Las posturas entre la entidad rojiblanca y el zaguero del Werder Bremen están muy cercanas. Si convence al club alemán de su salida, será el primero en llegar.
Busca el Granada CF un nexo de 'tintes granadinos' para su nueva directiva y el primer 'compatriota' de la Alhambra que aterrice tras Jiang Lizhang en el club puede ser un futbolista. El atarfeño Álex Gálvez está muy cerca de convertirse en el primer fichaje de la recién estrenada dirección de la escuadra de Los Cármenes. El zaguero está loco por la música. Entidad rojiblanca y jugador contactaron hace semanas por primera vez y la predisposición por ambas partes para cerrar el acuerdo es total. Fuentes cercanas a los diálogos aseguraron ayer que los principales escollos para que la operación aún no esté cerrada son la falta de asentamiento de la nueva propiedad al timón de la nave granadinista y una negociación con el Werder Bremen -equipo que cuenta con los derechos federativos del defensor todavía por un curso más- que aún no está sellada.
En el entorno de Gálvez, empero, son optimistas con que el deseo del futbolista pueda hacerse real. Anhela jugar en el Granada CF y hacerlo a las órdenes de Paco Jémez, que será el técnico filipino oficialmente en los próximos días o, incluso, horas. Con el preparador canario, el granadino destacó en el Rayo Vallecano, lo que hizo que el cuadro de la Bundesliga donde actualmente milita apostase fuerte por él. Ahora, el ex del Real Sporting de Gijón ha decidido que es el momento de dejar el noroeste de Alemania para retornar a su casa. Y hace todo lo posible por lograrlo.
La situación puede desbloquearse en los próximos días ya que Álex Gálvez presiona para que los de verde y blanco accedan a su petición. Lleva un tiempo de descanso en la ciudad -y aplicado en la organización de su campus de fútbol- y no puede esconder su ilusión por recalar en el proyecto capitaneado deportivamente por Pere Guardiola ante las preguntas de todo el que se cruza con él. Si nada se tuerce, se convertirá en la primera llegada del nuevo máximo accionista rojiblanco. Los acontecimientos pueden acelerarse, además, una vez que Quique Pina se desvincule totalmente del club, cuando la transición haya finalizado de forma completa en las oficinas granadinistas. Algo que se espera no se alargue en el tiempo.
Pero no sólo con palabras demuestra Gálvez su intención. También con hechos, No en vano, el zaguero ha rechazado ofertas de renovación del Werder Bremen, ya con la mente puesta en la vuelta a su tierra. Es su afán, y no lo esconde. Más precavido se muestra su agente, con la discreción propia de su gremio, que no quiso dar por hecha una firma que está próxima si no hay cambio drástico de acontecimientos. El central volvería a vestir una camiseta que ya se enfundó siendo un niño en las categorías inferiores de la entidad.
Con 27 años y casi 1'90 metros de altura, Gálvez ha sido un auténtico trotamundos del fútbol. Además del Granada CF, ha defendido como canterano los colores del Albacete y del mencionado Sporting, antes de debutar con el primer equipo de los asturianos y de recalar en Vallecas. En Alemania ha cumplido dos campañas y, pese a que firmó por tres, ha decidido dar por finalizada su etapa allí. Un futbolista muy del gusto del que será nuevo míster de los de franjas horizontales, que ya le convirtió en su baluarte en su etapa común en la capital de España. Ambas partes en los tratos confían en que la desvinculación del jugador de su club actual no sea problemática, siempre y cuando el Granada CF acceda a desembolsar alguna cantidad de dinero.
En las últimas horas de ayer, igualmente, se destapó el interés del Real Betis en hacerse con los servicios del de Atarfe, algo que pudo corroborar este diario. No obstante, mucho tendría que cambiar el parecer del nieto del expresidente granadinista Jimena para que cambiase el Benito Villamarín por Los Cármenes. En el fútbol no hay nada escrito y hasta no estampar la rúbrica en el contrato todo puede variar, pero el aterrizaje de Gálvez a las órdenes del cuerpo técnico rojiblanco parece será una realidad dentro de muy poco.
En el entorno de Gálvez, empero, son optimistas con que el deseo del futbolista pueda hacerse real. Anhela jugar en el Granada CF y hacerlo a las órdenes de Paco Jémez, que será el técnico filipino oficialmente en los próximos días o, incluso, horas. Con el preparador canario, el granadino destacó en el Rayo Vallecano, lo que hizo que el cuadro de la Bundesliga donde actualmente milita apostase fuerte por él. Ahora, el ex del Real Sporting de Gijón ha decidido que es el momento de dejar el noroeste de Alemania para retornar a su casa. Y hace todo lo posible por lograrlo.
La situación puede desbloquearse en los próximos días ya que Álex Gálvez presiona para que los de verde y blanco accedan a su petición. Lleva un tiempo de descanso en la ciudad -y aplicado en la organización de su campus de fútbol- y no puede esconder su ilusión por recalar en el proyecto capitaneado deportivamente por Pere Guardiola ante las preguntas de todo el que se cruza con él. Si nada se tuerce, se convertirá en la primera llegada del nuevo máximo accionista rojiblanco. Los acontecimientos pueden acelerarse, además, una vez que Quique Pina se desvincule totalmente del club, cuando la transición haya finalizado de forma completa en las oficinas granadinistas. Algo que se espera no se alargue en el tiempo.
Pero no sólo con palabras demuestra Gálvez su intención. También con hechos, No en vano, el zaguero ha rechazado ofertas de renovación del Werder Bremen, ya con la mente puesta en la vuelta a su tierra. Es su afán, y no lo esconde. Más precavido se muestra su agente, con la discreción propia de su gremio, que no quiso dar por hecha una firma que está próxima si no hay cambio drástico de acontecimientos. El central volvería a vestir una camiseta que ya se enfundó siendo un niño en las categorías inferiores de la entidad.
Con 27 años y casi 1'90 metros de altura, Gálvez ha sido un auténtico trotamundos del fútbol. Además del Granada CF, ha defendido como canterano los colores del Albacete y del mencionado Sporting, antes de debutar con el primer equipo de los asturianos y de recalar en Vallecas. En Alemania ha cumplido dos campañas y, pese a que firmó por tres, ha decidido dar por finalizada su etapa allí. Un futbolista muy del gusto del que será nuevo míster de los de franjas horizontales, que ya le convirtió en su baluarte en su etapa común en la capital de España. Ambas partes en los tratos confían en que la desvinculación del jugador de su club actual no sea problemática, siempre y cuando el Granada CF acceda a desembolsar alguna cantidad de dinero.
En las últimas horas de ayer, igualmente, se destapó el interés del Real Betis en hacerse con los servicios del de Atarfe, algo que pudo corroborar este diario. No obstante, mucho tendría que cambiar el parecer del nieto del expresidente granadinista Jimena para que cambiase el Benito Villamarín por Los Cármenes. En el fútbol no hay nada escrito y hasta no estampar la rúbrica en el contrato todo puede variar, pero el aterrizaje de Gálvez a las órdenes del cuerpo técnico rojiblanco parece será una realidad dentro de muy poco.
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