EL CASTIGO DE MALTRATAR OVEJAS IDEAL.ES
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Australia sienta un precedente contra el maltrato a los animales al procesar a unos esquiladores por «crueldad injustificada»
El operario procesado, vecino de Lucindale, en el suroeste
del país, reconoció la semana pasada los hechos y aceptó una sanción que
le impide volver a trabajar con ovejas durante dos años y le obliga a
abonar una indemnización de 500 dólares a la Royal Society for the
Prevention of Cruelty to Animals, una fundación contra el maltrato a las
bestias. El juez de la Corte de Horsham, la ciudad donde se tramitó la
denuncia, justificó la supuesta benevolencia de la multa recordando que
el procesado carecía de antecedentes, se había arrepentido y estaba
dispuesto a colaborar para que mejorase el trato al ganado en su
trabajo. «Hago notar –precisó el magistrado– que el pago de 500 dólares
equivale a la sanción que se le habría impuesto por agredir por primera
vez a una persona».
El esquilador que ha aceptado los cargos no va a ser el único procesado. El fiscal que actuó contra él ya ha anunciado que al menos otros cinco de sus compañeros tendrán que pasar por el Juzgado de Horsham para enfrentarse a las mismas acusaciones. Todos ellos son identificables en los vídeos de PETAque les muestran golpeando a ovejas. Los voluntarios de la fundación grabaron las imágenes en pabellones repartidos en los estados de Victoria, Nueva Gales del Sur y Australia Meridional. Muchos de los que aparecen maltratando al ganado han sido apercibidos mediante cartas por el departamento de Agricultura. La Justicia ha actuado en los seis casos en los que la conducta de los operarios era especialmente cruel.
PETA, que hizo públicos los vídeos dentro de una campaña
contra el uso de la lana, se ha felicitado de la actuación de los
tribunales. Mimi Bekhechi, una de las responsables de la asociación, ha
declarado que significa «una advertencia dirigida a todos los
esquiladores, porque a partir de ahora saben que si maltratan a las
ovejas o permiten que sus compañeros lo hagan se tendrán que enfrentar a
un proceso judicial». Australia es el principal productor de lana del
mundo y la iniciativa ha causado cierta inquietud en el sector. El
presidente de la Asociación de Productores de Lana, Richard Halliday,
aplaudió la actuación judicial: «Se ha demostrado que hay que cumplir
las reglas del juego, es una buena noticia para todos los que creemos
que no hay que maltratar a los animales».
En Australia los esquiladores cobran por volumen de lana cortada. En España, en cambio, se paga por cabeza esquilada: el precio suele oscilar entre 0,75 céntimos y 1,30 euros por oveja. «Es más razonable hacerlo así porque si trabajas a peso terminas forzando la máquina y ya se sabe que cuando se corre mucho las cosas no suelen salir bien», sentencia el esquilador polaco.
El esquilador que ha aceptado los cargos no va a ser el único procesado. El fiscal que actuó contra él ya ha anunciado que al menos otros cinco de sus compañeros tendrán que pasar por el Juzgado de Horsham para enfrentarse a las mismas acusaciones. Todos ellos son identificables en los vídeos de PETAque les muestran golpeando a ovejas. Los voluntarios de la fundación grabaron las imágenes en pabellones repartidos en los estados de Victoria, Nueva Gales del Sur y Australia Meridional. Muchos de los que aparecen maltratando al ganado han sido apercibidos mediante cartas por el departamento de Agricultura. La Justicia ha actuado en los seis casos en los que la conducta de los operarios era especialmente cruel.
Abuso de alcohol
El de esquilador es un oficio en trance de extinción en
España, donde casi todo el ganado ovino pasa por las manos de cuadrillas
de polacos que se desplazan a la península con la llegada de la
primavera. «Todo el que se dedica a esto –indica uno de esos
esquiladores– sabe que maltratar a la oveja es perjudicial: no solo hará
que la tarea sea más difícil porque estará más nerviosa, sino que
perderá la confianza del dueño del rebaño porque el animal estará varios
días sin dar leche». El esquilador, que prefiere no dar su nombre, cree
que lo ocurrido en Australia podría tener que ver con el abuso del
alcohol o las drogas durante el trabajo. «Son jornadas agotadoras en las
que se opera a destajo, se pasa mucho calor y algunos suelen beber más
de lo que les conviene; el alcohol entorpece los movimientos y nubla la
cabeza».En Australia los esquiladores cobran por volumen de lana cortada. En España, en cambio, se paga por cabeza esquilada: el precio suele oscilar entre 0,75 céntimos y 1,30 euros por oveja. «Es más razonable hacerlo así porque si trabajas a peso terminas forzando la máquina y ya se sabe que cuando se corre mucho las cosas no suelen salir bien», sentencia el esquilador polaco.
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