"TENIA UNA HERIDA TERRIBLE EN LA CABEZA Y SE DESANGRABA" SUCESOS IDEAL.ES
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La enfermera que atendió a Jesús, el joven que está en coma desde que fue atropellado en Cúllar Vega por un vehículo que huyó, relata lo que vio y sintió
El azar obligó a Ana –no es su nombre verdadero porque prefiere
mantener el anonimato– a refrescar los conocimientos que había adquirido
cuando trabajaba como enfermera de urgencias, una ocupación que había
abandonado hacía ya seis años para ocuparse de su hija recién nacida.
Ana y su familia volvían a casa tras disfrutar de un apacible día de
campo y se toparon con una escena dramática: un joven se debatía entre
la vida y la muerte en el charco que había formado la sangre que manaba
de su cabeza.
Ocurrió el domingo 15 de marzo, en el llamado Camino Viejo de Santa Fe, poco antes de que la noche oscureciera la Vega de Granada. La víctima era Jesús, un muchacho que el domingo celebró su decimonoveno cumpleaños entubado y sin haber podido despertar del coma en el que se sumergió tras ser arrollado por un vehículo que se dio a la fuga y cuyo conductor no ha sido aún localizado.
Junto al cuerpo quebrado y desmadejado de Jesús había una ambulancia que acababa de llegar al lugar de los hechos. Ana se bajó del coche y ofreció su ayuda al equipo de emergencias. «Soy enfermera, ¿puedo hacer algo?», fue su presentación. Su colaboración fue aceptada casi sin palabras. El estado de Jesús era crítico y todas las manos eran pocas. «Tenía un pierna destrozada, pero lo peor era la terrible herida de la cabeza. Se estaba desangrando por ahí», recuerda Ana las pésimas condiciones en que se encontraba la víctima. Rápidamente, se repartieron el trabajo. Ana puso todo su empeño en taponar la fractura de la cabeza para frenar la hemorragia. Mientras tanto, los sanitarios inyectaban calmantes y suero en el torrente sanguíneo de Jesús para impedir que su organismo se colapsara. También tomaron muestras al paciente para que fuera operado sin dilaciones en cuanto llegase al Hospital de Traumatología. Fueron unos minutos frenéticos, pero claves para que el joven llegase con vida hasta el citado centro sanitario. Ese es el único ‘premio’ que buscaba Ana. «Quiero que quede muy claro que no soy ninguna heroína ni nada por el estilo. Todos los que estábamos allí hicimos todo lo que pudimos para sacar adelante a Jesús. Era lo que tocaba y ya está. Recuerdo que una vecina de la zona fotografió la situación en la que quedó Jesús tras el atropello para facilitar la investigación de la Guardia Civil. Ya digo, todos hicieron algo positivo en aquellos momentos», insiste la enfermera, que aceptó narrar su experiencia a IDEAL con una sola condición: que no se revelase su identidad. En este sentido, confiesa que se prestó a que se publicase su testimonio con la esperanza de que sirva para detener al automovilista que atropelló al chaval, una misión que ha asumido la Guardia Civil.
Entre tanto, y al igual que decenas de vecinos de Cúllar Vega, ella se ha sumado a la iniciativa que, a través de Internet, envía fuerza y ánimos a Jesús y su familia. «Todos estamos muy pendientes de él y deseamos que se recupere lo más pronto posible», concluye Ana.
Ocurrió el domingo 15 de marzo, en el llamado Camino Viejo de Santa Fe, poco antes de que la noche oscureciera la Vega de Granada. La víctima era Jesús, un muchacho que el domingo celebró su decimonoveno cumpleaños entubado y sin haber podido despertar del coma en el que se sumergió tras ser arrollado por un vehículo que se dio a la fuga y cuyo conductor no ha sido aún localizado.
Junto al cuerpo quebrado y desmadejado de Jesús había una ambulancia que acababa de llegar al lugar de los hechos. Ana se bajó del coche y ofreció su ayuda al equipo de emergencias. «Soy enfermera, ¿puedo hacer algo?», fue su presentación. Su colaboración fue aceptada casi sin palabras. El estado de Jesús era crítico y todas las manos eran pocas. «Tenía un pierna destrozada, pero lo peor era la terrible herida de la cabeza. Se estaba desangrando por ahí», recuerda Ana las pésimas condiciones en que se encontraba la víctima. Rápidamente, se repartieron el trabajo. Ana puso todo su empeño en taponar la fractura de la cabeza para frenar la hemorragia. Mientras tanto, los sanitarios inyectaban calmantes y suero en el torrente sanguíneo de Jesús para impedir que su organismo se colapsara. También tomaron muestras al paciente para que fuera operado sin dilaciones en cuanto llegase al Hospital de Traumatología. Fueron unos minutos frenéticos, pero claves para que el joven llegase con vida hasta el citado centro sanitario. Ese es el único ‘premio’ que buscaba Ana. «Quiero que quede muy claro que no soy ninguna heroína ni nada por el estilo. Todos los que estábamos allí hicimos todo lo que pudimos para sacar adelante a Jesús. Era lo que tocaba y ya está. Recuerdo que una vecina de la zona fotografió la situación en la que quedó Jesús tras el atropello para facilitar la investigación de la Guardia Civil. Ya digo, todos hicieron algo positivo en aquellos momentos», insiste la enfermera, que aceptó narrar su experiencia a IDEAL con una sola condición: que no se revelase su identidad. En este sentido, confiesa que se prestó a que se publicase su testimonio con la esperanza de que sirva para detener al automovilista que atropelló al chaval, una misión que ha asumido la Guardia Civil.
Entre tanto, y al igual que decenas de vecinos de Cúllar Vega, ella se ha sumado a la iniciativa que, a través de Internet, envía fuerza y ánimos a Jesús y su familia. «Todos estamos muy pendientes de él y deseamos que se recupere lo más pronto posible», concluye Ana.
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