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Antes de que acabe 2013, las denuncias a través de estos dispositivos ya se han incrementado en un 18,3% respecto al año pasado
Normalmente son 'cazados' los viernes o los domingos a partir de las cinco de la tarde. Ése es el patrón de comportamiento más típico entre los conductores sorprendidos a más velocidad de la permitida por un radar en carretera, según las estadísticas de la delegación de Badajoz de la Dirección General de Tráfico. Analizando estos datos junto a los de la delegación de Cáceres, se comprueba que en este 2013 los radares fijos y móviles están mejorando la cosecha de años anteriores.
Si en las carreteras extremeñas se registraron 86.726 denuncias por radares fijos y móviles a lo largo de todo el 2012, a finales de la semana pasada de 2013, esto es, sin contar los desplazamientos del puente, estos dispositivos habían cazado ya a 106.133, un incremento de denuncias del 18,3 por ciento que arroja una media de 290 conductores 'cazados' cada día a más velocidad de la permitida.
Según la Dirección General de Tráfico, la provincia de Badajoz cuenta con 11 radares fijos, cinco de ellos en autovías y seis en carreteras secundarias. Tres están en la A-5, dos en la A-66, uno en la EX-206, otro en la N-430, dos de ellos en la N-342, otro en la N-435 y en la N-630.
En la provincia de Cáceres hay nueve, tres de ellos en autovías. Dos están en la A-5 y otro en la A-66. Además, los hay en la EX-108, EX-109, EX-119, EX-203, N-110 y N-521.
Si estos veinte radares fijos en total sirvieron para denunciar el año pasado a 53.890 conductores, en lo que va de 2013 la cifra ya va por los 61.004, según los datos de la DGT a primeros de diciembre.
En cuanto a radares móviles que instalan patrullas de la Guardia Civil en puntos estratégicos junto a los arcenes (a excepción del modelo recién adquirido Pegasus, que funciona desde un helicóptero), a diferencia de los fijos, el conductor no conoce su ubicación. En este caso las denuncias también se han disparado este año, pasando de 32.836 a 45.129, lo que supone un 27,3 por ciento más aun sin haber acabado este 2013.
Entre 20 y 30 Km/h de más
El Jefe Provincial de Tráfico en Badajoz, Ignacio Martínez, indica que el rango de velocidad más denunciado es el comprendido entre los 20 y los 30 kilómetros por hora. Por esta razón, las velocidades máximas alcanzadas suelen constituir un delito contra la seguridad vial.
Sin embargo, hay casos puntuales en que la velocidad es tan excesiva que el delito está tipificado en el código penal, pues el conductor es cazado por el radar a más 200 kilómetros por hora, ochenta kilómetros por encima de lo permitido.
El último caso reciente de mayor trascendencia fue el del exfutbolista internacional alemán Michael Ballack, detenido en la A-5 a la altura de Trujillo a 211 kilómetros por hora en otoño del año pasado.
En el año 2010 quince conductores que superaban esta velocidad pararon después del alto de la Guardia Civil, cuyos agentes captaron con su radar una conducta penal. En 2011 fueron nueve y en 2012 hubo más de doce conductores que marcaron más de 200 por hora en el cinemómetro de los agentes de Tráfico. De 2013 la Delegación del Gobierno aún no dispone de cifra oficial sobre estos excesos de velocidad desmesurados.
Si consta, sin embargo, que de los últimos conductores registrados seis de ellos circulaban a más de 225 kilómetros/hora y uno llegó a superar los 251 kilómetros/hora.
Según los datos de la Delegación del Gobierno, seis vehículos iban a estas velocidades a pesar de ser de noche, como un ciudadano portugués de 61 años detenido en mayo del año pasado cuando conducía un Mercedes AMG a 232 kilómetros por hora por la autovía Madrid-Lisboa, donde el radar de la Guardia Civil lo detectó a las 00.30 horas.
Todos estos conductores fueron puestos a disposición judicial e imputados como presuntos autores de un delito contra la seguridad vial. La acusación se basa en que iban por una vía interurbana a una velocidad superior en ochenta kilómetros a la permitida (120). En vía urbana también se considera conducción temeraria superar en 60 kilómetros la velocidad permitida, como recoge en el artículo 379.1 del Código Penal.
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