PRIMER PASO AL CIERRE DEL BOLTELLÓDROMO: LIMITAR SU USO A LOS FINES DE SEMANA.
GRANADA HOY
La plataforma en contra del botellón
propone que se clausure el recinto el próximo 1 de junio según lo
acordado con los grupos políticos La búsqueda de una zona de ocio
alternativa, en el aire
Dos reuniones informales entre los colectivos sociales y
políticos de la ciudad no han sido suficientes para encontrar una
solución unánime al problema que lleva nueve años acribillando el
descanso de las personas que viven en Camino de Ronda: el botellón. Por
segunda vez en dos semanas, el salón de comisiones del Ayuntamiento
aglutinó a diferentes representantes municipales y ciudadanos con el
objetivo de hallar medidas efectivas para un conflicto que además de
tener en pie de guerra a uno de los barrios más populosos de la capital,
también mina la imagen exterior de Granada, amén de los dilemas de
convivencia y de salud pública que provoca. Una nueva reunión en la que
se realizaron muchos análisis de la situación desde diferentes puntos de
vista, pero en la que solamente una medida tomó un cariz de inmediatez.
En concreto, fue la propuesta de la Plataforma de No al Botellódromo de
limitar esta actividad desde ya a viernes, sábados y vísperas de
festivo hasta su cierre definitivo el próximo 1 de junio, según el
compromiso adquirido desde todos las formaciones con los vecinos del
Hipercor.
De esta manera, el debate viró desde las intenciones de sugerir alternativas de ocio juveniles a la diatriba urgente de no habilitar ningún espacio susceptible de ser convertido en botellódromo y al mismo tiempo endurecer las sanciones por beber o molestar en la vía pública. Son las exigencias que ha plasmado la plataforma antibotellón en un manifiesto en el que pide a los representantes locales que ejecuten cuatro soluciones a corto plazo. La primera es que se siga aplicando con firmeza el decreto del 2 de octubre de 2015, por el cual el Ayuntamiento garantizó un refuerzo de efectivos policiales. De la misma manera, la asociación propuso que este espacio no se vuelva a utilizar en días lectivos para evitar dar malos ejemplos a los menores que habitan en la zona, donde hay varios colegios. Asimismo, los vecinos de Ronda remitieron a las protestas de zona Norte y Zaidín para asegurar que es un recinto que "no quiere nadie en Granada" y que, por tanto, debería vallarse y cerrarse con tal efecto en un plazo de cuatro meses. Un período en el que la plataforma plantea poner en marcha todos los planes encaminados a un ocio juvenil alternativo con un consumo responsable "hasta su defunción el 1 de junio de 2016 como prometieron y firmaron todos los partidos políticos". Por último, reclamaron que una vez vallado e inutilizado el lugar para la práctica del botellón, se dedique a uso deportivo y al disfrute de los mayores del barrio con bancos o aparatos de gimnasia.
Son las cuatro líneas rojas que marcó el portavoz de la Plataforma de No al Botellódromo, quien puso el acento sobre los 7.000 vecinos de Camino de Ronda "sufridores desde hace más de nueve años de los daños colaterales del botellón". Ya en los últimos meses, el debate abierto sobre el botellón ha provocado una mayor implicación de las fuerzas municipales. Así, la concejal de Protección Ciudadana, María Francés, realizó un balance en el que apuntó que en el presente curso ha bajado la afluencia de jóvenes al botellón a la par que se han reforzado las medidas policiales. La edil señaló que se han contabilizado 103 sanciones por consumo de alcohol en la vía pública, nueve por consumo ilegal de estupefacientes, seis por exceder el volumen de ruido en el coche, cuatro por mal uso de vidrios, una por alteración del orden público contra un agente de la autoridad, además de haber clausurado cinco establecimientos por infringir las normas de venta de alcohol.
Y es que, aunque como en la primera reunión no se llegó a ningún acuerdo definitivo, sí hubo cierto quórum cuando se planteó la necesidad de buscar soluciones a corto plazo para afrontar la situación que están viviendo los vecinos de la zona de Hipercor. De esta manera, el portavoz municipal de IU, Francisco Puentedura, exigió la distinción entre las metas a corto y largo plazo, además de proveer a las comisiones informativas de más formalidad en forma de actas, orden prefijado de los temas a tratar e intervenciones, algo que también reclamaron el resto de grupos de la oposición, ya que la reunión de ayer transcurrió en un ambiente de cierto caos sin correspondencia entre los tiempos de cada una de las personas que habló ni se sacaron conclusiones definitivas de cara a avanzar en dicho conflicto.
Desde Vamos Granada también se incidió en la necesidad de aplicar una metodología a la comisión del botellón y se manifestó el apoyo a las reivindicaciones de la Plataforma en Contra del Botellódromo, mientras que se puso el foco en los centros cívicos como los lugares a donde se podía trasladar parte del ocio juvenil. Por su parte, el portavoz municipal de Ciudadanos, Manuel Olivares, esgrimió que es necesario "atajar el problema de los vecinos afectados" y pidió la colaboración del Defensor del Ciudadano en el debate.
El socialista Paco Cuenca lamentó que mientras se buscan respuestas al botellón, la gente de Camino de Ronda continúa sufriendo los mismo problemas de los últimos nueve años.
