El AMPA alerta de que el centro tiene que
abonar el gasoil con otras partidas Piden a la Junta que exija al
Ayuntamiento de Ogíjares que cumpla sus obligaciones
Eva Vílchez, presidenta de la Asociación de Madres y Padres del Jean Piaget, reconoce que en el centro "tenemos muchas carencias", que ya han puesto en conocimiento del delegado de Educación y que próximamente también pedirán ayuda al Defensor del Pueblo Andaluz, con quien ya se entrevistaron a finales del mes pasado. Una de las carencias que destaca Vílchez tiene que ver con los gastos de funcionamiento, entre ellos el de gasoil, que el Ayuntamiento de Ogíjares cubre "sólo en una parte".
Además, los padres insisten en que el colegio tiene que asumir como propios gastos que según la norma le corresponden al Ayuntamiento de Ogíjares. Así, piden a la Junta a que "inste" al Consistorio metropolitano a adecuar los accesos al colegio, retire la basura, pode los árboles o señalice la zona, entre otras demandas que corresponderían al municipio. "Lo único que aportan es el gasto en calefacción, y sólo en una parte", explica Vílchez. La normativa establece que son los ayuntamientos los que tienen que asumir estas tareas de los centros de Infantil y Primaria que se ubiquen en su término municipal. Y el Jean Piaget está considerado un colegio de Infantil y Primaria, pese a ser un centro público -el único de la provincia- que únicamente trata a alumnos con discapacidad, desde niños con síndrome de Down, parálisis cerebral o trastornos del espectro autista, a alumnado diagnosticado con trastorno bipolar o esquizofrenia.
El gasto de calefacción no es un tema menor en este centro, que cuenta con una extensión notable y desde hace 35 años está destinado a tareas educativas. "Es fundamental que se ingrese una partida presupuestaria extraordinaria que iría destinada a poder tener liquidez para adquirir gasoil para la calefacción, si las administraciones implicadas no cumplen con sus obligaciones", reza el texto remitido a la Delegación provincial. El mismo documento explica que el gasto en calefacción es "excesivo" y que "aunque el Ayuntamiento colabora en ese gasto" lo obsoleto de las instalaciones, ventanas y cierres hacen que exista un "enorme derroche". Por ello piden "estudiar la instalación de otro sistema de calefacción". Vílchez señala que el colegio gasta unos 30.000 euros de gasoil al año. "Si se pusieran las instalaciones adecuadas, como por ejemplo una caldera de biomasa, se podría gastar menos dinero".
Esta partida extraordinaria que piden los padres también iría a renovar el "material específico" que se emplea en el cuidado de los alumnos, como camillas hidráulicas o grúas, necesarias para atender a los alumnos, con edades entre los 3 y los 21 años. "Ahora sólo hay una camilla hidráulica, cuando en teoría debería haber cuatro, una por cada ciclo", señala la presidenta del AMPA.
"El centro ha ido aumentando de número de alumnos sin que haya crecido el presupuesto", indica la portavoz de los padres, que explica que hace dos años se dotó al centro con una partida extra de 15.000 euros. El año pasado no hubo ese extra y, además, se recortó el presupuesto en 7.000 euros.
Otras demandas materiales están relacionadas con la necesidad de adaptar dos aseos de la primera planta a usuarios de sillas de ruedas y, sobre todo, remodelar la zona del vaso terapéutico, que es empleado tanto para trabajo psicomotor como para relajar a los alumnos. Los padres exponen que debe ampliarse el vestuario, cambiar el sistema de humidificación y de depuración -que hace que en ocasiones no se pueda utilizar la piscina-, poner suelo antideslizante o retirar un tabique que dificulta el paso de los alumnos que usan silla de ruedas.
Además, piden más medios humanos. Entre las demandas de los padres está la de otro maestro con las especialidades de Pedagogía Terapéutica y Educación Física para las sesiones de hidroterapia, un maestro de Educación Musical, más técnicos de Integración Social -los profesores no tienen que realizar tareas asistenciales, que deben desempeñar estos monitores- que se revise el contrato de la concesionaria del servicio de monitores de comedor, algo que afecta no sólo a este centro, sino a todos los que tienen cocina propia de la provincia.
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