GRANADA HOY
LAS URGENCIAS EN NUESTRA GRANADA
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Todo esto ha contribuido en un deterioro en la asistencia al enfermo
Hace
ya más de 6 meses que comenzó en esta ciudad una nueva andadura para
todos los que vivimos en ella y su provincia: una reorganización
sanitaria que la Administración auguraba como lo mejor que podía
ocurrirle a la sanidad de Granada. Hubo opiniones en contra (98%) por
parte de los profesionales desde el principio, a las que no se prestó
oído. Y así se llevó a cabo un proyecto diseñado por unos pocos sin
contar con los que debíamos ponerlo en marcha y sacarlo adelante. Como
no podía ser de otra forma, las urgencias hospitalarias se han visto muy
afectadas. Lo que sus profesionales veíamos como evidente, ha sucedido.
De la noche a la mañana, nunca mejor dicho, empezamos a trabajar unos
equipos (urgencias del Clínico) con otros (urgencias de Trauma o Ruiz de
Alda), sin toma de contacto previo, sin protocolos de trabajo conjunto
preestablecido, en pleno verano con parte de la plantilla de vacaciones
no sustituida al 100%, y sin tan siquiera conocer (en el caso del PTS)
con anterioridad, el espacio físico en el que atenderíamos a los
pacientes.
En esas condiciones nos vimos obligados a trabajar con
los enfermos, en un esfuerzo titánico para que todos esos problemas con
los que lidiábamos a diario no les pasaran factura. A pesar de nuestra
buena voluntad no hemos podido evitar que sufran las consecuencias de
este desaguisado, y es que además: las urgencias de Ruiz de Alda y PTS,
no son finalistas.
Es decir, no tenemos los especialistas básicos ni los
recursos (técnicos, camas,..) que estos precisan y que tiene cualquier
hospital general, por lo que, ante nuestra impotencia, los enfermos (en
las fases más agudas de su enfermedad) se trasladan en ambulancia arriba
y abajo por la autovía en busca del especialista que necesitan y/o de
la cama para ser ingresados.
En concreto, en hospital del PTS no disponemos de
cardiólogos, digestivos, neumólogos, nefrólogos, ginecólogos, pediatras,
oncólogos, unidad de paliativos, y la representación de urólogos y
cirujanos es simbólica, ya que no pueden abordar cualquier patología que
se presente. Por esta razón es imposible dar respuesta completa a los
pacientes urgentes con enfermedades de estas especialidades y nos vemos
obligados a derivarlos, tras estabilización, al Ruiz de Alda. A todos
los problemas previos se ha sumado en el PTS una reducción de plantilla
de trabajadores y una disminución de los medios estructurales (menor
número de consultas) y técnicos (menos TAC, ECO y RMN) con respecto a
los que había entre H. Clínico y H. de Traumatología antes de la fusión.
Por el contrario, en Ruiz de Alda no disponemos de
traumatólogos, neurólogos, oftalmólogos, otorrinos, vasculares,
dermatólogos y la centralización de la atención urgente en ese hospital
de todas las patologías médicas que antes estaban repartidas en dos
urgencias nos ha desbordado, por ser insuficientes los medios técnicos,
el espacio físico y los profesionales para atender a dicho incremento de
pacientes. Además la falta de camas está dilatando los ingresos, a
veces hasta 72 horas o más, lo que bloquea las urgencias y obliga en
otros casos al ingreso "in extremis" en H. Clínico (que aún no se ha
podido cerrar y subsiste en situación denigrante).
Todo esto ha contribuido al deterioro en la
asistencia al enfermo con una mayor demora en la misma, y un peligroso
riesgo de retraso en los diagnósticos e inicio de tratamientos adecuados
y aumento en las complicaciones, así como un empeoramiento en las
condiciones de trabajo de los profesionales (de urgencias y de otras
especialidades), que también acaba redundando negativamente en el
paciente.
Y, por último, este modelo sanitario impuesto lleva
implícito, sin duda, una deshumanización en la atención a los enfermos,
que no son números ni enfermedades aisladas. Por eso, los profesionales
somos defensores de los pacientes como un todo y necesitamos para
garantizar su mejor atención (segura, integral y digna) del trabajo en
equipo con el resto de las especialidades y de una dotación de plantilla
adecuada a las necesidades ya que la actual es, a todas luces,
insuficiente.
Por supuesto, como no podía ser de otra forma, de
todas estas situaciones es conocedora la Jefatura de Sección de
Urgencias de PTS y Caleta y la Dirección Gerencia del Complejo
Hospitalario.
Los profesionales de las urgencias hospitalarias de
Granada nos preguntamos si este modelo sanitario impuesto se corresponde
con el concepto de la medicina y de la atención al enfermo que dicha
Dirección-Gerencia y la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía
pretende primar en adelante. No parece, a la vista de las sucesivas
manifestaciones de la población, que los ciudadanos de Granada compartan
esa visión. Los profesionales, desde luego, no estamos de acuerdo y
queremos 2 hospitales completos con Cartera de Servicios diferenciadas y
Urgencias Finalistas en cada uno de ellos y entendiendo por completos
que cuenten, al menos, con la misma cartera de servicios que había en
cada hospital antes de la Reordenación Sanitaria.
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