Santander, BBVA y CaixaBank cobrarán desde
enero entre 1,5 y 2 euros a los no clientes, mientras que otros bancos
firmarán distintas alianzas.
Las entidades financieras que operan en España aplicarán de distinta manera la nueva normativa sobre las comisiones por el uso de los cajeros a partir del 1 de enero, ya que Santander, BBVA y CaixaBank
cobrarán previsiblemente entre 1,5 y 2 euros a los no clientes, y otros
bancos firmarán distintas alianzas. Al mismo tiempo, las asociaciones
de consumidores han anunciado que no piensan bajar la
guardia en este asunto y han exigido límites claros en las comisiones
para evitar abusos de las entidades.
Después de una larga etapa en la que las tres grandes redes de cajeros, Euro6000, 4B y Servired, cobraban una comisión a los clientes ajenos, el escenario cambió y las entidades empezaron a actuar por su cuenta cobrando a los usuarios de otros bancos, aunque fueran de la misma red y generando fuertes protestas que forzaron a intervenir al Gobierno. Con la situación anterior al real decreto, el usuario se encontraba con que en ocasiones tenía que pagar dos comisiones, una por usar el cajero y otra, la que se cobran los bancos entre sí, la llamada tasa de intercambio.
La nueva normativa establece que será el propietario del cajero el que podrá cobrar, no al usuario final, sino al emisor de la tarjeta, que tendrá que decidir si repercute y cómo esa comisión. Todo empezó hace unos meses, cuando CaixaBank empezó a cobrar dos euros a los clientes ajenos que sacaran efectivo en alguno de los casi 10.000 cajeros que tiene en toda España. También el Santander, con cerca de 5.000 terminales, y el BBVA, con unas 7.000, manifestaron su intención de cobrar una comisión similar, lo que perjudicaba a los clientes de las entidades con menos red, como ING o Bankinter, que podían sacar dinero gratis.
Eso obligó a buscar alianzas, algunas de las cuales se concretaron esta semana, como los acuerdos bilaterales suscritos por Bankinter con el Banco Popular, Grupo Cajamar, Laboral Kutxa, Grupo Caja Rural y Deutsche Bank, que permitirán a sus clientes sacar efectivo de forma gratuita en los cajeros de todas estas entidades. El Grupo Cajamar también anunció alianzas con otras entidades como Popular, Banca Pueyo, Banco Caminos y todas las cajas rurales y cooperativas para permitir a sus clientes reintegros sin coste alguno a partir del próximo martes. Por su parte, Bankia, Banco Sabadell y Euro6000, que suman más de 17.800 cajeros, ya habían anunciado que se unirían para abaratar costes y han desvelado que se cargarán entre ellas un máximo de 0,65 euros cuando uno de sus clientes retire efectivo en sus cajeros, dejando en manos de cada banco la decisión de repercutir ese coste.
La asociación de consumidores Adicae alertó de que "continuará" vigilando las nuevas comisiones que aplicarán las entidades financieras a sus clientes, algunas de las cuales han calificado de "desorbitadas" e injustificadas, como la de dos euros que CaixaBank ha admitido que volverá a cobrar "en cuanto pueda".
A juicio del portavoz de Facua, Rubén Sánchez, el Gobierno se ha quedado corto al regular este asunto, ya que cobrar dos veces por el mismo servicio "ya estaba prohibido", por lo que la nueva normativa debería establecer límites claros para las comisiones. Sánchez considera muy grave la actuación de entidades como CaixaBank, que ha estado cobrando una comisión de dos euros durante meses, por lo que "se le debería multar", ya que "se le está perdonando un fraude de millones de euros". Con tipos de interés cercanos a cero que lastran la rentabilidad, la banca trata de mejorar sus ingresos y se replantea cobrar por servicios que antes ofrecía gratis, como el uso de los cajeros.
Después de una larga etapa en la que las tres grandes redes de cajeros, Euro6000, 4B y Servired, cobraban una comisión a los clientes ajenos, el escenario cambió y las entidades empezaron a actuar por su cuenta cobrando a los usuarios de otros bancos, aunque fueran de la misma red y generando fuertes protestas que forzaron a intervenir al Gobierno. Con la situación anterior al real decreto, el usuario se encontraba con que en ocasiones tenía que pagar dos comisiones, una por usar el cajero y otra, la que se cobran los bancos entre sí, la llamada tasa de intercambio.
La nueva normativa establece que será el propietario del cajero el que podrá cobrar, no al usuario final, sino al emisor de la tarjeta, que tendrá que decidir si repercute y cómo esa comisión. Todo empezó hace unos meses, cuando CaixaBank empezó a cobrar dos euros a los clientes ajenos que sacaran efectivo en alguno de los casi 10.000 cajeros que tiene en toda España. También el Santander, con cerca de 5.000 terminales, y el BBVA, con unas 7.000, manifestaron su intención de cobrar una comisión similar, lo que perjudicaba a los clientes de las entidades con menos red, como ING o Bankinter, que podían sacar dinero gratis.
Eso obligó a buscar alianzas, algunas de las cuales se concretaron esta semana, como los acuerdos bilaterales suscritos por Bankinter con el Banco Popular, Grupo Cajamar, Laboral Kutxa, Grupo Caja Rural y Deutsche Bank, que permitirán a sus clientes sacar efectivo de forma gratuita en los cajeros de todas estas entidades. El Grupo Cajamar también anunció alianzas con otras entidades como Popular, Banca Pueyo, Banco Caminos y todas las cajas rurales y cooperativas para permitir a sus clientes reintegros sin coste alguno a partir del próximo martes. Por su parte, Bankia, Banco Sabadell y Euro6000, que suman más de 17.800 cajeros, ya habían anunciado que se unirían para abaratar costes y han desvelado que se cargarán entre ellas un máximo de 0,65 euros cuando uno de sus clientes retire efectivo en sus cajeros, dejando en manos de cada banco la decisión de repercutir ese coste.
La asociación de consumidores Adicae alertó de que "continuará" vigilando las nuevas comisiones que aplicarán las entidades financieras a sus clientes, algunas de las cuales han calificado de "desorbitadas" e injustificadas, como la de dos euros que CaixaBank ha admitido que volverá a cobrar "en cuanto pueda".
A juicio del portavoz de Facua, Rubén Sánchez, el Gobierno se ha quedado corto al regular este asunto, ya que cobrar dos veces por el mismo servicio "ya estaba prohibido", por lo que la nueva normativa debería establecer límites claros para las comisiones. Sánchez considera muy grave la actuación de entidades como CaixaBank, que ha estado cobrando una comisión de dos euros durante meses, por lo que "se le debería multar", ya que "se le está perdonando un fraude de millones de euros". Con tipos de interés cercanos a cero que lastran la rentabilidad, la banca trata de mejorar sus ingresos y se replantea cobrar por servicios que antes ofrecía gratis, como el uso de los cajeros.
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