Un estudio europeo con participación española desvela que las medidas para restringir el consumo de nicotina siguen siendo insuficientes. Nuevos patrones en el hábito tabáquico.
Que el consumo de tabaco está muy relacionado con el cáncer no es nada nuevo, pero la mayoría de los estudios epidemiológicos que comparaban directamente estos dos parámetros eran antiguos, como explica Antonio Agudo, especialista del Instituto Catalán de Oncología (ICO), que acaba de publicar en la revista Journal of Clinical Oncologyun trabajo al respecto.
El trabajo ha contado con los participantes de otro gran estudio epidemiológico europeo, el EPIC, y concluye que un 20% de los casos de cáncer están directamente causados por el tabaquismo. Para realizarlo han analizado los datos de un número considerable de personas, 441.211. De ellas, 14.563 desarrollaron un tumor relacionado con el tabaco, alguno de los que la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (IARC), organismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha establecido como tales. Más allá del obvio cáncer de pulmón, otros tumores asociados al cigarrillo son: laringe, tracto urinario inferior, orofaringe, esófago, cavidad oral, hígado, estómago, nasofaringe, colon y recto, ovario, cuello de útero, páncreas, leucemia mieloide, cavidad nasal y riñón.
Para Agudo, la necesidad de este estudio viene del cambio de patrón en el hábito tabáquico. Los estudios epidemiológicos clásicos eran, además de muy antiguos, casi todos centrados en los varones, ya que eran estos los que más fumaban en la década de los 70 y 80. Ahora, el porcentaje de mujeres que fuma casi ha alcanzado al de los varones y, en este trabajo, son más las mujeres que se estudian (308.193) que hombres (133.018).
Para los autores, es importante actualizar el trabajo (los voluntarios se seleccionaron en los años 90 y han sido observados durante una media de 11 años) porque ha sido en las últimas décadas cuando se han ido implementando medidas anti-tabaco, desde la prohibición de su consumo en el lugar de trabajo hasta el más reciente veto en bares y restaurantes. "Hay que tener en cuenta que el tabaco se manifiesta a largo plazo", comenta Agudo.
Por esta razón, el especialista insiste en lo obvio: "Si se produjera un milagro y todo el mundo dejara de fumar a la vez, tardaríamos años en ver los efectos, aunque al final sí se reduciría la incidencia de la enfermedad en ese 20%". Para este experto, en estos años sí se han observado cambios, pero "es desesperante la escasa magnitud de los mismos y lo lento que se producen". Además, aunque sí se ha observado un éxito en hombres, parece que en mujeres "hace falta más estimulación", para que empiecen a bajar las cifras seriamente.
En el trabajo recién publicado se han tenido en cuenta tanto la cantidad de tabaco consumido como el tiempo que se llevaba fumando, pero en la publicación no se han desgranado dichos datos. "Es obvio que la posibilidad de tener cáncer es mayor si se lleva fumando 20 años y se fuman dos paquetes al día, que si se ha fumado durante una década y medio paquete", reflexiona Agudo.
En el estudio también se ve claramente que hay algunos tipos de cáncer más asociados al tabaco que otros. Encabezando el macabro ranking, se encuentra el cáncer de laringe, un 84% de los cuales están asociados a fumar. El que menos asociado está es el de riñón, ya que solo el 8% de sus casos se asocia directamente al consumo de tabaco.
El trabajo ha contado con los participantes de otro gran estudio epidemiológico europeo, el EPIC, y concluye que un 20% de los casos de cáncer están directamente causados por el tabaquismo. Para realizarlo han analizado los datos de un número considerable de personas, 441.211. De ellas, 14.563 desarrollaron un tumor relacionado con el tabaco, alguno de los que la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (IARC), organismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha establecido como tales. Más allá del obvio cáncer de pulmón, otros tumores asociados al cigarrillo son: laringe, tracto urinario inferior, orofaringe, esófago, cavidad oral, hígado, estómago, nasofaringe, colon y recto, ovario, cuello de útero, páncreas, leucemia mieloide, cavidad nasal y riñón.
Para Agudo, la necesidad de este estudio viene del cambio de patrón en el hábito tabáquico. Los estudios epidemiológicos clásicos eran, además de muy antiguos, casi todos centrados en los varones, ya que eran estos los que más fumaban en la década de los 70 y 80. Ahora, el porcentaje de mujeres que fuma casi ha alcanzado al de los varones y, en este trabajo, son más las mujeres que se estudian (308.193) que hombres (133.018).
Para los autores, es importante actualizar el trabajo (los voluntarios se seleccionaron en los años 90 y han sido observados durante una media de 11 años) porque ha sido en las últimas décadas cuando se han ido implementando medidas anti-tabaco, desde la prohibición de su consumo en el lugar de trabajo hasta el más reciente veto en bares y restaurantes. "Hay que tener en cuenta que el tabaco se manifiesta a largo plazo", comenta Agudo.
Por esta razón, el especialista insiste en lo obvio: "Si se produjera un milagro y todo el mundo dejara de fumar a la vez, tardaríamos años en ver los efectos, aunque al final sí se reduciría la incidencia de la enfermedad en ese 20%". Para este experto, en estos años sí se han observado cambios, pero "es desesperante la escasa magnitud de los mismos y lo lento que se producen". Además, aunque sí se ha observado un éxito en hombres, parece que en mujeres "hace falta más estimulación", para que empiecen a bajar las cifras seriamente.
En el trabajo recién publicado se han tenido en cuenta tanto la cantidad de tabaco consumido como el tiempo que se llevaba fumando, pero en la publicación no se han desgranado dichos datos. "Es obvio que la posibilidad de tener cáncer es mayor si se lleva fumando 20 años y se fuman dos paquetes al día, que si se ha fumado durante una década y medio paquete", reflexiona Agudo.
En el estudio también se ve claramente que hay algunos tipos de cáncer más asociados al tabaco que otros. Encabezando el macabro ranking, se encuentra el cáncer de laringe, un 84% de los cuales están asociados a fumar. El que menos asociado está es el de riñón, ya que solo el 8% de sus casos se asocia directamente al consumo de tabaco.
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