Una de las primeras actuaciones de Medio Ambiente será reelaborar este documento diseñado dentro del plan Agenda Local 21
El mapa de ruidos elaborado dentro de la Agenda Local 21 está
obsoleto. Las últimas redistribuciones del tráfico realizadas en la
capital, como la puesta en marcha de la Línea de Alta Capacidad o la
restricción de la velocidad en algunas calles a 30 kilómetros por hora
han provocado que el ruido haya cambiado. Pese a esa modificación, el
Ayuntamiento de Granada descartó en los últimos años reelaborar este
costoso documento que recoge el ruido que soportan los granadinos en la
capital. ¿El motivo? Las obras del Metro provocaban que los decibelios
cambiasen según las horas, los días y el avance de las obras, haciendo
que este importante estudio perdiese validez. De ahí que durante los
últimos años, haya estado en stand by.
Sin embargo, según detalló ayer la nueva concejal de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Granada, Telesfora Ruiz, la actualización del mapa de ruidos será una realidad antes de que finalice el año. Según explicó la concejal, anteriormente encargada del área de Movilidad, es una de las principales tareas que se les han encomendado al área junto con un plan de intervención en la calidad del aire que tendrán que hacer los ayuntamientos aunque la competencia general sea de la Junta de Andalucía. Según destacó la edil, son dos planes que tienen que hacer a corto plazo y que tienen que estar listos antes de que finalice el año.
El mapa de ruidos fue presentado por primera vez en Granada en el año 2008. Sin embargo, no fue hasta 2010 cuando el Ayuntamiento diseñó un plan de choque contra el ruido para aplicar en los cuatro años siguientes. El objetivo era que los niveles no superasen durante el día los 65 decibelios y los 55 por la noche.
La peatonalización de las calles, la transformación del transporte público o las restricciones del tráfico son algunas de las medidas que se acordaron que suman un total de 26 actuaciones y que en los últimos años se han llevado a cabo en la medida de lo posible dando los primeros resultados. Según detalló el profesor de Física Aplicada de la UGR y responsable de Agenda Local 21, Jerónimo Vida, en los últimos años se ha conseguido reducir un decibelio de ruido en Gran Vía. Lo que habrá que analizar minuciosamente es cómo ha variado, por ejemplo, la llegada de la Línea de Alta Capacidad, el ruido en la capital. Mientras que en calles como Gran Vía, los vecinos se mostraron satisfechos con la sustitución de las quince líneas de autobús que recorrían las calles, por una única, otros han sufrido el traslado de las líneas de barrio a su propia puerta. Ese es el caso de los vecinos que residen en el Violón o en la calle Rector Marín Ocete que han denunciado un aumento del ruido como consecuencia de la redistribución.
Sin embargo, según detalló ayer la nueva concejal de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Granada, Telesfora Ruiz, la actualización del mapa de ruidos será una realidad antes de que finalice el año. Según explicó la concejal, anteriormente encargada del área de Movilidad, es una de las principales tareas que se les han encomendado al área junto con un plan de intervención en la calidad del aire que tendrán que hacer los ayuntamientos aunque la competencia general sea de la Junta de Andalucía. Según destacó la edil, son dos planes que tienen que hacer a corto plazo y que tienen que estar listos antes de que finalice el año.
El mapa de ruidos fue presentado por primera vez en Granada en el año 2008. Sin embargo, no fue hasta 2010 cuando el Ayuntamiento diseñó un plan de choque contra el ruido para aplicar en los cuatro años siguientes. El objetivo era que los niveles no superasen durante el día los 65 decibelios y los 55 por la noche.
La peatonalización de las calles, la transformación del transporte público o las restricciones del tráfico son algunas de las medidas que se acordaron que suman un total de 26 actuaciones y que en los últimos años se han llevado a cabo en la medida de lo posible dando los primeros resultados. Según detalló el profesor de Física Aplicada de la UGR y responsable de Agenda Local 21, Jerónimo Vida, en los últimos años se ha conseguido reducir un decibelio de ruido en Gran Vía. Lo que habrá que analizar minuciosamente es cómo ha variado, por ejemplo, la llegada de la Línea de Alta Capacidad, el ruido en la capital. Mientras que en calles como Gran Vía, los vecinos se mostraron satisfechos con la sustitución de las quince líneas de autobús que recorrían las calles, por una única, otros han sufrido el traslado de las líneas de barrio a su propia puerta. Ese es el caso de los vecinos que residen en el Violón o en la calle Rector Marín Ocete que han denunciado un aumento del ruido como consecuencia de la redistribución.
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