EN DICIEMBRE MAS CÁLIDO EN 34 AÑOS BENEFICIA AL TURISMO PERO CAUSA ESTRAGOS EN EL CAMPO IDEAL.ES
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La animación de las terrazas y el leve repunte de ocupación los fines de semana no compensan las pérdidas por la falta de nieve en la Sierra
Campaña electoral aparte, en estos días el tema de conversación más
popular en la calle y la noticia más recurrente en los informativos de
toda España
no es otra que el calor de este mes de diciembre y lo atípico -a la par
que agradable para la mayoría- que está resultando comerse los
polvorones vestidos aún con la chaqueta de primavera. En Granada, los
datos objetivos corroboran la sensación de que este es un diciembre
récord en lo que a temperatura se refiere. La media de las máximas
registradas en los 16 primeros días del mes es de 19,3 grados, la cifra
más alta de toda la serie histórica (desde 1981) en la provincia. De
hecho, supera en 5,5 grados la media de 13,5º registrada en los
diciembres de los últimos 34 años, según datos del Centro Meteorológico
de Andalucía Oriental.
Otros datos significativos son la temperatura media diaria de 10,4 grados frente a los 7,9º de los diciembres anteriores y la mínima de 1,5 grados frente a los 2 de la serie histórica. El pasado 4 de diciembre se batió el récord de temperatura media -23,5 grados- en Granada capital y con sus 24º, Motril se ha ganado esta semana la categoría de rincón más calentito de la provincia.
A la vista de estos datos, para el director del Centro Meteorológico de Andalucía Oriental y portavoz de la Asociación Española de Meteorología (Aemet), José María Sánchez, no hay duda de que este diciembre está resultando «extremadamente cálido» aunque en su opinión no necesariamente hay que buscar las explicaciones en el cambio climático. «El anticiclón que va desde el norte de África hasta el Centro de Europa está impidiendo la entrada de borrascas y mete aire tropical del sur. Entra dentro de lo natural, la atmósfera tiene estas cosas», argumenta.
Unas 'cosas' que tienen su incidencia directa en la economía provincial, que en este caso se está viendo más resentida que beneficiada. Por una parte, en materia agrícola, este invierno disfrazado de primavera está causando estragos en toda la provincia, desde el cereal del norte hasta los hortofrutícolas del sur pasando por la aceituna de los Montes Orientales o el Poniente.
Las altas temperaturas que registran los invernaderos de la Costa han provocado una superproducción de pepino que no tiene freno y mantiene los precios por debajo del umbral de la rentabilidad para el agricultor. «A falta de pastos los ganaderos de zonas como Íllora, Baza o Zújar tienen que echar mano de la alimentación adicional, los olivos están estresados, a los cereales les falta agua para germinar... en definitiva más gastos y menos beneficios para agricultores y ganaderos», resume el secretario provincial de COAG, Miguel Monferrer.
En lo que al sector turístico se refiere, paradójicamente el calor tampoco está resultando tan beneficioso como podría parecer, ya que el efecto positivo en las reservas hoteleras tanto en la Costa como en la capital no es suficiente como para compensar la falta de afluencia de visitantes en Sierra Nevada, según la valoración de la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo de Granada. La estación de esquí tiene 2,1 kilómetros esquiables frente a los 50,8 que tenía por estas mismas fechas el pasado año, con la consiguiente merma de visitantes que mantienen sin arrancar uno de los principales motores del sector turístico granadino.
«El buen tiempo siempre ayuda con las reservas de fin de semana, pero el grueso de los clientes en estas fechas programan la estancia y los vuelos con gran antelación», señala el presidente de la Asociación de Hoteleros de la Costa Tropical, Rafael Lamelas.
En el caso del turismo rural, el sector se divide entre los que creen que el buen tiempo está beneficiando las reservas y los por el contrario piensan que la falta de nieve merma su oferta. Antonio Puerta, que gestiona el alquiler de casas rurales en Órgiva, Lanjarón y Capileira, es de la primera opinión. En su caso la facturación va ya un 10% por encima del diciembre pasado.
De lo que no cabe duda es de que el calorcito de diciembre sí está siendo un gran aliado para la hostelería y contribuye a rentabilizar las terrazas... pero los hosteleros también apuntan que sus beneficios se concentran los fines de semana. Por ejemplo, en el bar La Tortuga Boba, de una emblemática zona de terrazas de la capital como la plaza de La Romanilla, lo ven así: «Entre semana el tiempo está acompañando pero la gente no».
