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EL AJUSTE DE PRECIOS Y LOS CLIENTES EXTRANJEROS HACEN REPUNTAR LA VENTA DE PISOS EN LA PLAYA
mercado de las segundas residencias de la Costa acumula una caída del 42,7% con respecto al techo alcanzado en 2007
«En el mes de julio ya superé las ventas de todo el año pasado». El ritmazo de ventas que lleva este año la inmobiliaria Adaix de Playa Granada refleja bien que, después de seis años de crisis, algo se mueve en el mercado de segundas residencias de la Costa granadina. Y no es un caso aislado, la sensación la comparten todas las grandes inmobiliarias que se reparten el stock de viviendas de las playas granadinas, tanto de obra nueva como de segunda mano. La que menos ha vendido desde la pasada primavera contabiliza 30 pisos... Y eso es muchísimo.
Todo un récord comparado con el panorama de los años más duros de la crisis. El movimiento de clientes que se interesan por las segundas residencias es continuo también este verano. Dos claves explican, según las distintas inmobiliarias consultadas, esta animación de las ventas: el ajuste brutal de precios que acumulan las viviendas y el repunte de clientes extranjeros que están comprando en la Costa Tropical. Ingleses, franceses, belgas... y ahora también rusos despuntan como clientes adorados por las inmobiliarias, ya que se quedan los pisos que al español le siguen pareciendo caros, regatean menos y, sobre todo, tardan mucho menos en comprar. El Informe Tinsa Costa Española 2014, correspondiente al segundo trimestre del año y publicado este verano por la sociedad de tasación, pone cifras a la caída de precios que arrastran las viviendas de la playa, con una media del 47,7% en la costa mediterránea desde el pico máximo alcanzado en 2007.
El estudio incide en que los plazos de venta superan con creces los doce meses en mayoría de las costas aunque, poco a poco, empiezan a acortarse animados en la mayoría de los casos por las agresivas rebajas de precios de las entidades financieras, poseedoras a su pesar de buena parte del stock pendiente de venta. Para Tinsa, este año el mercado inmobiliario de la Costa Tropical «parece que se está reactivando respecto a periodos anteriores gracias a un ajuste importante de valores, se observa que existe demanda y que la oferta está aceptando negociaciones sensibles de precios».Concretamente, en el caso de la playa de Motril la caída acumulada es del 42,7% con un precio medio de 1.061 euros por metro cuadrado. En Almuñécar, con un valor medio de 1.391 euros por metro, el ajuste ha sido del 41,3%.
El informe viene a ratificar lo que dicen las inmobiliarias, que se está vendiendo y mucho «siempre que los precios de oferta sean ajustados». Lo que no se mueve es el mercado del suelo que permanece «estancado» en la Costa granadina. «No se divisan inversores ni que se reactive el desarrollo de sectores pendientes o en trámite de gestión urbanística», apunta Tinsa. Precisamente, donde la sociedad de tasación ve más posibilidades de que se reactive el mercado «a medio plazo», es en el denominado SUS PLA1-2 en Playa Granada, más de dos millones de metros cuadrados cuyo desarrollo se quedó colgado con la crisis.
Como colgados se quedaron prácticamente edificios enteros de pisos nuevos y de lujo como los Moriscos II, que con el reajuste de precios se han acabado de vender este año. De hecho, según la inmobiliaria Global Properties que ha dado salida a estas viviendas, una vez que el banco les rebajó la hipoteca, «se las han quitado de las manos». Han sido un auténtico 'chollo' para los precios de la zona: pisos nuevos, con cochera y urbanizaciones de lujo, entre 130.000 euros y 150.000 euros.
Las inmobiliarias coinciden también en apuntar que en la zona de Playa Granada el precio medio del suelo es más alto que en la media de Motril y lo sitúan entre 1.590 y 1.600 euros. En el caso de los pisos de segunda mano -la mayoría tienen apenas diez años y se sitúan en urbanizaciones con campo de golf, piscinas y buenos servicios- los propietarios tienen hipotecas bancarias muy altas, por lo que no están aceptando bajar más los precios.
Según la Inmobiliaria Punto Sur, que mueve una cartera de 350 propiedades en toda la Costa, hay dos perfiles que están moviendo el mercado: el cliente de presupuesto alto -que quiere comprar lo mejor, ahora que está ajustado de precio, por ejemplo áticos de 300.000 euros- y el cliente medio, que no está dispuesto a pagar más de 130.000-150.000 euros por su piso de segunda residencia. «La crisis ha extinguido el cliente de los 200.000 euros -explica Vera Blázquez, de Inmobiliaria Punto Sur-. Para estos es muy difícil encontrar algo, porque quieren por 200.000 lo que sigue valiendo mucho más».
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