Un grupo de investigadores brasileños descubrió una
nueva especie de
sapo diminuto,
que mide poco más de un centímetro. Los científicos consideras que ya
está en peligro de extinción, y cuyo hábitat se limita a una región
montañosa en el sureño estado de Santa Catarina, informó un estudio
publicado en la revista
PeerJ.
El Brachycephalus quiririensisvive fue descubierto por científicos de
la Universidad Federal de Paraná (UFPR) en la Sierra del Quiriri, en
Santa Catarina, informó la Fundación Grupo Boticario de Protección a la
Naturaleza, organización no gubernamental que patrocinó el estudio.
La
nueva especie de anfibio también se caracteriza
por su color marrón con una tonalidad verde y una línea gruesa de color
naranja en la parte superior, que lo diferencia de otras especies de su
género.
"Aún no lo hemos confirmado pero creemos que esa coloración tan
fuerte es para indicar a los predadores que es venenoso y, de esa forma,
protegerse", afirmó Marcio Pie, investigador del Instituto de Estudios
Ambientales de la UFPR y uno de los responsables por el descubrimiento.
El Brachycephalus quiririensisvive, bautizado así por ser endémico de
la Sierra del Quiriri, tan solo vive en esa región montañosa del sur de
Brasil que se caracteriza por su ambiente frío y húmedo.
"Debido a esas condiciones la especie es muy sensible a los cambios
del clima y por eso ya puede estar amenazada de extinción", afirmó Pie.
El
sapo fue hallado gracias a un proyecto financiado
por la referida organización para hacer un inventario de las especies
de anfibios que viven en las regiones montañosas ubicadas entre el sur
del estado de Sao Paulo y el norte del estado de Santa Catarina,
fronterizo con Argentina.
El interés del proyecto obedece a que, por tratarse de animales que
sienten con facilidad las alteraciones ambientales, los anfibios,
incluyendo sapos y ranas, son usados por los biólogos como
bioindicadores, ya que su ausencia puede ayudar a identificar
ecosistemas amenazados.
Según el investigador Luiz Fernando Ribeiro, otro de los responsables
por el descubrimiento, pocas especies del género Brachycephalus están
protegidas en Brasil mediante la creación de reservas ambientales que
garanticen su hábitat.
"Esas
especies han sufrido mucho por la pérdida de hábitat provocada por el hombre", aseguró Ribeiro.
En Santa Catarina el hábitat de estas especies es amenazado por la
expansión de los cultivos de pino para la industria de celulosa y por la
expansión de las haciendas ganaderas. "Pese a tratarse de una área
montañosa, la cría de ganado es una fuerte amenaza a este anfibio tan
vulnerable", afirmó
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