LA SEGUNDA VIDA DE LOS DERECHOS DE MEDIAPRO TELEVISIÓN
La productora catalana contará en 2016 con la Champions y la Liga, salvo el 'partidazo' de Movistar
La productora de Jaume Roures lleva aún a sus espaldas las
secuelas de la guerra del fútbol con Grupo Prisa y ahora se las ve en
las negociaciones con la actual propietaria de Canal +, Movistar +, es
decir, Telefónica. Aquellas guerras por los derechos han dado paso a un
nuevo panorama tras la crisis en lo que se contempla como un período de
recuperación, de gran expansión, en la televisión de pago y en la
explotación del fútbol de primer nivel.
Mediapro se ha hecho con los derechos de la Liga para las tres temporadas siguientes, a razón de 635 millones de euros al año, mientras que Movistar se reserva el "partidazo", el encuentro más llamativo de la jornada en Primera y en Segunda, parquete por el que va a pagar 250 millones al año. El calendario se completa con un partido en abierto, de rango menor en cuanto interés (se excluyen los participantes que jueguen en Europa) que presumiblemente seguirá en manos de TVE. Vodafon y Orange anunciaban ayer una UTE para explotar los derechos en los canales destinados a bares.
La comercializadora de Roures contará con la Liga y también con la Champions, como disfruta ya esta temporada, con su productora on line Total Channel como principal ventana. Aunque así se ha rubricado con la Liga de Fútbol Profesional, todo quedará pendiente de posteriores negociaciones entre todos estos operadores. Movistar, por orden de Competencia, ha de repartir sus abundantes y atractivos derechos audiovisuales.
Mediapro es una empresa muy catalana pero desde el primer momento, hace ya 21 años, nació con perspectiva mundial, con la rentabilización de una liga española que aún puede dar mucho de sí en los espectadores repartidos por los cinco continentes.
En esta nueva etapa Mediapro ha reafirmado sus lazos con la multinacional qatarí Al Jazeera con quien ha ido de la mano para la creación de la franquicia Bein Sports. En el caso de España el canal futbolístico arrancaba este verano, como relevo del desaparecido Gol TV (su licencia estaba en manos de Atresmedia tras la compra de La Sexta), y en principio Bein funciona en la plataforma on line Total Channel y en los servidios de varios operadores de telefonía. Con Movistar se frustró la negociación para ofrecer la Champions aunque de cara a la nueva temporada todo estaría por escribirse entre ambas partes.
Roures ha insistido en que su colaboración con Al Jazeera se irá fortaleciendo, lo que no se traduciría en una futura compra, que queda descartada. Mediapro está tanteando su futuro, reinventándose a medias al compás de tiempos veloces, pero sin virajes bruscos. Los principales ingresos de la compañía se encuentran en la explotación internacional de la Liga, unos ingresos estratégicos por todas las partes interesadas (anualmente se abonan a los clubes profesionales unos 628 millones de euros), que tienen un recorrido halagüeño ante una recuperación económica.
Las criaturas en las que Mediapro tenía todas sus esperanzas, La Sexta y Gol Televisión, se desangraron en plena crisis. La cadena generalista, cuyos ingresos estaban sostenidos principalmente por las aportaciones de Televisa, fue vendida en 2011, y el canal de pago en la TDT llegó a tener millón y medio de abonados pero en su última temporada, la pasada, habían menguado dramáticamente hasta poco más de 220.000 clientes.
El fútbol sigue siendo una máquina de hacer mucho dinero y Mediapro sigue erigiéndose como la empresa más firme para administrar ese tesoro. Un filón del que está interesado medio planeta y ahí radica el plan de futuro.
Mediapro se ha hecho con los derechos de la Liga para las tres temporadas siguientes, a razón de 635 millones de euros al año, mientras que Movistar se reserva el "partidazo", el encuentro más llamativo de la jornada en Primera y en Segunda, parquete por el que va a pagar 250 millones al año. El calendario se completa con un partido en abierto, de rango menor en cuanto interés (se excluyen los participantes que jueguen en Europa) que presumiblemente seguirá en manos de TVE. Vodafon y Orange anunciaban ayer una UTE para explotar los derechos en los canales destinados a bares.
La comercializadora de Roures contará con la Liga y también con la Champions, como disfruta ya esta temporada, con su productora on line Total Channel como principal ventana. Aunque así se ha rubricado con la Liga de Fútbol Profesional, todo quedará pendiente de posteriores negociaciones entre todos estos operadores. Movistar, por orden de Competencia, ha de repartir sus abundantes y atractivos derechos audiovisuales.
Mediapro es una empresa muy catalana pero desde el primer momento, hace ya 21 años, nació con perspectiva mundial, con la rentabilización de una liga española que aún puede dar mucho de sí en los espectadores repartidos por los cinco continentes.
En esta nueva etapa Mediapro ha reafirmado sus lazos con la multinacional qatarí Al Jazeera con quien ha ido de la mano para la creación de la franquicia Bein Sports. En el caso de España el canal futbolístico arrancaba este verano, como relevo del desaparecido Gol TV (su licencia estaba en manos de Atresmedia tras la compra de La Sexta), y en principio Bein funciona en la plataforma on line Total Channel y en los servidios de varios operadores de telefonía. Con Movistar se frustró la negociación para ofrecer la Champions aunque de cara a la nueva temporada todo estaría por escribirse entre ambas partes.
Roures ha insistido en que su colaboración con Al Jazeera se irá fortaleciendo, lo que no se traduciría en una futura compra, que queda descartada. Mediapro está tanteando su futuro, reinventándose a medias al compás de tiempos veloces, pero sin virajes bruscos. Los principales ingresos de la compañía se encuentran en la explotación internacional de la Liga, unos ingresos estratégicos por todas las partes interesadas (anualmente se abonan a los clubes profesionales unos 628 millones de euros), que tienen un recorrido halagüeño ante una recuperación económica.
Las criaturas en las que Mediapro tenía todas sus esperanzas, La Sexta y Gol Televisión, se desangraron en plena crisis. La cadena generalista, cuyos ingresos estaban sostenidos principalmente por las aportaciones de Televisa, fue vendida en 2011, y el canal de pago en la TDT llegó a tener millón y medio de abonados pero en su última temporada, la pasada, habían menguado dramáticamente hasta poco más de 220.000 clientes.
El fútbol sigue siendo una máquina de hacer mucho dinero y Mediapro sigue erigiéndose como la empresa más firme para administrar ese tesoro. Un filón del que está interesado medio planeta y ahí radica el plan de futuro.
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