El dolor es un síntoma universalmente conocido que en ocasiones debido a un intensidad y permanencia constituye en si mismo una enfermedad. Es motivo de sufrimiento para miles personas alrededor del mundo. El control del dolor ha sido siempre uno de los aspectos que más ha preocupado a las ciencias de la salud y por ello podemos encontrar tratados antíquisimos en todas las culturas (egipcias, maya, india, china...) que abordan este tema desde perspectivas muy dispares. Hoy pueden verse cada vez con más frecuencia despartamentos especializados para su manejo en los centros de atención primaria.
Normalmente las sensaciones cuando un tejido percibe un estímulo lo potencialmente lesivo, como altas temperaturas, una compresión o la acción de alguna sustancia química.
Estos estímulos son detectados por pequeñas estructuras denominadas nonireceptores, presentes en grandes cantidades en los tejidos más sensibles como la piel. Al ser estimulados, estos microsensores trasmiten señales que viajan a través de los nervios periféricos hasta la médula espinal, desde donde son conducidos a diferentes parte del cerebro, encargadas de procesar e interpretar las señales que reciben partes del cerebro, encargadas de procesar e interpretar las señales que reciben para a su vez, coordinar las respuestas.
El organismo responde a cualquier lesión con información , que causa el dolor. los tejidos inflamados liberan ciertos químicos llamados prostaglandinas que tienen también un papel importante en la curación de la lesión. En los casos de dolor agudo, el sistema nos alerta de que ha habido daño del tejido y ha empezado el proceso de curación.
Con el dolor crónico, estos químicos parece que entran en un círculo más allá de 3 a 6 meses después de su aparición.
Puede atribuirse de manera general a dos grandes factores: las no resolución de la lesión o lesiones que lo causan o a una vía de producción alterna, debida a otras enfermedades crónica.
El dolor crónico es uno de los problemas de salud más graves y crecimiento a los que se enfrenta la población actual y futura.
Porque mina y deteriora considerablemente la calidad de vida de quienes lo sufren y porque posee un coste social y depresión.-
Normalmente las sensaciones cuando un tejido percibe un estímulo lo potencialmente lesivo, como altas temperaturas, una compresión o la acción de alguna sustancia química.
Estos estímulos son detectados por pequeñas estructuras denominadas nonireceptores, presentes en grandes cantidades en los tejidos más sensibles como la piel. Al ser estimulados, estos microsensores trasmiten señales que viajan a través de los nervios periféricos hasta la médula espinal, desde donde son conducidos a diferentes parte del cerebro, encargadas de procesar e interpretar las señales que reciben partes del cerebro, encargadas de procesar e interpretar las señales que reciben para a su vez, coordinar las respuestas.
El organismo responde a cualquier lesión con información , que causa el dolor. los tejidos inflamados liberan ciertos químicos llamados prostaglandinas que tienen también un papel importante en la curación de la lesión. En los casos de dolor agudo, el sistema nos alerta de que ha habido daño del tejido y ha empezado el proceso de curación.
Con el dolor crónico, estos químicos parece que entran en un círculo más allá de 3 a 6 meses después de su aparición.
Puede atribuirse de manera general a dos grandes factores: las no resolución de la lesión o lesiones que lo causan o a una vía de producción alterna, debida a otras enfermedades crónica.
El dolor crónico es uno de los problemas de salud más graves y crecimiento a los que se enfrenta la población actual y futura.
Porque mina y deteriora considerablemente la calidad de vida de quienes lo sufren y porque posee un coste social y depresión.-
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