EL "18 DE JULIO" CRIA MALVAS CON UN PACTO OLVIDADO QUE NUNCA LLEGÓ A SER CONVENIO DIARIO DE ALMERIA
El acuerdo que puso fin a la guerra
judicial entre Junta y Ayuntamiento propició el derribo del sanatorio,
pero no los equipamientos prometidos Urbanismo quiere desempolvar
expediente
Es el único gran solar en pleno centro del que dispone el
Ayuntamiento de Almería, un goloso espacio cuyo valor superaba hace unos
años los diez millones de euros. Sin embargo, cría malvas, sin un uso
público pese a la multitud de propuestas lanzadas a lo largo de varias
legislaturas, que han tocado prácticamente todos los palos del ámbito de
servicio social. Desde equipamiento cultural como la gran biblioteca,
centro múltiple destinado principalmente a colectivos sin sede propia,
un centro de salud... Todo un planetario de intenciones, incluido su uso
como aparcamiento en superficie mientras llegaban los edificios
públicos. Es el 18 de Julio, el antiguo Ambulatorio de Especialidades
que, tras 65 años de historia, quedó reducido en 2012 con la acometida
de las palas.
El derribo del inmueble lo llevó a la práctica el Ayuntamiento después de que, aparentemente, tocara su fin la guerra judicial y política con la Junta de Andalucía. El sanatorio fue construido en 1947 por orden de la Falange Española sobre un solar propiedad municipal, razón por la que se firmó un contrato de arrendamiento por 99 años y un pago simbólico de diez céntimos el metro cuadrado, que el Gobierno andaluz dejó de pagar cuando, en 2001, decidió cerrar la pequeña policlínica.
Un lustro después, el lamentable estado del inmueble, en el que llegó a encontrarse el cadáver de un indigente, abrió la caja de los truenos entre el Consistorio y la Junta, enfrentándose ambas administraciones ante los tribunales. El primer acuerdo que ponía fin a esta mediática disputa se cerró hace nueve años, en octubre de 2007, con la disposición, por ambas partes, de compartir la superficie disponible: el Ayuntamiento quería construir un centro de usos múltiples enfocado a dar cobijo a asociaciones y colectivos sin ánimo de lucro, mientras que Salud prometía dependencias sanitarias y asistenciales que descongestionaran Torrecárdenas.
Pese a los bandazos, y tan bien dardos políticos que pusieron en riesgo este primer acuerdo, Alcaldía recibía en 2009 el compromiso andaluz de retirarse del contencioso a modo de protocolo. Sin embargo, los embistes no cesaron ni una vez derribado el ambulatorio. Ni la Junta ni el Ayuntamiento habían abordado sus respectivos proyectos, ya que los mismos dependían de la firma de un convenio donde se especificara el reparto de metros cuadrados acordado en 2010.
Sobre la mesa, y con Pablo Venzal al frente de Urbanismo, hubo variopintas propuestas de distribución e incluso intercambio de terrenos -las aledañas cocheras de la Junta-. Los entonces responsables políticos fueron incapaces de pasar del borrador a la rúbrica del convenio, y el 18 de Julio engrosó la lista de asuntos pendientes a desatascar en las reuniones face to face entre el entonces alcalde, Rodríguez-Comendador, y la responsable del Gobierno andaluz en Almería, Sonia Ferrer.
El provecho de este solar cayó, no obstante, en un segundo plano al concentrarse los esfuerzos de negociación en el desbloqueo de las inversiones para retomar las obras de rehabilitación de la Casa Consistorial.
Ahora, con la Junta centrada en la construcción del materno-infantil, y el Ayuntamiento en la adaptación del antiguo Cuartel en biblioteca y en posibilitar el acomodo de los colectivos sociales en uno de los edificios de la nueva Jefatura de la Policía Local, el concejal de Desarrollo Urbano, Miguel Ángel Castellón, ha manifestado que es su intención desempolvar el expediente del solar del 18 de Julio.
El derribo del inmueble lo llevó a la práctica el Ayuntamiento después de que, aparentemente, tocara su fin la guerra judicial y política con la Junta de Andalucía. El sanatorio fue construido en 1947 por orden de la Falange Española sobre un solar propiedad municipal, razón por la que se firmó un contrato de arrendamiento por 99 años y un pago simbólico de diez céntimos el metro cuadrado, que el Gobierno andaluz dejó de pagar cuando, en 2001, decidió cerrar la pequeña policlínica.
Un lustro después, el lamentable estado del inmueble, en el que llegó a encontrarse el cadáver de un indigente, abrió la caja de los truenos entre el Consistorio y la Junta, enfrentándose ambas administraciones ante los tribunales. El primer acuerdo que ponía fin a esta mediática disputa se cerró hace nueve años, en octubre de 2007, con la disposición, por ambas partes, de compartir la superficie disponible: el Ayuntamiento quería construir un centro de usos múltiples enfocado a dar cobijo a asociaciones y colectivos sin ánimo de lucro, mientras que Salud prometía dependencias sanitarias y asistenciales que descongestionaran Torrecárdenas.
Pese a los bandazos, y tan bien dardos políticos que pusieron en riesgo este primer acuerdo, Alcaldía recibía en 2009 el compromiso andaluz de retirarse del contencioso a modo de protocolo. Sin embargo, los embistes no cesaron ni una vez derribado el ambulatorio. Ni la Junta ni el Ayuntamiento habían abordado sus respectivos proyectos, ya que los mismos dependían de la firma de un convenio donde se especificara el reparto de metros cuadrados acordado en 2010.
Sobre la mesa, y con Pablo Venzal al frente de Urbanismo, hubo variopintas propuestas de distribución e incluso intercambio de terrenos -las aledañas cocheras de la Junta-. Los entonces responsables políticos fueron incapaces de pasar del borrador a la rúbrica del convenio, y el 18 de Julio engrosó la lista de asuntos pendientes a desatascar en las reuniones face to face entre el entonces alcalde, Rodríguez-Comendador, y la responsable del Gobierno andaluz en Almería, Sonia Ferrer.
El provecho de este solar cayó, no obstante, en un segundo plano al concentrarse los esfuerzos de negociación en el desbloqueo de las inversiones para retomar las obras de rehabilitación de la Casa Consistorial.
Ahora, con la Junta centrada en la construcción del materno-infantil, y el Ayuntamiento en la adaptación del antiguo Cuartel en biblioteca y en posibilitar el acomodo de los colectivos sociales en uno de los edificios de la nueva Jefatura de la Policía Local, el concejal de Desarrollo Urbano, Miguel Ángel Castellón, ha manifestado que es su intención desempolvar el expediente del solar del 18 de Julio.
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