A comienzo del siglo, la Semana Santa granadina se reducía a un procesión, pero eso sí una rica y grande procesión, que desfilaba en la tarde del Viernes Santo y discurría a modo de una antología de las imágenes más veneradas.de las diferentes cofradías, la Oración del Huerto, el Prendimiento, el Señor de la columna la Coronación de Espinas, el Crucificado de Mora ( entonces la imagen real, no la copia que ahora desfila), la Virgen de Mora a los pie de la Cruz, el Señor de la Sábana y la Soledad con toda esta representación escultórica, iba también el Santo Sepulcro, y penitentes y soldados romanos, y la Real Maestranza granadina con sus vistosos uniforme.
Quién pensó que aquello no era bastante fue el Cardenal arzobispo Casanova que, en 1.926, creó una junta Suprema para potenciar e incrementar la presencia de Cofradías en la ciudad.
Entre los máximos colaboradores de la junta estuvieron dos entusiastas de la Semana Santa: Ramón Contreras y Perez de Herrasti y Miguel García Batlle.
Pronto se apreciaron novedades: tras la fundación de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Humildad y Soledad de Nuestra señora, el Cardenal Vicente Casanova aprueba los estatutos de la flamante Cofradía del Prendimiento de Jesús o Nuestro Padre Jesús del Rescate, con lejanos orígenes en el siglo XVI y extinguida después.
En 1.928, La Santa Cena hace su primer desfile. Poco antes, los empleados de las casas de Banca, Bolsa y Ahorro, ponen en marcha su Real Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza.
El ritmo de fundaciones no se interrumpe por aquellos años finales de la década de los 20. En 1.927, la Hermandad del Rosario, en 1.928.
La cofradía de los Favores. Desde 1.929, se incorpora también nuestra Semana Santa María de La Alhambra, que aún hoy sigue siendo casi la única en mantener su estilo artísticos inconfudiblemente granadino.
Los años de La República no fueron propicios a esta clase de actividades, en general. Tampoco, por razones obvias, los de la guerra de 1.936.
A su termino se fundaron algunas cofradías más o bien en mucho menor medida que en la etapa antes referida.
Ha sido en nuestros días, y después de un profundísimo bache, cuando la Semana Santa granadina ha cobrado nuevos bríos, incrementando el número de sus hermandades y fomentado una vida cofrade antes inexistente. son síntomas inequívocos de una fortaleza.-
Quién pensó que aquello no era bastante fue el Cardenal arzobispo Casanova que, en 1.926, creó una junta Suprema para potenciar e incrementar la presencia de Cofradías en la ciudad.
Entre los máximos colaboradores de la junta estuvieron dos entusiastas de la Semana Santa: Ramón Contreras y Perez de Herrasti y Miguel García Batlle.
Pronto se apreciaron novedades: tras la fundación de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Humildad y Soledad de Nuestra señora, el Cardenal Vicente Casanova aprueba los estatutos de la flamante Cofradía del Prendimiento de Jesús o Nuestro Padre Jesús del Rescate, con lejanos orígenes en el siglo XVI y extinguida después.
En 1.928, La Santa Cena hace su primer desfile. Poco antes, los empleados de las casas de Banca, Bolsa y Ahorro, ponen en marcha su Real Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza.
El ritmo de fundaciones no se interrumpe por aquellos años finales de la década de los 20. En 1.927, la Hermandad del Rosario, en 1.928.
La cofradía de los Favores. Desde 1.929, se incorpora también nuestra Semana Santa María de La Alhambra, que aún hoy sigue siendo casi la única en mantener su estilo artísticos inconfudiblemente granadino.
Los años de La República no fueron propicios a esta clase de actividades, en general. Tampoco, por razones obvias, los de la guerra de 1.936.
A su termino se fundaron algunas cofradías más o bien en mucho menor medida que en la etapa antes referida.
Ha sido en nuestros días, y después de un profundísimo bache, cuando la Semana Santa granadina ha cobrado nuevos bríos, incrementando el número de sus hermandades y fomentado una vida cofrade antes inexistente. son síntomas inequívocos de una fortaleza.-
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