400 HECTÁREAS DE SUELO MUNICIPAL PARA ARRENDAR Y CULTIVAL CEREAL
DIARIO DE ALMERIA
El municipio de María, situado en la comarca
de Los Vélez, basa su economía en la actividad agrícola y ganadera,
aunque su pertenencia al Parque Natural Sierra María-Los Vélez le
permite pensar en el turismo de interior como otra pata de una economía
que no es demasiado boyante. Pero además, el pueblo necesita que los
vecinos no se vayan, fijar la población, y para eso, desde hace tiempo,
el Ayuntamiento pone a disposición de quien lo desee suelo de su
propiedad para que lo exploten y le saquen provecho.
Así, acaba de salir a concurso público el arrendamiento de 69 lotes de fincas rústicas municipales, para uso agrícola. En total, son unas 400 hectáreas, situadas en la zona de Las Cuerdas, entre Cañada de Cañepla y el pueblo de María.
“Es algo que se viene haciendo desde tiempo inmemorial. Se trata de suelo propiedad municipal que ponemos a disposición de los vecinos, es bueno para ellos y también para el municipio, porque ayuda a luchar contra la despoblación”, explica José Antonio García, teniente de alcalde de María.
Cebada y avena
Las 69 fincas que salen a licitación tienen una superficie de entre las 8 y las 9 hectáreas, todas ellas están en suelo rústico y se destinan al cultivo del cereal, cebada y avena, fundamentalmente. “Se adjudica para la labor, son para agricultores y no para especular con ellas”, afirma tajante García, quien explica que, para evitar un uso perverso, en el pliego de condiciones del concurso se explicita que los adjudicatarios no podrán subarrendar las parcelas y, además, para evitar el fraude, serán los titulares de la adjudicación los que deberán declararlas para recibir las ayudas de la PAC que vienen de Europa.
A cambio, el agricultor deberá pagar 24 euros por hectárea al año y dispondrá de la parcela durante seis años, periodo tras el cual, el Ayuntamiento volverá a convocar otro concurso público para que sean otros agricultores los que puedan beneficiarse.
Y candidatos no le van a faltar, ya que, según asegura el teniente de alcalde, “hay más demanda que oferta y en cada convocatoria hay muchos que se quedan fuera”.
Pero el aprovechamiento de este suelo municipal no se acaba con la explotación agrícola, ya que, una vez recogida la cosecha, esas fincas se ofrecen a los pastores de la zona para que puedan llevar sus rebaños a pastar en ellas.
No se trata de la panacea, ya que 8 o 9 hectáreas de cultivo no dan para que viva una familia. “El nivel productivo de las parcelas es bajo, con la cosecha se cubren gastos, pero los beneficios vienen de las subvenciones”, reconoce José Antonio García.
Jóvenes, que sean del pueblo y que no repitan
El concurso para arrendar las 69 fincas está abierto a cualquier agricultor, pero existen una serie de condiciones y de cuestiones que favorecen. Así por ejemplo, no hay que estar empadronado en María, pero puntúa que se sea del pueblo. Además, según explica el teniente de alcalde de María, hay que ser agricultor y los jóvenes agricultores tienen buenas opciones.
Buscando que los beneficios lleguen a cuantas más personas mejor, solo se podrá presentar una solicitud por unidad familiar y no se podrá optar si se ha sido adjudicatario en el anterior concurso. José Antonio García cree que “es un suplemento para alguien que tiene tierra y la cultiva y las 8 o 9 hectáreas para las subvenciones”.
Un terreno que vale 2 millones
En caso de que el Ayuntamiento de María decidiera deshacerse de este patrimonio municipal y vender las 400 hectáreas que pone a disposición de los agricultores, obtendría unos 2 millones de euros, considerando un precio de 4.000 euros por hectárea, comenta el teniente de alcalde.
Sin embargo, José Antonio García asegura que “el dinero se gasta y se va, pero de esta manera, se benefician muchas personas y, además, el municipio mantiene su patrimonio”
Así, acaba de salir a concurso público el arrendamiento de 69 lotes de fincas rústicas municipales, para uso agrícola. En total, son unas 400 hectáreas, situadas en la zona de Las Cuerdas, entre Cañada de Cañepla y el pueblo de María.
“Es algo que se viene haciendo desde tiempo inmemorial. Se trata de suelo propiedad municipal que ponemos a disposición de los vecinos, es bueno para ellos y también para el municipio, porque ayuda a luchar contra la despoblación”, explica José Antonio García, teniente de alcalde de María.
Cebada y avena
Las 69 fincas que salen a licitación tienen una superficie de entre las 8 y las 9 hectáreas, todas ellas están en suelo rústico y se destinan al cultivo del cereal, cebada y avena, fundamentalmente. “Se adjudica para la labor, son para agricultores y no para especular con ellas”, afirma tajante García, quien explica que, para evitar un uso perverso, en el pliego de condiciones del concurso se explicita que los adjudicatarios no podrán subarrendar las parcelas y, además, para evitar el fraude, serán los titulares de la adjudicación los que deberán declararlas para recibir las ayudas de la PAC que vienen de Europa.
A cambio, el agricultor deberá pagar 24 euros por hectárea al año y dispondrá de la parcela durante seis años, periodo tras el cual, el Ayuntamiento volverá a convocar otro concurso público para que sean otros agricultores los que puedan beneficiarse.
Y candidatos no le van a faltar, ya que, según asegura el teniente de alcalde, “hay más demanda que oferta y en cada convocatoria hay muchos que se quedan fuera”.
Pero el aprovechamiento de este suelo municipal no se acaba con la explotación agrícola, ya que, una vez recogida la cosecha, esas fincas se ofrecen a los pastores de la zona para que puedan llevar sus rebaños a pastar en ellas.
No se trata de la panacea, ya que 8 o 9 hectáreas de cultivo no dan para que viva una familia. “El nivel productivo de las parcelas es bajo, con la cosecha se cubren gastos, pero los beneficios vienen de las subvenciones”, reconoce José Antonio García.
Jóvenes, que sean del pueblo y que no repitan
El concurso para arrendar las 69 fincas está abierto a cualquier agricultor, pero existen una serie de condiciones y de cuestiones que favorecen. Así por ejemplo, no hay que estar empadronado en María, pero puntúa que se sea del pueblo. Además, según explica el teniente de alcalde de María, hay que ser agricultor y los jóvenes agricultores tienen buenas opciones.
Buscando que los beneficios lleguen a cuantas más personas mejor, solo se podrá presentar una solicitud por unidad familiar y no se podrá optar si se ha sido adjudicatario en el anterior concurso. José Antonio García cree que “es un suplemento para alguien que tiene tierra y la cultiva y las 8 o 9 hectáreas para las subvenciones”.
Un terreno que vale 2 millones
En caso de que el Ayuntamiento de María decidiera deshacerse de este patrimonio municipal y vender las 400 hectáreas que pone a disposición de los agricultores, obtendría unos 2 millones de euros, considerando un precio de 4.000 euros por hectárea, comenta el teniente de alcalde.
Sin embargo, José Antonio García asegura que “el dinero se gasta y se va, pero de esta manera, se benefician muchas personas y, además, el municipio mantiene su patrimonio”
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