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Las marcas granadinas más señeras son hoy parte de grandes multinacionales españolas o francesas que facturan en otra razón social
Fabrican, envasan, embotellan y distribuyen desde Granada pero hace
años que dejaron de ser empresas familiares puramente granadinas. Son
marcas con un 'nombre' en los mercados, líderes en algún caso de su
segmento, reconocibles a simple vista y queridas por sus paisanos como
si fuesen alguien más de la familia. Forman parte del orgullo 'patrio'
local por aquello de llevar el marchamo de Granada por el mundo, y su
cercanía e historia les hacen conservar aún ese sentimiento de
familiaridad hacia ellas por parte del consumidor, sobre todo entre
aquellas que se dedican al sector más próximo a los hogares, el de la
alimentación.
Son empresas que nacieron y crecieron en suelo granadino pero que en la actualidad pertenecen a grandes grupos nacionales o multinacionales. Una Alhambra 1925, un flan Dhul, un 'pulevín' de chocolate o una botella de Lanjarón componen una pequeña cesta de la compra paisana que a cualquier granadino le hincha el pecho. Menos 'passio granantensis' levanta un envase de acero de Portinox, pero a quien sabe que esta empresa produce el barril de cerveza que le están tirando en la barra de un bar, también le genera ese sentimiento de cariño hacia lo cercano y hacia lo que se hace cerca de casa. Ni siquiera el hecho de que facturen o coticen en bolsa para la caja de una empresa más grande o una sociedad de inversión de capital variables (Sicav) que nada tienen que ver con la tierra granadina resta apego sentimental. Una Alhambra es una Alhambra, aquí, en Madrid o en Londres.
La reconversión de los procesos industriales y, sobre todo, un hito llamado Alhambra Reserva 1925 reflotaron la compañía hasta el punto de que el Grupo Mahou-San Miguel terminó adquiriendo la cervecera granadina por 200 millones de euros en 2007, diez veces más de lo que había pagado su penúltimos propietarios. Hoy es una filial de la empresa madrileño-barcelonesa, pero con un posicionamiento en el mercado que le han llevado a ser conocida en todo el territorio nacional. La culpa la tiene la llamada popularmente 'milno', un producto creado por el cervecero Miguel Hernáiz y pulido comercialmente por el entonces director general, Antonio Perera, y el director de marketing, Miguel Ángel Ropero, que han acabado imitando otras reconocidas compañías españolas y que es la estrella de la casa. Eso, unido al nacimiento de otros productos como Alhambra Especial, han llevado a la cervecera granadina a cotas inimaginables hace veinte años y han inflado, más aún si cabe, ese devoción local hacia la marca.
La historia de Alhambra es paralela a la de otra marca granadina por excelencia, la pura leche de vaca de Puleva, industria láctea que en la actualidad pertenece al grupo francés Lactalis. Su historia se remonta un siglo atrás. En abril de 1910 se constituyó Unión Vinícola Industrial por un grupo de industriales del comercio y la hostelería de Granada, con el objetivo de coordinar el abastecimiento de sus necesidades de vinos, alcoholes y aguardientes. Posteriormente inició la fabricación y distribución local de hielo, sifones y gaseosas.
La elaboración de otros productos con un período de caducidad superior como la leche en polvo, la mantequilla y un poco más tarde los batidos de cacao, fresa y vainilla, junto con la leche esterilizada en botella de cristal y plástico, completaron la gama de productos lácteos hasta finales de la década de los años 60. Puleva sigue creciendo y se distribuye ya por toda Andalucía. En 1975 se inaugura la actual planta del Camino de Purchil, que en sucesivas fases de desarrollo pasó de tener una capacidad de tratamiento de 400.000 litros/día al 1.000.000 litros/día de la actualidad. En 1976 entró a cotizar en Bolsa, en 1979 las acciones alcanzaron la titulación de cotización calificada y en 1981 el Ministerio de Hacienda las declara como valor apto para Reservas Técnicas de Compañías de Seguros y Otros Fondos.
En 1982 adquirió el 100% de la Compañía de Dietéticos y Alimentación SA (Edda), para iniciar así su entrada en el sector de alimentación infantil. La empresa sigue su expansión y se hace con otras marcas comerciales andaluzas y nacionales en los siguientes veinte años. En paralelo continúa su crecimiento en el sector de nutrición infantil, que alcanza su punto álgido en 1994 con la creación del departamento de Investigación y Desarrollo, crucial en el devenir posterior de Puleva, justo cuando la compañía entra en suspensión de pagos. Estas división se escindió en 2001 para convertirse en Puleva Biotech, que en la actualidad opera como filial bajo el nombre de Biosearch.
