2,06 LA ESTANCIA MEDIA DE LOS TURISTAS BAJA AL MINIMO DE LOS ÚLTIMOS 16 AÑOS GRANADA HOY
Las cifras de récord no logran estirar la
duración de los viajes a la provincia En la capital la cifra es todavía
más baja: 1,8 días
En los últimos tres años, el turismo está dando grandes alegrías
a Granada. Desde 2014, la provincia bate récords de forma constante,
registrando cifras históricas tanto de llegada de viajeros como de
pernoctaciones. Entre enero y septiembre, sin ir más lejos, han visitado
Granada 2.160.948 turistas, generando 4.467.617 estancias en los
establecimientos hoteleros. Estas abultadas cifras, que serían aún más
grandes si fuera posible contabilizar el paso de todos los viajeros que
deciden quedarse en alojamientos no reglados, suponen un nuevo hito para
el turismo granadino, ya que la serie histórica del Instituto Nacional
de Estadística (INE), que se remonta al año 1999, no muestra ningún otro
balance tan positivo para los primeros nueve meses de un año.
Pero el caso es que esas cifras de récord esconden otra verdad mucho menos positiva para el turismo granadino. Aunque tanto las visitas como las estancias hoteleras han aumentado en el último año, lo han hecho de forma bastante desequilibrada. Mientras que la llegada de viajeros ha experimentado un incremento del 5,7% respecto al mismo periodo del año pasado; las pernoctaciones sólo han crecido un 1,7%. Y esto significa que sí, que llegan más viajeros, pero que permanecen menos tiempo en la provincia. Vienen más, pero se quedan menos.
La cifra que mejor refleja esta realidad es la de la estancia media. Según los datos del INE, los viajeros que han visitado Granada entre enero y septiembre se han quedado en la provincia una media de 2,06 días. Este dato destaca en toda la serie histórica, y no precisamente en positivo: se trata de la estancia media más baja desde el año 2000, cuando los viajeros permanecían en Granada una media de 2,01 días. Es decir, que el tiempo de viaje de cada turista ha caído al nivel más bajo de los últimos 16 años.
Los 2,06 días que han permanecido en la provincia los viajeros que la han elegido como destino de sus vacaciones -y que refleja a la perfección eso de que Granada es destino de fines de semana, puentes y escapadas- suponen una caída del 3,7% respecto a la estancia media registrada en el periodo enero-septiembre del año pasado, cuando se alcanzaron los 2,14 días. Hasta la fecha, la media de pernoctaciones más elevada se registró en 2007 y 2009, cuando se alcanzaron las 2,18 jornadas.
Y eso en la provincia, porque en la capital las cifras son sensiblemente más bajas. La media de estancia en estos nueve primeros nueve meses del año ha sido de 1,80 días, un 4,2% menos que el año pasado (1,88 noches) y la cifra más baja desde el año 2008, cuando la tasa de pernoctaciones no superó las 1,74 noches de hotel. La estancia media, por tanto, la salva el turismo de interior y, sobre todo, el turismo de sol y playa, ya que en la Costa Tropical la media de permanencia entre enero y septiembre ha sido de 3,87 días, un 20,5% más que en el mismo periodo del año pasado.
Cuando los empresarios turísticos avisan de que la principal batalla del sector es aumentar las pernoctaciones, no lo hacen por capricho, sino que se trata de una reivindicación plenamente justificada. Granada se ha hecho un nombre como destino preferente de los city-break, pero ese título también le pesa a una capital que va más allá de la Alhambra, y a una provincia que tiene mucho más que ofrecer que lo que se puede descubrir en un único fin de semana.
El presidente de la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo de Granada, Trinitario Betoret, explica que la escasez de pernoctaciones lastra los resultados de las empresas, ya que los hoteles tienen serias dificultades para llenar sus plazas de lunes a jueves, sobre todo en los periodos de temporada baja. Esta realidad ha llevado a la Federación a una hacer una "reflexión" profunda, que se traduce en la elaboración de un estudio interno que servirá para definir los dos puntales donde se puede apoyar el destino para aumentar la estancia media: el turismo cultural y el segmento de congresos e incentivos.
La primera línea de trabajo pasa por la "consolidación o revalorización" del segmento cultural. Según Betoret, la cultura es la señal de identidad de la capital y la provincia, pero hay una tarea pendiente para atrapar a los viajeros más allá de la Alhambra y su efecto llamada. "Hay mucho patrimonio e historia por descubrir. Tenemos que decirle a la touroperación que tenemos mucho más que enseñarle", explica el presidente de los empresarios turísticos, apuntando que no solo se trata de presumir de riqueza monumental, sino también del ingente patrimonio inmaterial de Granada, como el flamenco y l a historia, que sitúa a la provincia como "cuna del desarrollo de la España actual". En esa línea de asignaturas pendientes estaría también, según Betoret, la 'explotación' de la figura de Federico García Lorca y de su vinculación con Granada.
