GRANADA HOY * VIAJE PASADO EN SOPORTUJAR: LA EXPOSICION UNICA Y GRATUITA QUE REVELA COMO ERA LA VIDA EN LA ALPUJARRA EN 1.752 *
La muestra recorre más de dos siglos de historia a través de uno de los documentos más importantes de la historia moderna de España: el Catastro de Ensenada
La catástrofe que hizo desaparecer un pueblo de la Alpujarra en el XVIII: una exposición profundiza en la historia de Cáñar y Barja
Soportújar ha inaugurado este verano la exposición El Catastro de Ensenada. Magna averiguación fiscal para alivio de los vasallos y mejor conocimiento de los reinos. La muestra documenta con nombres, mapas y registros la vida cotidiana de Soportújar en 1752, a través de más de treinta paneles divulgativos. La exposición única recorre más de dos siglos de historia fiscal y territorial a través de una de las operaciones catastrales más importantes de la historia moderna de España: el Catastro de Ensenada.
La muestra permite recorrer con detalle la realidad de Soportújar en 1752: quiénes vivían en el pueblo, cómo eran sus casas, qué tierras cultivaban, qué oficios ejercían y cuánto valían sus bienes. Los visitantes podrán ver los croquis originales, las respuestas manuscritas al interrogatorio fiscal, los registros de casas, tierras y ganados, así como los nombres de sus propietarios. También descubrirán casos llamativos, como las viviendas con lagares y bodegas o los hogares encabezados por mujeres. Todo ello acompañado de más de 30 paneles temáticos, documentos históricos, mapas, infografías y preguntas abiertas que invitan a la reflexión.
El campo y otros oficios
La exposición arranca con el Catastro de Ensenada, cuando Soportújar fue registrada casa por casa, parcela por parcela, familia por familia. A través de las Respuestas Generales al interrogatorio de 40 preguntas, y numerosa documentación y expedientes, hoy se sabe que el municipio tenía entonces 387 habitantes, 103 casas, más de 2.500 marjales o terrenos pantanosos cultivables, y una vida económica basada en el trabajo agrario, la ganadería y otros oficios complementarios al campo como zapateros, tejedoras o cirujanos.
Además, los paneles recorren el resto de los catastros históricos que marcaron los siglos XIX y XX: amillaramientos, mapas de cultivos, pañoletas, catastros topográficos parcelarios y urbanos, hasta llegar a la modernización digital del catastro y su uso actual para la gestión municipal y la transparencia.
Las jefas del hogar
El visitante puede descubrir, entre otros datos, quiénes eran los vecinos de Soportújar en 1752. Los documentos recuperan nombres y apellidos, las estructuras familiares ordenadas por sexo y edad, la existencia de 15 jefas de hogar (viudas o solteras), el número de sirvientes, las tierras cultivadas por regadío o secano, los valores fiscales de las casas e incluso los detalles arquitectónicos de viviendas como la del beneficiado Don Juan Delgado, que poseía cuatro inmuebles, uno de ellos con bodega, lagar y caballeriza.
Artefactos productivos
Uno de los aspectos más sugerentes de la exposición es la atención al conjunto de artefactos productivos que completaban la economía rural de Soportújar del siglo XVIII. Más allá de la tierra cultivada o el ganado, el Catastro de Ensenada registró con meticulosidad los espacios donde los vecinos transformaban sus productos y generaban valor añadido a partir del trabajo manual o artesanal.
El municipio contaba, por ejemplo, con dos lagares donde se prensaban las uvas y las aceitunas, elementos esenciales tanto para el abastecimiento propio como para el comercio comarcal. También se registraron dos molinos harineros, de uso vecinal, fundamentales para convertir el grano en harina y asegurar el pan diario de decenas de hogares.
Además, Soportújar disponía de dos hornos —uno de ellos utilizado también como bien arrendable— y de un modesto pero significativo batán, donde se trataban y enfurtían los tejidos de lana, dando continuidad a una actividad textil de pequeña escala.
La exposición rescata estos datos no como curiosidades aisladas, sino como elementos clave para entender la lógica económica de una comunidad campesina que combinaba el autoconsumo, la producción artesanal y una fiscalidad precisa, cuidadosamente calculada por el Estado borbónico.
Fuentes
La propuesta ha sido organizada por la Dirección General del Catastro y el Ayuntamiento de Soportújar, con la colaboración del Archivo Histórico Provincial de Granada (AHPGr), el Instituto Geográfico Nacional, el Instituto Universitario La Corte en Europa (IULCE-UAM), la Fundación de la Universidad Autónoma de Madrid (FUAM) y el Centro de Estudios Históricos del Valle de Lecrín y La Alpujarra (CEHVAL).
Marco
La exposición forma parte de una línea de trabajo impulsada desde hace años por la Dirección General del Catastro con el objetivo de difundir el valor patrimonial, técnico e histórico del Catastro, especialmente del proyecto ideado por Zenón de Somodevilla, Marqués de la Ensenada, en el siglo XVIII. Este proyecto, que pretendía una transformación profunda de la Hacienda Pública, representa un precedente clave para la fiscalidad moderna española, y ofrece una imagen excepcional del territorio y la sociedad de su época.
La catedrática de Geografía Humana Concepción Camarero Bullón (UAM) ejerce de comisaria principal de la muestra, acompañada por los profesores Ángel Ignacio Aguilar Cuesta (VIU) y Raúl Ruiz Álvarez (ULPGC). Del mismo modo, Elisa Moral Montero (CEHVAL), ha participado en la invstigación sobre Soportújar. Además, el acto inaugural, celebrado en el Salón Mirador del municipio, contó con la presencia el alcalde de Soportújar, Manuel Romero; la gerente provincial del Catastro en Granada, Esther García Padilla.
La exposición presenta una extraordinaria documentación histórica que permite reconstruir con detalle la vida del municipio en 1752: desde el número de hogares y habitantes hasta la distribución de tierras, cultivos, ganados, viviendas y oficios. Todo ello a partir de los fondos conservados en el Archivo Histórico Provincial de Granada, el Archivo Histórico Nacional y en el Archivo General de Simancas, que han sido minuciosamente estudiados por los investigadores Elisa Moral y los propios comisarios.
Catálogo oficial
Para el alcalde de Soportújar, Manuel Romero, esta exposición “es mucho más que un homenaje al pasado: es una apuesta por el conocimiento, por la gestión responsable del territorio y por una forma de hacer pueblo que mira hacia delante con los pies bien plantados en su historia”.
Soportújar, hoy conocido por su singular proyecto turístico-cultural en torno al “embrujo” y la mitología de las brujas, continúa así consolidando su lugar como uno de los referentes de innovación rural y recuperación patrimonial de la Alpujarra granadina.
La exposición permanecerá abierta en el Salón Mirador hasta finales de verano con entrada gratuita. También cuenta con un catálogo oficial de más de 70 páginas, disponible para consulta, que reúne los estudios y materiales divulgativos.
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