El 23 de octubre de 2000, Puleva y Azucarera Ebro Agrícolas anuncian su acuerdo de fusión, y el 13 de diciembre del mismo año las Juntas de Accionistas de ambas empresas aprueban la operación. Tras la fusión se constituye Puleva Food SL, filial 100% del Grupo Ebro Puleva. En julio de 2003, Ebro Puleva compra a Abbott Laboratories las marcas Puleva en nutrición infantil (papillas y leches infantiles), que había había adquirido en los noventa las empresa norteamericana por 100 millones de dólares, y empieza a desarrollar una nueva gama de alimentación infantil bajo la denominación de Puleva Peques. Desde septiembre de 2010, Puleva forma parte del grupo de origen francés Lactalís, el tercero más grande en el sector lácteo, a nivel mundial y con presencia en más de 140 países.
La empresa en sí se fundó en 1967 y fue en 1993 cuando se incorporó al grupo Danone. La división de aguas en España tomó el nombre de la marca más conocida, Font Vella, que también había sido adquirida por la compañía gala. Sin embargo, desde principios de 2007 cambiaron su denominación por la de Aguas Font Vella y Lanjarón SA. Actualmente, la compañía tiene una plantilla de más de 600 empleados mientras que antes de la incorporación al grupo Danone la empresa presentaba una plantilla mucho más reducida, 205 empleados. Aguas de Lanjarón está ubicada en el Pasaje Fuente Aporta, en el término municipal de Lanjarón, aunque las oficinas centrales de la empresa se encuentran actualmente en Madrid y su domicilio social en Barcelona.
En 1988, el grupo empresarial catalán Berlax adquirió la factoría de Flan Dhul SA por 2.000 millones de pesetas (12 millones de euros). En paralelo, Ignacio Fernández había creado Flan Dhul Corporation, con sede en Estados Unidos, cuyas acciones fueron embargadas por impago de impuestos. Aun así, Berlax negó que la venta se debiera a problemas económicos, al igual que desmintió que el empresario José María Ruiz Mateos, estuviese detrás de la compra. Casualmente, años después, Dhul pasó a formar parte de la división alimentaria de Nueva Rumasa, hasta que los problemas financieros acuciaron al holding del empresario jerezano -fallecido recientemente-. Dhul, al igual que todo el entramado de Ruiz Mateos, entró en concurso de acreedores en 2011. En septiembre de 2013 se formaliza la venta de la fábrica de Granada al grupo Andros, por dos millones de euros, que la compañía francesa asumió también la deuda hipotecaria, los 'leasing' de la maquinaria y el pago de las nominas atrasadas, lo que supuso unos 14 millones de euros.
Son empresas que nacieron y crecieron en suelo granadino pero que en la actualidad pertenecen a grandes grupos nacionales o multinacionales. Una Alhambra 1925, un flan Dhul, un 'pulevín' de chocolate o una botella de Lanjarón componen una pequeña cesta de la compra paisana que a cualquier granadino le hincha el pecho. Menos 'passio granantensis' levanta un envase de acero de Portinox, pero a quien sabe que esta empresa produce el barril de cerveza que le están tirando en la barra de un bar, también le genera ese sentimiento de cariño hacia lo cercano y hacia lo que se hace cerca de casa. Ni siquiera el hecho de que facturen o coticen en bolsa para la caja de una empresa más grande o una sociedad de inversión de capital variables (Sicav) que nada tienen que ver con la tierra granadina resta apego sentimental. Una Alhambra es una Alhambra, aquí, en Madrid o en Londres.
Orgullo local
Por su consumo más habitual es quizá la marca granadina que más
dilección despierta entre la ciudadanía local. Fundada en 1925, es tan
granadina como la 'malafollá', aunque la idea de su creación se deba a
tres industriales que visitaron la ciudad, Carlos Bouvard Dührr
(propietario de la cervecera La Moravia), Antonio Knörr y Ortiz de
Urbina, que se asociaron con empresarios locales para constituir la
compañía y levantar la fábrica en el mismo sitio donde se encuentra en
la actualidad. En 1954 cambió por primera vez de manos para quedar
ligada a la compañía catalana Damm. En los noventa, Cruzcampo entró a
formar parte del accionariado. La compañía atravesaba entonces una
crisis después de haber modernizado sus viejas instalaciones de Cartuja.