Por otra parte, la iniciativa privada de trasladar el botellódromo a un recinto de ocio en unos terrenos colindantes a los de Puleva en el Camino de Purchil fue apoyada por varios representantes vecinales y expuesta por el empresario José Manuel Cañizares como la medida idónea para apartar el botellón de la ciudad. No obstante, esta propuesta fue desmontada por Puentedura, quien recordó que no tendría cabida en un territorio como la Vega protegido por el POTAUG de la Junta de Andalucía. Asimismo, otros inconvenientes que expuso son la lejanía con la ciudad, lo que implicaría más medidas de seguridad y de transporte público, algo realmente difícil de ejecutar. De la misma forma, se descartó la opción de crear dos fiestas con actividades alternativas al botellón que propusieron desde la Agrupación Centro de Cultura.
De esta manera, el debate viró desde las intenciones de sugerir alternativas de ocio juveniles a la diatriba urgente de no habilitar ningún espacio susceptible de ser convertido en botellódromo y al mismo tiempo endurecer las sanciones por beber o molestar en la vía pública. Son las exigencias que ha plasmado la plataforma antibotellón en un manifiesto en el que pide a los representantes locales que ejecuten cuatro soluciones a corto plazo. La primera es que se siga aplicando con firmeza el decreto del 2 de octubre de 2015, por el cual el Ayuntamiento garantizó un refuerzo de efectivos policiales. De la misma manera, la asociación propuso que este espacio no se vuelva a utilizar en días lectivos para evitar dar malos ejemplos a los menores que habitan en la zona, donde hay varios colegios. Asimismo, los vecinos de Ronda remitieron a las protestas de zona Norte y Zaidín para asegurar que es un recinto que "no quiere nadie en Granada" y que, por tanto, debería vallarse y cerrarse con tal efecto en un plazo de cuatro meses. Un período en el que la plataforma plantea poner en marcha todos los planes encaminados a un ocio juvenil alternativo con un consumo responsable "hasta su defunción el 1 de junio de 2016 como prometieron y firmaron todos los partidos políticos". Por último, reclamaron que una vez vallado e inutilizado el lugar para la práctica del botellón, se dedique a uso deportivo y al disfrute de los mayores del barrio con bancos o aparatos de gimnasia.
Son las cuatro líneas rojas que marcó el portavoz de la Plataforma de No al Botellódromo, quien puso el acento sobre los 7.000 vecinos de Camino de Ronda "sufridores desde hace más de nueve años de los daños colaterales del botellón". Ya en los últimos meses, el debate abierto sobre el botellón ha provocado una mayor implicación de las fuerzas municipales. Así, la concejal de Protección Ciudadana, María Francés, realizó un balance en el que apuntó que en el presente curso ha bajado la afluencia de jóvenes al botellón a la par que se han reforzado las medidas policiales. La edil señaló que se han contabilizado 103 sanciones por consumo de alcohol en la vía pública, nueve por consumo ilegal de estupefacientes, seis por exceder el volumen de ruido en el coche, cuatro por mal uso de vidrios, una por alteración del orden público contra un agente de la autoridad, además de haber clausurado cinco establecimientos por infringir las normas de venta de alcohol.
Y es que, aunque como en la primera reunión no se llegó a ningún acuerdo definitivo, sí hubo cierto quórum cuando se planteó la necesidad de buscar soluciones a corto plazo para afrontar la situación que están viviendo los vecinos de la zona de Hipercor. De esta manera, el portavoz municipal de IU, Francisco Puentedura, exigió la distinción entre las metas a corto y largo plazo, además de proveer a las comisiones informativas de más formalidad en forma de actas, orden prefijado de los temas a tratar e intervenciones, algo que también reclamaron el resto de grupos de la oposición, ya que la reunión de ayer transcurrió en un ambiente de cierto caos sin correspondencia entre los tiempos de cada una de las personas que habló ni se sacaron conclusiones definitivas de cara a avanzar en dicho conflicto.
Desde Vamos Granada también se incidió en la necesidad de aplicar una metodología a la comisión del botellón y se manifestó el apoyo a las reivindicaciones de la Plataforma en Contra del Botellódromo, mientras que se puso el foco en los centros cívicos como los lugares a donde se podía trasladar parte del ocio juvenil. Por su parte, el portavoz municipal de Ciudadanos, Manuel Olivares, esgrimió que es necesario "atajar el problema de los vecinos afectados" y pidió la colaboración del Defensor del Ciudadano en el debate.
El socialista Paco Cuenca lamentó que mientras se buscan respuestas al botellón, la gente de Camino de Ronda continúa sufriendo los mismo problemas de los últimos nueve años.
Por otra parte, la iniciativa privada de trasladar el botellódromo a un recinto de ocio en unos terrenos colindantes a los de Puleva en el Camino de Purchil fue apoyada por varios representantes vecinales y expuesta por el empresario José Manuel Cañizares como la medida idónea para apartar el botellón de la ciudad. No obstante, esta propuesta fue desmontada por Puentedura, quien recordó que no tendría cabida en un territorio como la Vega protegido por el POTAUG de la Junta de Andalucía. Asimismo, otros inconvenientes que expuso son la lejanía con la ciudad, lo que implicaría más medidas de seguridad y de transporte público, algo realmente difícil de ejecutar. De la misma forma, se descartó la opción de crear dos fiestas con actividades alternativas al botellón que propusieron desde la Agrupación Centro de Cultura.
Comentarios
Publicar un comentario