Para combatir el olvido de las dolencias a las que la industria farmacéutica no presta atención, la organización DNDi investiga y desarrolla fármacos. Acaba de ser premiada por su labor
La Iniciativa Medicamentos para las Enfermedades Olvidadas (DNDi, siglas en inglés) cumple 10 años luchando contra la brecha 10/90, que en la jerga médica significa: a las enfermedades que representan el 90 % de la carga global de morbilidad en el mundo se dedica el 10 % de la investigación mundial. Ese 90% de muertes se las cobran las enfermedades tropicales, la malaria y tuberculosis, entre otras. Son las “enfermedades olvidadas”.
En un comunidado el director ejecutivo de DNDi, Bernard Pécoul, ha dado cifra. Entre 1975 y 1999 apenas 16 de los 1.393 nuevos productos desarrollados por la industria farmacéutica combatían dichos trastornos y no hubo mayor cambio en la década siguiente, solo 3,8 % de los nuevos medicamentos y 1,4 % de los ensayos clínicos. “Ha habido avances, pero el desequilibrio fatal continúa”, dice Pécoul.
Reconocimiento a su labor
La labor de DNDi, que acaba de ser reconocida por la Fundación BBVA con el premio Fronteras del Conocimiento en Cooperación al Desarrollo, ha creado centros de investigación clínica en África y Latinoamérica para el estudio de tres enfermedades: 1) leishmaniasis, en Kenia, Etiopía, Sudán, y Uganda; 2) la enfermedad del sueño (TAH) en la República Democrática del Congo; y 3) la enfermedad de Chagas en Latinoamérica.
También ha desarrollado seis tratamientos: dos antimaláricos; una terapia combinada para enfermedad del sueño avanzada; una terapia combinada para leishmaniasis visceral en África; un conjunto de terapias combinadas para leishmaniasis visceral en Asia; y una formulación pediátrica de benznidazole para el mal de Chagas.
En busca de nuevas fármacos orales
El objetivo que persigue junto a sus socios (Médicos sin Fronteras, Consejo Indio de Investigación Médica, Instituto de Investigación Médica de Kenya, Ministerio de Salud de Malasia, Instituto Pasteur (Francia), la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil, y el Programa Especial para la Investigación y Entrenamiento en Enfermedades Olvidadas de la Organización Mundial de la Salud) es “cambiar de modo drástico el tratamiento de algunas de estas enfermedades”, según palabras de Pécoul.
Por ejemplo, para salvar, entre otros, a los más de 300.000 niños africanos que, cada año, deberían recibir tratamiento contra el VIH, la organización busca tratamientos orales, nuevos compuestos químicos, medicamentos específicos para niños con mejor sabor y sin alcohol, que no necesiten mantener la cadena de frío. “Esperamos tenerlos dentro de unos pocos años”, dijo Pécoul. El premio que acaban de recibir será, sin duda, un aliciente.
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