MÁS DE 330 DENUNCIAS DE VECINOS CONTRA VECINOS POR IRREGULARIDADES URBANISTICAS.
GRANADA HOY
Los técnicos realizaron más de 6.000 inspecciones y se interpusieron sanciones por valor de 500.000 euros
Un vecino enojado al que le han quitado las vistas de casa se
convierte en el mejor inspector de urbanismo de la ciudad. Cerrar una
terraza, ampliar un porche o construir una chimenea sin la licencia
oportuna son obras que pueden pasar desapercibidas... salvo que haya un
vecino damnificado en unos cuantos metros a la redonda. El año pasado el
Ayuntamiento de Granada recibió 336 denuncias de vecinos en las que se
ponía en conocimiento de los técnicos la sospecha de una obra ilegal. La
labor de los vecinos es una pequeña gota en un mar de inspecciones,
sólo en 2015 se llevaron a cabo más de 6.000 inspecciones en la ciudad
con las que se controla que las licencias que se piden en el área se
corresponden con lo que finalmente está haciendo el propietario.
Desde el área de licencias del Ayuntamiento de Granada creen que el año 2012 marcó un antes y un después en la filosofía de las licencias en Granada. Fue aquel año cuando empezó a funcionar el sistema de declaraciones responsables que permiten que el propietario pueda comenzar una obra al día siguiente de presentar por escrito lo que quiere hacer. Es a posteriori cuando el técnico visitará la obra para comprobar que lo que el propietario ha dicho se corresponde con lo que ha hecho.
La mayoría de las obras menores (las típicas reformas en casa) solo requieren una actividad comunicada, mientras que las licencias previas han quedado relegadas a otro tipo de actuaciones de mayor envergadura: aquellas que cambian los parámetros urbanísticos básicos, por ejemplo obras que afectan a la altura o a la edificabilidad del edificio. En estos casos es necesario presentar un proyecto de obras.
La entrada en vigor de las comunicaciones previas y las declaraciones responsables han reducido considerablemente los tiempos a la hora de dar el visto bueno para empezar una obra. En muchos casos, pero no en todos. Hay que tener en cuenta las cautelas que requiere cualquier tipo de obra que se lleve a cabo en el centro de Granada. La capital cuenta con una casuística importante, y es que más de la mitad del suelo de Granada forma parte del conjunto histórico, y aquí no son suficientes las declaraciones responsables, algo que también ocurre en todos los entornos BIC, y son muchos. En estos casos los trámites se complican considerablemente, tanto que en el Albaicín es fácil que los propietarios vean pasar varios años, incluso un lustro, hasta que consiguen todos los permisos de municipales y de Cultura. "El conjunto histórico es la mitad de la ciudad, así que aunque hemos bajado bastante en el resto de la ciudad la concesión de licencias (unos 90 días) en el resto los tiempos todavía son largos", apuntan desde el área de licencias.
Desde el área de licencias del Ayuntamiento de Granada creen que el año 2012 marcó un antes y un después en la filosofía de las licencias en Granada. Fue aquel año cuando empezó a funcionar el sistema de declaraciones responsables que permiten que el propietario pueda comenzar una obra al día siguiente de presentar por escrito lo que quiere hacer. Es a posteriori cuando el técnico visitará la obra para comprobar que lo que el propietario ha dicho se corresponde con lo que ha hecho.
La mayoría de las obras menores (las típicas reformas en casa) solo requieren una actividad comunicada, mientras que las licencias previas han quedado relegadas a otro tipo de actuaciones de mayor envergadura: aquellas que cambian los parámetros urbanísticos básicos, por ejemplo obras que afectan a la altura o a la edificabilidad del edificio. En estos casos es necesario presentar un proyecto de obras.
La entrada en vigor de las comunicaciones previas y las declaraciones responsables han reducido considerablemente los tiempos a la hora de dar el visto bueno para empezar una obra. En muchos casos, pero no en todos. Hay que tener en cuenta las cautelas que requiere cualquier tipo de obra que se lleve a cabo en el centro de Granada. La capital cuenta con una casuística importante, y es que más de la mitad del suelo de Granada forma parte del conjunto histórico, y aquí no son suficientes las declaraciones responsables, algo que también ocurre en todos los entornos BIC, y son muchos. En estos casos los trámites se complican considerablemente, tanto que en el Albaicín es fácil que los propietarios vean pasar varios años, incluso un lustro, hasta que consiguen todos los permisos de municipales y de Cultura. "El conjunto histórico es la mitad de la ciudad, así que aunque hemos bajado bastante en el resto de la ciudad la concesión de licencias (unos 90 días) en el resto los tiempos todavía son largos", apuntan desde el área de licencias.
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