Hasta el punto de que Cruzcampo presionó a Damm para que cerrase la
fábrica. En 1994, el nombre de Nueva Rumasa sonó como posible comprador,
sin embargo, fue un grupo de inversores independientes, con un
empresario australiano a la cabeza, quienes se hicieron con ella en
1995.La reconversión de los procesos industriales y, sobre todo, un hito llamado Alhambra Reserva 1925 reflotaron la compañía hasta el punto de que el Grupo Mahou-San Miguel terminó adquiriendo la cervecera granadina por 200 millones de euros en 2007, diez veces más de lo que había pagado su penúltimos propietarios. Hoy es una filial de la empresa madrileño-barcelonesa, pero con un posicionamiento en el mercado que le han llevado a ser conocida en todo el territorio nacional. La culpa la tiene la llamada popularmente 'milno', un producto creado por el cervecero Miguel Hernáiz y pulido comercialmente por el entonces director general, Antonio Perera, y el director de marketing, Miguel Ángel Ropero, que han acabado imitando otras reconocidas compañías españolas y que es la estrella de la casa. Eso, unido al nacimiento de otros productos como Alhambra Especial, han llevado a la cervecera granadina a cotas inimaginables hace veinte años y han inflado, más aún si cabe, ese devoción local hacia la marca.
La historia de Alhambra es paralela a la de otra marca granadina por excelencia, la pura leche de vaca de Puleva, industria láctea que en la actualidad pertenece al grupo francés Lactalis. Su historia se remonta un siglo atrás. En abril de 1910 se constituyó Unión Vinícola Industrial por un grupo de industriales del comercio y la hostelería de Granada, con el objetivo de coordinar el abastecimiento de sus necesidades de vinos, alcoholes y aguardientes. Posteriormente inició la fabricación y distribución local de hielo, sifones y gaseosas.
Nace Uniasa
A mediados de la década de los 50, y por razones de índole sanitaria, se legisla en España
sobre la necesidad de garantizar el suministro de leche higienizada. Es
en esta época, concretamente en 1954, es cuando cambia su denominación
por la de Uniasa (Unión Industrial y Agroganadera SA), sociedad que
solicita y obtiene el régimen de Central Lechera para la ciudad de
Granada, adaptando así los estatutos sociales a la nueva actividad que
comienza durante 1958, siendo la segunda Central Lechera, después de la
San Sebastián, que inició la actividad en España. Las primeras
instalaciones se ubicaron en el Camino de Ronda y permitían la
elaboración de 20.000 litros/día de leche pasterizada, con un suministro
regular de materia prima proveniente de explotaciones lecheras ubicadas
en la Vega de Granada.La elaboración de otros productos con un período de caducidad superior como la leche en polvo, la mantequilla y un poco más tarde los batidos de cacao, fresa y vainilla, junto con la leche esterilizada en botella de cristal y plástico, completaron la gama de productos lácteos hasta finales de la década de los años 60. Puleva sigue creciendo y se distribuye ya por toda Andalucía. En 1975 se inaugura la actual planta del Camino de Purchil, que en sucesivas fases de desarrollo pasó de tener una capacidad de tratamiento de 400.000 litros/día al 1.000.000 litros/día de la actualidad. En 1976 entró a cotizar en Bolsa, en 1979 las acciones alcanzaron la titulación de cotización calificada y en 1981 el Ministerio de Hacienda las declara como valor apto para Reservas Técnicas de Compañías de Seguros y Otros Fondos.
En 1982 adquirió el 100% de la Compañía de Dietéticos y Alimentación SA (Edda), para iniciar así su entrada en el sector de alimentación infantil. La empresa sigue su expansión y se hace con otras marcas comerciales andaluzas y nacionales en los siguientes veinte años. En paralelo continúa su crecimiento en el sector de nutrición infantil, que alcanza su punto álgido en 1994 con la creación del departamento de Investigación y Desarrollo, crucial en el devenir posterior de Puleva, justo cuando la compañía entra en suspensión de pagos. Estas división se escindió en 2001 para convertirse en Puleva Biotech, que en la actualidad opera como filial bajo el nombre de Biosearch.
