EL ETERNO EMBRUJO DE LA ALHAMBRA
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Las fotografías del pionero Jean Laurent y las de Fernando Manso se confrontan en el Museo Arqueológico
Una muestra reúne 57 fotografías que ensalzan y homenajean la belleza inmarcesible de la Alhambra y del entorno del universal icono cultural y artístico de Granada. Separados por siglo y medio y unidos por la entusiasta celebración de su atractivo, se puede disfrutar ahora del trabajo de ambos fotógrafos en el Museo Arqueológico Nacional (MAN).
Comisariada por Carlos Sánchez, 'Una visión inédita de la Alhambra' recoge una veintena de instantáneas de Laurent y una treintena de Manso. Ambos retratan la Alhambra y su entorno bajo una mirada íntima y con máquinas de placas. La diferencia temporal se diluye con el uso de una técnica similar que acrecienta el encanto de los jardines y palacios andalusíes.
«Soy un poco romántico», dice Manso, que durante casi un año impresionó apenas cien placas en sus 500 horas «a la caza» de instantes decisivos. «Me estrujé la cabeza para dar con visiones diferentes que expresaran la magia del lugar», explica el fotógrafo, que solo exhibe 35 de sus obras de gran formato.
Sus largas exposiciones, hasta 40 segundos, con un punto crítico de enfoque, desaconsejan la presencia humana. «Quería oler, sentir y transmitir el alma de quienes vivieron allí y preguntarme por qué y cómo construyeron palacios y jardines», dice Manso, que no quiso revisar el trabajo de Laurent. De todos los rincones que fotografió le conmovió la Sala Central del baño de Comares, «donde la luz que filtran los tragaluces te transmite cómo debieron sentirse quienes estuvieron allí».
Sus fotos, de una insólita calidad pictórica, ofrecen visiones inéditas, diferentes y actuales de la Alhambra. Las atrapa con una máquina artesanal, construida a mano y por encargo por un experto japonés que dedica meses a cada uno de sus ingenios. Utiliza ópticas antiguas que llegan a costar 20.000 euros. Entiende Manso la fotografía «como un arte muy puro» y se desafía a sí mismo con una técnica «que no admite errores ni permite urgencias».
Las 22 obras de Laurent son de pequeño formato, 20 por 35 centímetros. Se han escogido de entre más de 400 imágenes que componían su catálogo original de la Alhambra. Se exhiben como en los gabinetes de curiosidades de la época y transportan al espectador al período en el que vivió el fotógrafo afincado en España. Laurent convirtió la foto «en una auténtica industria cultural, y es quien más imágenes ha aportado de la Alhambra», destaca la directora del Patronato de la Alhambra, María del Mar Villafranca. Su institución ha coleccionado y catalogado todo el trabajo conocido de Laurent sobre la Alhambra.
Fernando Manso (Madrid, 1961) se inició en la fotografía en EE UU. Trabajó para una multinacional japonesa antes de saltar a la foto publicitaria, que abandonó hace veinte años. Se dedica desde entonces a la fotografía artística, siempre cámaras analógicas de placas. Sus fotos reflejan su visión poética de las cosas. Se define como «un observador minucioso, romántico y respetuoso de la realidad» y «un fotógrafo de la belleza».
Jean Laurent (Garchizy, Nevers, 1816-Madrid, 1886) se estableció en España en 1843 y fue el fotógrafo comercial de más éxito del siglo XIX. Recorrió España y Portugal fotografiando todos los temas populares en su época. Reprodujo obras de arte, hizo reportajes de obras públicas, fotografía industrial, panorámicas de ciudades, paisajes, monumentos, retratos de personalidades y tipos populares. Viajaba en ferrocarril y empleaba un pequeño carruaje o 'carro-laboratorio' de campaña, donde preparaba y revelaba sus placas de vidrio al colodión. Fue 'Fotógrafo de Su Majestad la Reina' de 1861 a 1868.
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