grupo de Investigación en Neuropsicofarmacología de Transmisores Lipídicos e investigador de la Unidad de Gestión Clínica Intercentros de Neuro-ciencias de los Hospitales Universitarios Regional de Málaga y Virgen de la Victoria, Guillermo Estivill Torrús.
Los estudios han permitido identificar una participación esencial del ácido lisofosfatídico en los oligodendrocitos, que son las células que producen mielina durante el desarrollo normal del cerebro.
En palabras de Beatriz García Díaz, primera firmante del trabajo y actualmente investigadora posdoctoral en el Departamento de Neurología de la Universidad de Columbia en Nueva York, "se trata de un lípido regulador, que interviene tanto en la diferenciación del oligodendrocito, para su correcto funcionamiento, como en el adecuado transporte de los componentes celulares a la membrana celular para formar la mielina y lograr una fibra nerviosa funcional".
La mielina recubre la fibra nerviosa favoreciendo la conducción de la señal neuronal. En la esclerosis múltiple la inflamación en el sistema nervioso conduce a la destrucción de la mielina, última responsable de la transmisión de las señales entre las neuronas.
El estudio, que ha sido publicado en la prestigiosa revista Brain Structure & Function, ha sido dirigido por el director del Grupo de Investigación en Neuropsicofarmacología de Transmisores Lipídicos e investigador de la Unidad de Gestión Clínica Intercentros de Neuro-ciencias de los Hospitales Universitarios Regional de Málaga y Virgen de la Victoria, Guillermo Estivill Torrús.
Los estudios han permitido identificar una participación esencial del ácido lisofosfatídico en los oligodendrocitos, que son las células que producen mielina durante el desarrollo normal del cerebro.
En palabras de Beatriz García Díaz, primera firmante del trabajo y actualmente investigadora posdoctoral en el Departamento de Neurología de la Universidad de Columbia en Nueva York, "se trata de un lípido regulador, que interviene tanto en la diferenciación del oligodendrocito, para su correcto funcionamiento, como en el adecuado transporte de los componentes celulares a la membrana celular para formar la mielina y lograr una fibra nerviosa funcional".
La mielina recubre la fibra nerviosa favoreciendo la conducción de la señal neuronal. En la esclerosis múltiple la inflamación en el sistema nervioso conduce a la destrucción de la mielina, última responsable de la transmisión de las señales entre las neuronas.
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