GRANADA HOY *HACE UNOS DIAS CELEBRAMOS EL DIA DE SANTIAGO APOSTOL Y AHORA ESTA TODO DESTROZADO EN LA IGLESIA *
Los vecinos lamentan lo ocurrido y piden justicia por los hechos
La Diputación condena el incendio de la Iglesia de Albuñol: "Hay personas que no aceptan esta cultura"
Algunos bañistas aprovechan el buen día para sofocar el calor con un buen baño en la playa, por la calle Alfonso de Zamora cruzan dos personas con paso ligero y sin pararse ni a mirar a los lados. Una mujer da una pequeña reprimenda a una niña de no más de 5 años porque no quiere seguir andando mientras un hombre se apura a saludarlas de camino a uno de los invernaderos que hay en la entrada. La tranquilidad reina en unas calles en las que apenas 24 horas antes sus vecinos veían horrorizados como quedaba la iglesia Santiago Apóstol después de que un joven, que llevaba viviendo en la zona un año, entraba en el templo destrozando todo a su paso con un martillo en la mano, incluso provocando un incendio.
Hace apenas unas semanas, el 25 de julio, muchos de ellos celebraban las fiestas de Santiago Apóstol, "el día anterior se hizo una ofrenda floral muy bonita, el pueblo se volcó y ahora ya no tenemos santo. Esta mañana los sobrinos de mi marido para preguntarle, porque él siempre colabora con la hermandad para arreglarlo y sacarlo, y le han preguntado que qué íbamos a hacer ahora con los santos. Mi marido les ha tenido que decir que no se preocupen, que los pegaremos con pegamento. Ahora lo que necesitamos es ayuda para intentar recuperar el daño que se ha hecho, que es más sentimental que otra cosa", indica consternada Mari Carmen, una vecina del pueblo que asistía al templo para encontrar alivio y consuelo en momentos duros.
Esta vecina narra como se cruzó con el detenido y su tío Hassan, que iba a la carrera detrás suya. "Mi marido me llamó por teléfono para ver si me había enterado de lo que había pasado y lo primero que pensé fue en una pelea. Cuando llegué a la iglesia, la gente estaba nerviosa y pedía agua. Mi marido y mi hijo se metieron con unas máscaras que se utilizan en la zona para trabajar en el campo. Hassan también se metió y se jugó la vida para sacar a su sobrino y ayudar".
Al hilo, añade que nadie se esperaba que pudiera pasar algo así, "llevaba aquí más de un año, yo no lo conozco, su tío dice que llevaba dos semanas raro y lo mismo necesitaba un tratamiento psicológico. Lo único que sé es que ha venido a la iglesia, hace un año entraron en mi casa a robar y la tranquilidad en esos momentos que pasé de mucha ansiedad, de no dormir y de pasarlo mal, la encontraba en la iglesia. Ahora no tenemos nada. Tenemos a nuestro santo roto".
Reconoce que los ánimos en el pueblo están "regular" y teme por la convivencia, "hasta ahora todo ha ido muy bien, mis vecinos son marroquís y fueron los primeros que cuando se enteraron de lo que había pasado vinieron a buscarme para ver como estaba. El sentimiento general que hay es de tristeza. La gente mayor del pueblo en su día colaboraron para que esta iglesia existiese y ahora no tenemos nada".
Uno de los vecinos que lo vivió todo en primera persona es Andrés Jesús Maldonado, acababa de llegar de Adra con su mujer y su hijo, y al aparcar el coche junto a la iglesia se percató de que "había cristalitos de la puerta en el suelo y que algo no iba bien. Le pregunté a Hassan y me dijo que su sobrino estaba dentro y lo estaba destrozando todo. Llamamos a la Guardia Civil y cuando llegaron no había posibilidad de abrir la puerta porque había roto la cerradura por dentro, pero entre unos cuantos vecinos y los agentes conseguimos romper la puerta". Maldonado relata que rápidamente varios vecinos fueron a por mangueras porque salía una fuerte humareda. "Ha destrozado varias habitaciones y tres santos. El pueblo está muy condolido por el daño que se ha hecho a algo sagrado. Por lo demás, ya será la justicia la que decida".
Por su parte, Vicenta Romera cuenta apenada que la iglesia la hicieron hace años con mucho esfuerzo y trabajo, "me duele verla así porque hemos estado más de treinta años haciendo la misa en garages, porque antes había una iglesia en La Rábita, pero no podíamos ir todos los días".
Añade que no tienen nada "en contra de ninguna raza, aquí vivimos tranquilos todos, convivimos sin problemas. Mis vecinos son marroquís y son muy buenas personas y me tratan siempre muy bien, pero tenemos un poco de miedo de que por culpa de esto pase algo más grave. Es una pena que con la iglesia tan bonita que teníamos ahora esté así por la chaladura de una persona. No se sabe si está bueno o malo, si está del derecho o del revés, solo sabemos que vino con un martillo y lo hizo todo pedazos".
Romera muestra su preocupación, además, al pensar qué hubiese pasado si los hechos suceden un día en el que se celebra culto. "Si está malo como dice su familia que lo vea un médico y lo lleven a donde lo tengan que llevar, pero si no lo está que pague. Su tío intentó hacer todo lo posible por evitarlo".
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