EL MOSQUITO TIGRE COLONIZA LA COSTA DEL SOL MALAGA HOY
-
El último muestreo que se llevó a cabo el año pasado constata la presencia del insecto ya en doce municipios de la provincia
El
mosquito tigre sigue su imparable colonización de la costa malagueña.
Ya hay 12 municipios donde está constatada la presencia del temido
insecto que empezó su andadura en Cataluña en 2004 y que ha ido ganando
terreno a su paso por todo el levante español hasta llegar a Algeciras
(Cádiz) siguiendo fundamentalmente la ruta del tráfico de mercancías. El
Aedes albopictus campa ya a sus anchas en la mayor parte del
litoral de la provincia de Málaga después de que su presencia fuera
constatada científicamente por primera vez en Alhaurín de la Torre en
2014.
Era cuestión de tiempo que se extendiera por los
alrededores como así ha ocurrido y el último muestreo realizado por los
investigadores del departamento de Patología Animal de la Facultad de
Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con el
Instituto de Salud Carlos III y otras instituciones durante el año
pasado, así lo constata.
La presencia del insecto en Alhaurín de la Torre,
Benalmádena, Estepona, Fuengirola, Málaga, Marbella, Mijas, Nerja,
Rincón de la Victoria y Torremolinos volvió a confirmarse durante el
muestreo realizado el año pasado, mientras que al listado de municipios
colonizados en la provincia por el mosquito tigre se incorporan ahora
Vélez-Málaga y Manilva que hasta ese momento había dado negativo en las
muestras realizadas.
Casares, Algarrobo y Torrox, en cambio, se mantienen
aún libres del mosquito, al menos, según las primeras conclusiones del
estudio llevado a cabo dentro del plan de vigilancia que el Ministerio
de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad puso en marcha en 2008 para
controlar la expansión de este insecto, especialmente en todo el levante
español, y que ha habido que ir ampliando desde entonces debido a que
su rápida dispersión ha hecho que haya colonizado ya parte de Andalucía.
La última campaña de muestreo se realizó entre
finales de verano y principios de otoño mediante la colocación de
trampas en los municipios objeto del estudio. Todas se instalaron en
agosto para poder empezar a tener muestras en septiembre y octubre, la
época de mayor actividad del mosquito tigre. La metodología seguida ha
sido la misma de años anteriores en los que se elegían los lugares de
muestreo en función de la localización de ciertos municipios con
respecto a las vías de comunicación, por lo que se colocaron trampas
siguiendo carreteras principales como la autopista A-7 y algunas
carreteras secundarias cercanas a ésta.
El estudio -llamado de Vigilancia entomológica en
aeropuertos y puertos frente a vectores importados de enfermedades
infecciosas exóticas y vigilancia de potenciales vectores autóctonos de
dichas enfermedades- se intensificó en la última campaña en Andalucía,
donde se volvieron a muestrear de nuevo todos los puntos de años
anteriores para determinar exactamente las zonas de dispersión. Y
efectivamente se han incorporado dos nuevos municipios que hasta el año
pasado habían estado libres de la presencia del insecto.
Ya en la campaña de 2015, después de que el año
anterior se corroborara por primera vez en Alhaurín de la Torre que el
mosquito había recalado ya en Andalucía, se tomaron muestras en 50
nuevos municipios con respecto al año anterior en la comunidad y en 16
de ellos pertenecientes a las provincias de Almería, Granada, Málaga y
Cádiz se detectaron por primera vez huevos del mosquito. De hecho, la
mayoría de los nuevos positivos se concentraron en la provincia de
Málaga.
Se sabe que el insecto llegó a España en 2004 desde
Italia a través de camiones de transporte de neumáticos. Tras su primer
hallazgo en Cataluña, se fue desplazando por toda la zona de Levante y
Murcia debido a la facilidad de movilidad que encontró en el tráfico
terrestre. El desplazamiento de la especie hacia Andalucía también
parece haber sido principalmente pasiva o mediada por el ser humano
mediante la entrada de adultos en vehículos o el transporte de sus
huevos, larvas o pupas en mercancías.
Falsa alarma en la desembocadura del Guadalhorce
A finales de 2015 y durante el verano pasado, todas
las miradas se centraron en el entorno de la desembocadura del río
Guadalhorce de la capital ante las numerosas quejas de los vecinos de la
zona por la presencia masiva de mosquitos. Las primeras sospechas
hicieron pensar que se trataba del tigre, pero el departamento de
Zoología y Antropología Física de la Universidad de Murcia al que la
empresa a la que el Ayuntamiento le tiene adjudicado el control de
plagas de la ciudad, Athisa, le había remitido las muestras tomadas en
la zona determinaron que no. Los resultados concluyeron se trataba de
las especies Ochlerotatus caspius y Ochlerotatus detritus, típicas en las áreas mediterráneas.
Comentarios
Publicar un comentario