"Tenemos que despertar la inquietud en los viajeros de que aquí con un día no basta. Pero para ello se necesita planificación y la voluntad empresarial y política de articular una estrategia de comercialización, promoción y comunicación", indica el presidente de la Federación.
El otro gran bastión que debe sustentar el aumento de las pernoctaciones es el turismo MICE (Meetings, incentives, conferencing, exhibitions). Aunque el trabajo del Granada Convention Bureau se comenzará a notar en los próximos años -la captación de congresos se hace a cinco, siete y nueve años vista-, de momento hay que trabajar en hacer "atractiva" la ciudad para las convenciones, ya sean de cien o de dos millares de personas. "Tenemos que hacer que toda la ciudad sea un escenario ideal para congresistas y sus acompañantes".
En esa línea, el presidente de la Asociación de Restaurantes, Bares y Cafeterías, Juan Luis Álvarez, indica que Granada, con una planta hotelera de gran calidad, una oferta gastronómica de moda y un Palacio de Congresos emblemático, "es la ciudad ideal para aumentar las pernoctaciones y romper la estacionalidad". Lo ideal, según Álvarez, sería que la capital pudiera albergar un congreso medio a la semana, ya que de esta forma tendría "una ocupación como corresponde". Para ello, explicó el presidente de la Asociación de Restaurantes, lo esencial es apoyar tanto al Palacio de Congresos como al Convention Bureau, así como luchar contra las pernoctaciones no regladas, que inciden "negativamente" en los resultados de los establecimientos hoteleros.
El vicepresidente del Patronato de Turismo, Enrique Medina, apuesta también por fomentar el turismo cultural, de forma que Granada recupere la posición que otras ciudades le han arrebatado en los últimos años. También apuesta por promocionar toda la riqueza monumental de la ciudad y que todas las instituciones pongan de su parte. "No se entiende que la Alhambra tenga dos millones de visitantes al año y la Catedral sólo 400.000", aseguró el diputado de Turismo, que en cualquier caso apuntó que las cifras de Granada tienen que ponerse en perspectiva y no compararse con las de otros destinos donde el segmento de sol y playa es mayoritaria, donde la estancia media, por razones obvias, es mucho mayor.
El delegado de Turismo de la Junta de Andalucía, Guillermo Quero, abogó además por ofrecer a los viajeros productos muy diferenciadores que llamen la atención y hagan que los viajeros 'estiren' su estancia en Granada. En esa línea, la Delegación apuesta por fomentar los alojamientos singulares como las casas cueva, vincular las visitas a la gastronomía de la Costa o dar alas a los municipios para que desarrollen sus iniciativas de turismo rural, como hará el Plan de Excelencia de Turismo de Interior.
Pero el caso es que esas cifras de récord esconden otra verdad mucho menos positiva para el turismo granadino. Aunque tanto las visitas como las estancias hoteleras han aumentado en el último año, lo han hecho de forma bastante desequilibrada. Mientras que la llegada de viajeros ha experimentado un incremento del 5,7% respecto al mismo periodo del año pasado; las pernoctaciones sólo han crecido un 1,7%. Y esto significa que sí, que llegan más viajeros, pero que permanecen menos tiempo en la provincia. Vienen más, pero se quedan menos.
La cifra que mejor refleja esta realidad es la de la estancia media. Según los datos del INE, los viajeros que han visitado Granada entre enero y septiembre se han quedado en la provincia una media de 2,06 días. Este dato destaca en toda la serie histórica, y no precisamente en positivo: se trata de la estancia media más baja desde el año 2000, cuando los viajeros permanecían en Granada una media de 2,01 días. Es decir, que el tiempo de viaje de cada turista ha caído al nivel más bajo de los últimos 16 años.
Los 2,06 días que han permanecido en la provincia los viajeros que la han elegido como destino de sus vacaciones -y que refleja a la perfección eso de que Granada es destino de fines de semana, puentes y escapadas- suponen una caída del 3,7% respecto a la estancia media registrada en el periodo enero-septiembre del año pasado, cuando se alcanzaron los 2,14 días. Hasta la fecha, la media de pernoctaciones más elevada se registró en 2007 y 2009, cuando se alcanzaron las 2,18 jornadas.
Y eso en la provincia, porque en la capital las cifras son sensiblemente más bajas. La media de estancia en estos nueve primeros nueve meses del año ha sido de 1,80 días, un 4,2% menos que el año pasado (1,88 noches) y la cifra más baja desde el año 2008, cuando la tasa de pernoctaciones no superó las 1,74 noches de hotel. La estancia media, por tanto, la salva el turismo de interior y, sobre todo, el turismo de sol y playa, ya que en la Costa Tropical la media de permanencia entre enero y septiembre ha sido de 3,87 días, un 20,5% más que en el mismo periodo del año pasado.
