BELEN ESTEBAN GANA EL TRONO DE GRAN HERMANO VIP
-
Aguasantas y Coman quedaron finalistas de un concurso en el que los enfrentamientos silenciaron los momentos entrañables
Belén Esteban es la flamante ganadora de ‘Gran Hermano VIP’. Tras
ella una Aguasantas Vilches se quedó en segundo lugar. La ‘princesa del
pueblo’, que dedicó el premio a su hija, a su madre y al programa,
anunció que dedicará los 100.000 euros del premio a la ONG Sor Lucía, al
padre Ángel, a Cáritas y al hijo de una compañera de Telecinco que
sufre parálisis cerebral. Belén Esteban ganó con el 67,9 de los votos,
frente al 32,1 de Aguasantas Viches.
Las dos finalistas fueron recibidas en los estudios de Telecinco en loor de multitudes, aclamadas por decenas de personas que hicieron un pasillo humano, pese a que la noche no era especialmente cálida. Una vez en el plató ambas fueron abrazadas por sus familiares y amigos. Belen, mucho más emocionada, rompió a llorar abrazada a su madre y le costó un buen rato consolarse.
Las primeras palabras de Belén fueron para expresa que “nunca había echado tanto de menos a los míos y necesitaba ya su calor”, incluido su novio Miguel, al que no le gusta mucho salir en televisión. “Fuera de la casa tenía lo que necesitaba, mi trabajo, mi familia. Dos meses te dan mucho que pensar”, apuntó la colaboradora de los programas del corazón de Telecinco.
Según explicó Belén, quería participar en ‘Gran Hermano VIP’ para demostrar a mucha gente “que no se lo cree todavía”, que tras las “época mala” ahora “estoy bien”.
De su paso por la casa hay momentos únicos, en los que bailó, interpretó, cantó, lloró, hizo ‘cocretas’ y polemizó –especialmente con Olvido Hormigos-. En todo momento estuvo pensando en Andrea, “porque por mi hija mato”. Incluso, pese a estar nominada, se salvo de la expulsión. La llamada ‘princesa del pueblo’ no dijo cuantas camisetas de color rosa, con el estampado ‘Andrea te quiero’, se llevó al programa.
Por su parte, Aguasantas aseguró, impactada todavía al encontrarse fuera de la casa, que “no he encontrado la palabra para describir lo que he vivido ahí dentro”. Según dijo esta joven sevillana de 22 años familiarmente emparentada con Encarna y Toñi Salazar, Azúcar Moreno y exnuera de Raquel Bollo, ahora también dedicada a la música, se lleva de ‘Gran Hermano’ el valorar que “cuando estás muy unida a tu familia, la necesitas” y por ello quiso “decir a todo el mundo que lo que tiene al lado que lo valore”.
“He sido como soy”, repitió a lo largo del ‘reality’ en diversas ocasiones Aguasantas, que hizo amistad con Belén Esteban y que también tuvo sus discrepancias con otras concursantes.
Por detrás de ellas, quedó Coman Mitogo un “euskoguineano” de 30 años, que llegó al País Vasco siendo niño con su familia guineana. Terminó ‘Gran Hermano VIP’ con 10,6% de los apoyos de la audiencia, lejos del 89,4% que se llevaron Belén y Augasanta.
Protagonista de momentos polémicos, este vecino de Irún (Guipúzcoa), aseguró una vez fuera que siempre trató de “aportar lo mejor posible” al grupo. “Nunca tuve que perdonar a ninguno de mis compañeros”, asegura Coman, que no dudó en acercarse a Olvido Hormigos, por la que “sintió una voz en mi corazón que me dijo que era una diosa”, o a Chari o la mismísima Aguasanta. Según Belén, “es el que aquí más toca y más besa”.
Las dos finalistas fueron recibidas en los estudios de Telecinco en loor de multitudes, aclamadas por decenas de personas que hicieron un pasillo humano, pese a que la noche no era especialmente cálida. Una vez en el plató ambas fueron abrazadas por sus familiares y amigos. Belen, mucho más emocionada, rompió a llorar abrazada a su madre y le costó un buen rato consolarse.
Las primeras palabras de Belén fueron para expresa que “nunca había echado tanto de menos a los míos y necesitaba ya su calor”, incluido su novio Miguel, al que no le gusta mucho salir en televisión. “Fuera de la casa tenía lo que necesitaba, mi trabajo, mi familia. Dos meses te dan mucho que pensar”, apuntó la colaboradora de los programas del corazón de Telecinco.
Según explicó Belén, quería participar en ‘Gran Hermano VIP’ para demostrar a mucha gente “que no se lo cree todavía”, que tras las “época mala” ahora “estoy bien”.
De su paso por la casa hay momentos únicos, en los que bailó, interpretó, cantó, lloró, hizo ‘cocretas’ y polemizó –especialmente con Olvido Hormigos-. En todo momento estuvo pensando en Andrea, “porque por mi hija mato”. Incluso, pese a estar nominada, se salvo de la expulsión. La llamada ‘princesa del pueblo’ no dijo cuantas camisetas de color rosa, con el estampado ‘Andrea te quiero’, se llevó al programa.
Por su parte, Aguasantas aseguró, impactada todavía al encontrarse fuera de la casa, que “no he encontrado la palabra para describir lo que he vivido ahí dentro”. Según dijo esta joven sevillana de 22 años familiarmente emparentada con Encarna y Toñi Salazar, Azúcar Moreno y exnuera de Raquel Bollo, ahora también dedicada a la música, se lleva de ‘Gran Hermano’ el valorar que “cuando estás muy unida a tu familia, la necesitas” y por ello quiso “decir a todo el mundo que lo que tiene al lado que lo valore”.
“He sido como soy”, repitió a lo largo del ‘reality’ en diversas ocasiones Aguasantas, que hizo amistad con Belén Esteban y que también tuvo sus discrepancias con otras concursantes.
Por detrás de ellas, quedó Coman Mitogo un “euskoguineano” de 30 años, que llegó al País Vasco siendo niño con su familia guineana. Terminó ‘Gran Hermano VIP’ con 10,6% de los apoyos de la audiencia, lejos del 89,4% que se llevaron Belén y Augasanta.
Protagonista de momentos polémicos, este vecino de Irún (Guipúzcoa), aseguró una vez fuera que siempre trató de “aportar lo mejor posible” al grupo. “Nunca tuve que perdonar a ninguno de mis compañeros”, asegura Coman, que no dudó en acercarse a Olvido Hormigos, por la que “sintió una voz en mi corazón que me dijo que era una diosa”, o a Chari o la mismísima Aguasanta. Según Belén, “es el que aquí más toca y más besa”.
Comentarios
Publicar un comentario