Otros datos significativos son la temperatura media diaria de 10,4 grados frente a los 7,9º de los diciembres anteriores y la mínima de 1,5 grados frente a los 2 de la serie histórica. El pasado 4 de diciembre se batió el récord de temperatura media -23,5 grados- en Granada capital y con sus 24º, Motril se ha ganado esta semana la categoría de rincón más calentito de la provincia.
A la vista de estos datos, para el director del Centro Meteorológico de Andalucía Oriental y portavoz de la Asociación Española de Meteorología (Aemet), José María Sánchez, no hay duda de que este diciembre está resultando «extremadamente cálido» aunque en su opinión no necesariamente hay que buscar las explicaciones en el cambio climático. «El anticiclón que va desde el norte de África hasta el Centro de Europa está impidiendo la entrada de borrascas y mete aire tropical del sur. Entra dentro de lo natural, la atmósfera tiene estas cosas», argumenta.
Unas 'cosas' que tienen su incidencia directa en la economía provincial, que en este caso se está viendo más resentida que beneficiada. Por una parte, en materia agrícola, este invierno disfrazado de primavera está causando estragos en toda la provincia, desde el cereal del norte hasta los hortofrutícolas del sur pasando por la aceituna de los Montes Orientales o el Poniente.
Las altas temperaturas que registran los invernaderos de la Costa han provocado una superproducción de pepino que no tiene freno y mantiene los precios por debajo del umbral de la rentabilidad para el agricultor. «A falta de pastos los ganaderos de zonas como Íllora, Baza o Zújar tienen que echar mano de la alimentación adicional, los olivos están estresados, a los cereales les falta agua para germinar... en definitiva más gastos y menos beneficios para agricultores y ganaderos», resume el secretario provincial de COAG, Miguel Monferrer.
Pepino, cereal y aceituna
En la misma línea, desde Asaja Manuel del Pino advierte del
«desastre» que supone que las plantas de pepino de la Costa vayan a
agotar toda su producción «a precios ruinosos» y que el calor no de
tregua ni a los cereales ni a la aceituna. «Si seguimos así en enero
tendremos espárragos y almendras que luego se van a helar. La aceituna
está arrugándose y la campaña va a marchas forzadas, se está regando en
pleno mes de diciembre», añade.En lo que al sector turístico se refiere, paradójicamente el calor tampoco está resultando tan beneficioso como podría parecer, ya que el efecto positivo en las reservas hoteleras tanto en la Costa como en la capital no es suficiente como para compensar la falta de afluencia de visitantes en Sierra Nevada, según la valoración de la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo de Granada. La estación de esquí tiene 2,1 kilómetros esquiables frente a los 50,8 que tenía por estas mismas fechas el pasado año, con la consiguiente merma de visitantes que mantienen sin arrancar uno de los principales motores del sector turístico granadino.
Los sábados
Y aunque, innegablemente el buen tiempo beneficia al sector hostelero
y a los hoteles, su incidencia no está siendo los suficientemente
significativa como para recuperar la ocupación de diciembre. «El clima
puede ayudar a remontar los fines de semana, al menos los sábados, pero
la ocupación hotelera es my baja desde el puente hasta final de año»,
lamenta el presidente de la Federación de Empresas de Hostelería y
Turismo de Granada, Trinitario Betoret. Tampoco en la Costa se han
disparado, precisamente, las reservas hoteleras, aunque los que tienen
la suerte de estar de vacaciones estos días por el litoral -entre ellos
jubilados nacionales y nórdicos- están encantados y hasta se han visto
bañadores esta semana en las playas de Almuñécar.«El buen tiempo siempre ayuda con las reservas de fin de semana, pero el grueso de los clientes en estas fechas programan la estancia y los vuelos con gran antelación», señala el presidente de la Asociación de Hoteleros de la Costa Tropical, Rafael Lamelas.
En el caso del turismo rural, el sector se divide entre los que creen que el buen tiempo está beneficiando las reservas y los por el contrario piensan que la falta de nieve merma su oferta. Antonio Puerta, que gestiona el alquiler de casas rurales en Órgiva, Lanjarón y Capileira, es de la primera opinión. En su caso la facturación va ya un 10% por encima del diciembre pasado.
De lo que no cabe duda es de que el calorcito de diciembre sí está siendo un gran aliado para la hostelería y contribuye a rentabilizar las terrazas... pero los hosteleros también apuntan que sus beneficios se concentran los fines de semana. Por ejemplo, en el bar La Tortuga Boba, de una emblemática zona de terrazas de la capital como la plaza de La Romanilla, lo ven así: «Entre semana el tiempo está acompañando pero la gente no».
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