El 23 de octubre de 2000, Puleva y Azucarera Ebro Agrícolas anuncian su acuerdo de fusión, y el 13 de diciembre del mismo año las Juntas de Accionistas de ambas empresas aprueban la operación. Tras la fusión se constituye Puleva Food SL, filial 100% del Grupo Ebro Puleva. En julio de 2003, Ebro Puleva compra a Abbott Laboratories las marcas Puleva en nutrición infantil (papillas y leches infantiles), que había había adquirido en los noventa las empresa norteamericana por 100 millones de dólares, y empieza a desarrollar una nueva gama de alimentación infantil bajo la denominación de Puleva Peques. Desde septiembre de 2010, Puleva forma parte del grupo de origen francés Lactalís, el tercero más grande en el sector lácteo, a nivel mundial y con presencia en más de 140 países.
Vendida hace 22 años
En Francia tiene también su sede la propietaria actual de otra marca
señera granadina, Aguas de Lanjarón, que pertenece al grupo Danone,
curiosamente el principal competidor en Francia en el sector de la
alimentación de Lactalis, que ocupa el segundo lugar tras la 'madre' de
todos los yogures. Orgullo alpujarreño, granadinos y, ante todo, del
pueblo que le da nombre, Lanjarón nació como comerciales a finales del
siglo XIX. Aunque sus propiedades como agua medicinal fueron
descubiertas en el siglo XVIII, fue hasta un siglo más tarde cuando se
inició su explotación comercial. Fue de la mano de la Duquesa de
Santoña, motrileña con intereses en Lanjarón que impulsó la construcción
del balneario y el (por entonces) negocio complementario de embotellar y
vender el agua, que con el tiempo pasó a ser la principal actividad.La empresa en sí se fundó en 1967 y fue en 1993 cuando se incorporó al grupo Danone. La división de aguas en España tomó el nombre de la marca más conocida, Font Vella, que también había sido adquirida por la compañía gala. Sin embargo, desde principios de 2007 cambiaron su denominación por la de Aguas Font Vella y Lanjarón SA. Actualmente, la compañía tiene una plantilla de más de 600 empleados mientras que antes de la incorporación al grupo Danone la empresa presentaba una plantilla mucho más reducida, 205 empleados. Aguas de Lanjarón está ubicada en el Pasaje Fuente Aporta, en el término municipal de Lanjarón, aunque las oficinas centrales de la empresa se encuentran actualmente en Madrid y su domicilio social en Barcelona.
Dhul, mon amour
La misma edad que Lanjarón tiene la marca Dhul, otro acrónimo -como
Puleva (Pura Leche de Vaca)- granadino de fama nacional, derivado 'De
HUevo y Leche' . Fue el nombre que escogieron en 1967 Ignacio Fernández
Sanz y María Angustias Amador Martín, matrimonio propietario de una
pequeña granja en Granada que inició el negocio de los flanes vendiendo
los postres que hacía María Angustias al colegio done ella estudió. Poco
a poco, Dhul fue abriéndose un nombre en Granada y la distribución a
otros centros educativos de la zona fue su trampolín hacia el
crecimiento, hasta el punto de convertirse en una de las principales
productoras españolas de flanes envasados.En 1988, el grupo empresarial catalán Berlax adquirió la factoría de Flan Dhul SA por 2.000 millones de pesetas (12 millones de euros). En paralelo, Ignacio Fernández había creado Flan Dhul Corporation, con sede en Estados Unidos, cuyas acciones fueron embargadas por impago de impuestos. Aun así, Berlax negó que la venta se debiera a problemas económicos, al igual que desmintió que el empresario José María Ruiz Mateos, estuviese detrás de la compra. Casualmente, años después, Dhul pasó a formar parte de la división alimentaria de Nueva Rumasa, hasta que los problemas financieros acuciaron al holding del empresario jerezano -fallecido recientemente-. Dhul, al igual que todo el entramado de Ruiz Mateos, entró en concurso de acreedores en 2011. En septiembre de 2013 se formaliza la venta de la fábrica de Granada al grupo Andros, por dos millones de euros, que la compañía francesa asumió también la deuda hipotecaria, los 'leasing' de la maquinaria y el pago de las nominas atrasadas, lo que supuso unos 14 millones de euros.
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