Hablar de Lanjarón es ¡ como no!, hablar de agua de la marca e agua mineral más conocida en España que se embotella en una moderna instalación a las afueras del pueblo y que pertenece desde hace varios años el grupo francés Danone.
Del deshielo de las lagunas de Sierra Nevada, a los pies del caballo, descienden pues todas las virtudes de esta fuente de vida minero- medicinal que ha hecho de Lanjarón haciendo honor su estimología, un campo de fuentes saludables.
Ya en tiempos de los musulmanes se conocian la calidad de las aguas y eran explotadas con fines medicinales.
No obste ante fue en 1.765 cuando se catificaron definitivamente las propiedades terápeuticas de los distintos manatiales se analizaron más de 35 y el primitivo centro terral abrió sus puertas a un público en su mayoria jubilados que actualmente frecuenta las instalaciones entre los meses de marzo y diciembre.
Primero fueron las propiedades curativas de la fuente Salud las que atrajeron a la gente, animada por la historia de un enfermo de anemía desahucado por los médicos que sí sanó de su mal al haber agua.
Más tarde en 1.792 pareció a virtud de la fuente capuchina así llamada porque un monje capuchino, al ver que no mejonaba de sus molestias probó a beber en un nuevo manantial que también le dio resultado y, a la postre se le puso su nombre.
De este pasado glorioso de cuenta el Balneario, un importante edificio neoárabe de principios del siglo XX con su elegante salón de actos que suelen coger fiestas y exposiciones y una sala de manantiales que data de 1.920
Del deshielo de las lagunas de Sierra Nevada, a los pies del caballo, descienden pues todas las virtudes de esta fuente de vida minero- medicinal que ha hecho de Lanjarón haciendo honor su estimología, un campo de fuentes saludables.
Ya en tiempos de los musulmanes se conocian la calidad de las aguas y eran explotadas con fines medicinales.
No obste ante fue en 1.765 cuando se catificaron definitivamente las propiedades terápeuticas de los distintos manatiales se analizaron más de 35 y el primitivo centro terral abrió sus puertas a un público en su mayoria jubilados que actualmente frecuenta las instalaciones entre los meses de marzo y diciembre.
Primero fueron las propiedades curativas de la fuente Salud las que atrajeron a la gente, animada por la historia de un enfermo de anemía desahucado por los médicos que sí sanó de su mal al haber agua.
Más tarde en 1.792 pareció a virtud de la fuente capuchina así llamada porque un monje capuchino, al ver que no mejonaba de sus molestias probó a beber en un nuevo manantial que también le dio resultado y, a la postre se le puso su nombre.
De este pasado glorioso de cuenta el Balneario, un importante edificio neoárabe de principios del siglo XX con su elegante salón de actos que suelen coger fiestas y exposiciones y una sala de manantiales que data de 1.920
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