Baye, senegalés de 35 años, se dedica a la venta ambulante de camisetas falsificadas en el centro de Madrid: "Correr delante de la Policía no es agradable. Pero no tengo otra forma de ganarme la vida". (JORGE PARÍS)
- La Policía Municipal realiza 1.127 intervenciones mensuales contra el 'top manta', un 42% más que hace un año, sobre todo en Centro, Vallecas y el Retiro.
- Los agentes han detectado que gran parte de los nuevos 'manteros' proceden de otras provincias españolas, atraídos porque en Madrid hay más mercado.
- Las asociaciones que ayudan a sin papeles piden que se despenalice la venta de material falsificado: "Ellos son el eslabón más débil de la cadena".
- Baye, 'mantero': "Huyo de la Policía para poder alimentar a mis hijos en Senegal".
- Me gustaNo me gusta0
Una docena de ciudadanos subsaharianos llega con sus sacos a cuestas a la confluencia de la calle Mayor con la Puerta del Sol. Rápidamente despliegan las mantas y colocan el material (CD, bolsos, gafas, camisetas,...) a la vista de los viandantes. Mientras dura la venta tienen un ojo puesto en los posibles clientes y otro en las patrullas que vigilan la calle. Al poco, alguien da la voz de alarma, divisan a una pareja de policías, recogen la mercancía y salen huyendo a paso ligero por la calle Postas. Toda la escena dura menos de cinco minutos. Intentarán despistar a los agentes hasta llegar a otro punto del centro de Madrid. Quizá Preciados, Carretas o Atocha. Y allí volverán a montar su mercado improvisado, hasta que la Policía vuelva a ahuyentarlos, en un eterno juego del gato y el ratón.
El 'top manta' fluctúa mucho y ahora estamos en una de las temporadas más altas que se recuerdanEsta secuencia es ahora especialmente habitual en las calles de Madrid. La Policía Municipal realiza actualmente 1.127 intervenciones mensuales relativas a la "protección de la propiedad intelectual e industrial en la vía pública", es decir, por venta ambulante de artículos falsificados (tales como CD pirata, ropa o complementos), según las últimas estadísticas oficiales de la Policía madrileña (de abril de 2013). Esta cifra supone un 42,1% más que las registradas en 2012, cuando se producían 793 intervenciones mensuales.
"Efectivamente, ha aumentado la cantidad de personas que se dedican a la venta ambulante, lo que se conoce como manteros. No es que ahora haya un mayor control, es que hay más personas vendiendo en la calle", aseguran fuentes de la Policía Municipal. "El fenómeno deltop manta fluctúa mucho. Va por temporadas y ahora estamos en una de las temporadas más altas que se recuerdan", añaden.
La mayoría de los manteros que operan en Madrid se concentran en el distrito Centro (con 524 intervenciones al mes), según los datos municipales. En concreto, suelen establecerse en las calles comerciales alrededor de Sol, como Preciados, Arenal, Mayor, Postas, Carretas o el Carmen. Aunque en el último año, su presencia se ha incrementado notablemente en otros distritos, como Puente de Vallecas (con un 146% más), sobre todo alrededor de Peña Gorbea; Chamberí (un 150% más) o Tetuán (un 80% más). Otro foco conocido por los policías madrileños es el parque del Retiro, donde los manteros suelen actuar los fines de semana.
"Los efectivos son insuficientes"
Los agentes que patrullan las calles de Madrid han detectado que este incremento se debe a "la llegada de muchos vendedores ambulantes que antes se buscaban la vida en provincias periféricas de España y ahora están confluyendo en Madrid; aquí tienen más oportunidad de vender", explica un policía. Pese al boom de manteros, "el Ayuntamiento no ha desplegado ningún operativo especial; seguimos con los mismos efectivos que siempre y a la vista está que no son suficientes", apunta Federico Sólvez, responsable de CC OO en la Polícía Municipal. Por su parte, para los dirigentes del Consistorio, "la actuación administrativa es de sanción con objeto de erradicar estos comportamientos; sancionamos cuando levanta acta la Policía Municipal", asegura la coordinadora general de Economía del Ayuntamiento de Madrid, María Dolores Flores.
Pago 200 € por el material; si la Policía me lo quito lo pierdo todoDesde el punto de vista policial, los manteros están cometiendo una ilegalidad y se les debe perseguir. Pero desde el lado de los manteros, la realidad tiene más matices: "No es agradable estar toda la vida corriendo por las calles delante de la Policía. Pero esta es la única forma que tengo de ganarme la vida y de alimentar a mi mujer y mis tres hijos en Senegal", cuenta Baye, de 35 años y vendedor de camisetas de fútbol falsificadas. Baye gana "12 o 15 euros al día" y envía una parte a su país. Aunque a ese dinero hay que descontarle el pago de las multas por vender en la calle y el dinero que se lleva el distribuidor que le entrega la mercancía falsificada.
"Lo peor es cuando los policías se llevan el material. Por estas camisetas [dice señalando la ropa expuesta en su manta] he pagado ya 200 euros al hombre que me las consigue. Si me lo quitan pierdo todo el dinero, así que nos toca correr", cuenta el senegalés. En cualquier caso, la relación entre policías y manteros rara vez es violenta: "Casi siempre nos dan tiempo a que nos vayamos. Van detrás nuestra, pero sin meter mucha presión. Ellos nos vigilan y nosotros los vigilamos a ellos", asegura Baye. "Los conocemos a casi todos. Los perseguimos porque están cometiendo una ilegalidad. Aunque sabemos que al final ellos se están buscando la vida", reconoce un agente municipal.
Mientras, las entidades humanitarias piden que se despenalice la venta de artículos falsificados. "Ahora mismo se persigue más al mantero, en lugar de centrarse en el distribuidor. Debería ser al revés: el que vende en la calle es el eslabón más débil de la cadena. Deberían sacar de las prohibiciones legales este tipo de conductas o, al menos, que el castigo para el mantero sea menor, acogiéndose a su estado de necesidad", defiende Juan Rubiño, abogado y asesor de la Asociación Sin Papeles de Madrid.
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones