LA COMUNIDAD SORDA BUSCA TECHO IDEAL.ES
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Asogra tiene que abandonar su sede en el Realejo «por problemas en el edificio»
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El Ayuntamiento firma un decreto de urgencia para buscar un nuevo local para la Agrupación de Personas Sordas de Granada y Provincia
La sorpresa para los miembros de la comunidad sorda
granadina fue mayúscula porque, a simple vista, el inmueble no cuenta
con los problemas que le achacan y, de hecho, hace poco invirtieron
parte de sus fondos en renovar los baños de las instalaciones sin
problema técnico alguno.
Pero la realidad es que la comunidad de religiosas les había
comunicado que en el momento que la última monja saliera del edificio
-tan sólo quedan 4 de las 14 que había- tendrían que abandonar el local.
Y ayer, según Asogra, era la última noche que pasaban en el inmueble.
Con el tiempo en contra, el Ayuntamiento firmó un decreto de urgencia para intentar ubicar a la asociación en un nuevo espacio. La concejala de Derechos Sociales, Jemi Sánchez, explicó que la idea es, al menos de una manera temporal, encontrarles una sede «donde dejar todas sus cosas y puedan seguir con su trabajo». No es tarea fácil porque Asogra tiene que trasladar 50 años de vida que tienen almacenados en casi 400 cajas.
En un primer momento, el Ayuntamiento les ofreció uno de los inmuebles que tiene disponible en la calle San Matías pero resultó ser demasiado pequeño para albergar todo lo que tienen acumulado y poder desarrollar su trabajo. Encontrar una sede acorde a sus necesidades no será fácil, explica la edil de Derechos Sociales, que añade que en esta 'búsqueda in extremis' están trabajando hasta tres áreas. «Conocemos su trayectoria y el Ayuntamiento va a colaborar con ellos en todo lo que pueda. Su labor con la comunidad sorda es encomiable», subraya Sánchez.
Por todo lo vivido, ayer, la presidenta de la agrupación, Guadalupe Cuerva no podía ocultar su emoción cuando acumulaba cajas en la sede. «Aunque no tengamos un local específico por el momento, Asogra va a seguir trabajando», sostienen. Con sus servicios, entre los que se encuentra uno vital como el de la interpretación, ayudan a cientos de personas en su día a día. «Desde ir a un registro, cuestiones médicas, aspectos bancarios... el trabajo que hacemos para la comunidad sorda granadina no se puede parar y no se parará», explica una de sus intérpretes.
La asociación asegura que sus situación económica no le permite alquilar ni comprar inmueble alguno, por eso, confía que el Ayuntamiento pueda encontrar una salida al problema de todo un colectivo.
Medidas urgentes
Con el tiempo en contra, el Ayuntamiento firmó un decreto de urgencia para intentar ubicar a la asociación en un nuevo espacio. La concejala de Derechos Sociales, Jemi Sánchez, explicó que la idea es, al menos de una manera temporal, encontrarles una sede «donde dejar todas sus cosas y puedan seguir con su trabajo». No es tarea fácil porque Asogra tiene que trasladar 50 años de vida que tienen almacenados en casi 400 cajas.
En un primer momento, el Ayuntamiento les ofreció uno de los inmuebles que tiene disponible en la calle San Matías pero resultó ser demasiado pequeño para albergar todo lo que tienen acumulado y poder desarrollar su trabajo. Encontrar una sede acorde a sus necesidades no será fácil, explica la edil de Derechos Sociales, que añade que en esta 'búsqueda in extremis' están trabajando hasta tres áreas. «Conocemos su trayectoria y el Ayuntamiento va a colaborar con ellos en todo lo que pueda. Su labor con la comunidad sorda es encomiable», subraya Sánchez.
Apoyo a 4.000 personas
La Agrupación de Personas Sordas de Granada y Provincia
abrió sus puertas en abril de 1966. Desde entonces, sus instalaciones
han sido el centro de una comunidad que «tiene que adaptarse a una
sociedad actual pero que también vive una sociedad paralela con sus
actividades propias, sus programas y reuniones», explican desde la
agrupación. La casa de Asogra se ha convertido en el epicentro que
aglutina a cinco asociaciones de personas sordas específicas (la de
mujeres, deportes, juventud, senderismo y mayores) y en un motor que
atiende a 4.000 personas de toda Granada.Por todo lo vivido, ayer, la presidenta de la agrupación, Guadalupe Cuerva no podía ocultar su emoción cuando acumulaba cajas en la sede. «Aunque no tengamos un local específico por el momento, Asogra va a seguir trabajando», sostienen. Con sus servicios, entre los que se encuentra uno vital como el de la interpretación, ayudan a cientos de personas en su día a día. «Desde ir a un registro, cuestiones médicas, aspectos bancarios... el trabajo que hacemos para la comunidad sorda granadina no se puede parar y no se parará», explica una de sus intérpretes.
La asociación asegura que sus situación económica no le permite alquilar ni comprar inmueble alguno, por eso, confía que el Ayuntamiento pueda encontrar una salida al problema de todo un colectivo.
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