Cuando los empresarios turísticos avisan de que la principal batalla del sector es aumentar las pernoctaciones, no lo hacen por capricho, sino que se trata de una reivindicación plenamente justificada. Granada se ha hecho un nombre como destino preferente de los city-break, pero ese título también le pesa a una capital que va más allá de la Alhambra, y a una provincia que tiene mucho más que ofrecer que lo que se puede descubrir en un único fin de semana.
El presidente de la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo de Granada, Trinitario Betoret, explica que la escasez de pernoctaciones lastra los resultados de las empresas, ya que los hoteles tienen serias dificultades para llenar sus plazas de lunes a jueves, sobre todo en los periodos de temporada baja. Esta realidad ha llevado a la Federación a una hacer una "reflexión" profunda, que se traduce en la elaboración de un estudio interno que servirá para definir los dos puntales donde se puede apoyar el destino para aumentar la estancia media: el turismo cultural y el segmento de congresos e incentivos.
La primera línea de trabajo pasa por la "consolidación o revalorización" del segmento cultural. Según Betoret, la cultura es la señal de identidad de la capital y la provincia, pero hay una tarea pendiente para atrapar a los viajeros más allá de la Alhambra y su efecto llamada. "Hay mucho patrimonio e historia por descubrir. Tenemos que decirle a la touroperación que tenemos mucho más que enseñarle", explica el presidente de los empresarios turísticos, apuntando que no solo se trata de presumir de riqueza monumental, sino también del ingente patrimonio inmaterial de Granada, como el flamenco y l a historia, que sitúa a la provincia como "cuna del desarrollo de la España actual". En esa línea de asignaturas pendientes estaría también, según Betoret, la 'explotación' de la figura de Federico García Lorca y de su vinculación con Granada.
"Tenemos que despertar la inquietud en los viajeros de que aquí con un día no basta. Pero para ello se necesita planificación y la voluntad empresarial y política de articular una estrategia de comercialización, promoción y comunicación", indica el presidente de la Federación.
El otro gran bastión que debe sustentar el aumento de las pernoctaciones es el turismo MICE (Meetings, incentives, conferencing, exhibitions). Aunque el trabajo del Granada Convention Bureau se comenzará a notar en los próximos años -la captación de congresos se hace a cinco, siete y nueve años vista-, de momento hay que trabajar en hacer "atractiva" la ciudad para las convenciones, ya sean de cien o de dos millares de personas. "Tenemos que hacer que toda la ciudad sea un escenario ideal para congresistas y sus acompañantes".
En esa línea, el presidente de la Asociación de Restaurantes, Bares y Cafeterías, Juan Luis Álvarez, indica que Granada, con una planta hotelera de gran calidad, una oferta gastronómica de moda y un Palacio de Congresos emblemático, "es la ciudad ideal para aumentar las pernoctaciones y romper la estacionalidad". Lo ideal, según Álvarez, sería que la capital pudiera albergar un congreso medio a la semana, ya que de esta forma tendría "una ocupación como corresponde". Para ello, explicó el presidente de la Asociación de Restaurantes, lo esencial es apoyar tanto al Palacio de Congresos como al Convention Bureau, así como luchar contra las pernoctaciones no regladas, que inciden "negativamente" en los resultados de los establecimientos hoteleros.
El vicepresidente del Patronato de Turismo, Enrique Medina, apuesta también por fomentar el turismo cultural, de forma que Granada recupere la posición que otras ciudades le han arrebatado en los últimos años. También apuesta por promocionar toda la riqueza monumental de la ciudad y que todas las instituciones pongan de su parte. "No se entiende que la Alhambra tenga dos millones de visitantes al año y la Catedral sólo 400.000", aseguró el diputado de Turismo, que en cualquier caso apuntó que las cifras de Granada tienen que ponerse en perspectiva y no compararse con las de otros destinos donde el segmento de sol y playa es mayoritaria, donde la estancia media, por razones obvias, es mucho mayor.
El delegado de Turismo de la Junta de Andalucía, Guillermo Quero, abogó además por ofrecer a los viajeros productos muy diferenciadores que llamen la atención y hagan que los viajeros 'estiren' su estancia en Granada. En esa línea, la Delegación apuesta por fomentar los alojamientos singulares como las casas cueva, vincular las visitas a la gastronomía de la Costa o dar alas a los municipios para que desarrollen sus iniciativas de turismo rural, como hará el Plan de Excelencia de Turismo de Interior.
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