SOLO SE HAN HECHO 10% DE LAS CASAS PREVISTAS HACE 15 AÑOS
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Quedan 2,5 millones de metros cuadrados del PGOU de la capital por urbanizar, en los que se podrán construir 10.000 viviendas
El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la capital se aprobó
en noviembre del año 2000. Se trata de dos volúmenes en papel en los que
se recogía el futuro de la ciudad. Es una herramienta con la que
trabaja el Ayuntamiento para regir los destinos de la ciudad, ya que ahí
se plasman cuáles debían ser zonas verdes, cuáles zonas edificables y
por dónde iba a crecer la capital. En aquel 2001 se preveía urbanizar
3,5 millones de metros cuadrados en la capital, un suelo en el que se
iban a construir más de 11.000 viviendas, además de terrenos destinados a
otros usos. Pero estalló la burbuja inmobiliaria, llegó la crisis y
solo se ejecutaron el 10% de las casas y pisos previstos.
Actualmente hay suelo disponible para levantar 10.000 viviendas. En el PGOU se preveía darle uso a unos 3,5 millones de metros cuadrados, pero de aquellas previsiones solo se ha ejecutado alrededor de un 10%. El plan parcial del Campus de la Salud, con 976 viviendas proyectadas, es casi el único que se ha llevado a cabo, según explica la concejala de Urbanismo, Isabel Nieto. También se han llevado a cabo los 144 pisos del edificio Apache, en la Chana, donde también se hizo el parque y el espacio deportivo. En el llamado plan parcial N4, en la zona de Extensión Norte -tras la estación de autobuses- «se han hecho algunos edificios, otros se han paralizado las obras y otras no han empezado», resume Nieto.
El resto del suelo que iba a hacer crecer la ciudad permanece igual que antes de la redacción del PGOU. Cerca de 2,5 millones de metros cuadrados esperan la llegada de tiempos mejores, cuando la recuperación de la economía genere nuevas necesidades. Porque en este momento, con las cifras de paro y los salarios actuales, la ciudad tiene bastantes pisos con lo ya construido.
La responsable del urbanismo municipal explica que en 2007 incluso se empezó a plantear la necesidad de un nuevo PGOU, «pero no ha hecho falta». El plan municipal de vivienda establecía que la ciudad necesitaba unas quinientas viviendas al año. Con esos cálculos, en Granada no haría falta liberar suelo para construir en los próximos veinte años.
«Caso distinto son los planes parciales Oeste, donde decidimos urbanizar aunque no se edificaran las viviendas, para que los dos colegios que hay allí no estuvieran en mitad del campo», explica Nieto.
El gerente de la Asociación de Constructores y Promotores, Francisco Martínez Cañavate, explica que urbanizar cuesta unos cien euros el metro lineal. Con ese precio, los promotores tendrían que invertir millones de euros 'a fondo perdido' si los ayuntamientos les estuvieran obligando a urbanizar. «No está habiendo problemas porque todos los ayuntamientos entienden la situación. Es muchísimo dinero. Se están urbanizando conforme hay proyecto para edificar», señala el representante de los constructores.
Esta situación también está afectando a los planes de ordenación urbana. «En todos los municipios hay obligaciones téoricas de urbanizar y edificar, pero con la crisis no se están cumpliendo los PGOU», resume Martínez Cañavate.
Para la edil de Urbanismo de la capital, con la situación actual habría que plantearse algún cambio en la ley de suelo para que las actuaciones de los municipios cuenten con un respaldo legal.
Martínez Cañavate confía en que mejore el empleo, para que haya mayor demanda de viviendas, y que comience a fluir el crédito, porque actualmente las entidades financieras imponen que se haya vendido la mitad de la promoción antes de construir, para prestar dinero a los promotores.
Actualmente hay suelo disponible para levantar 10.000 viviendas. En el PGOU se preveía darle uso a unos 3,5 millones de metros cuadrados, pero de aquellas previsiones solo se ha ejecutado alrededor de un 10%. El plan parcial del Campus de la Salud, con 976 viviendas proyectadas, es casi el único que se ha llevado a cabo, según explica la concejala de Urbanismo, Isabel Nieto. También se han llevado a cabo los 144 pisos del edificio Apache, en la Chana, donde también se hizo el parque y el espacio deportivo. En el llamado plan parcial N4, en la zona de Extensión Norte -tras la estación de autobuses- «se han hecho algunos edificios, otros se han paralizado las obras y otras no han empezado», resume Nieto.
El resto del suelo que iba a hacer crecer la ciudad permanece igual que antes de la redacción del PGOU. Cerca de 2,5 millones de metros cuadrados esperan la llegada de tiempos mejores, cuando la recuperación de la economía genere nuevas necesidades. Porque en este momento, con las cifras de paro y los salarios actuales, la ciudad tiene bastantes pisos con lo ya construido.
La responsable del urbanismo municipal explica que en 2007 incluso se empezó a plantear la necesidad de un nuevo PGOU, «pero no ha hecho falta». El plan municipal de vivienda establecía que la ciudad necesitaba unas quinientas viviendas al año. Con esos cálculos, en Granada no haría falta liberar suelo para construir en los próximos veinte años.
Situación 'alegal'
Pero más allá de la realidad palpable de que ya no hay grúas en el
horizonte, la situación actual ha dejado a ayuntamientos y promotores en
un limbo 'alegal'. La concejala de Urbanismo, Isabel Nieto, explica que
un seguimiento estricto de la Ley de Suelo obligaría a incluir en el
Registro de Solares aquellos terrenos urbanos en los que no se haya
llevado a cabo la edificación. «La inclusión en este registro supondría
que los promotores tendrían que urbanizar -hacer calles y aceras- en el
plazo de un año, algo que no tiene lógica si no se va a construir,
porque no hay demanda», resume la edil. Para no poner en este aprieto a
los constructores, desde el Ayuntamiento de la capital solo están
incluyendo en el citado registro aquellas parcelas que realmente están
ruina y enclavadas en otras zonas totalmente urbanizadas. En caso
contrario, se producirían situaciones tan extrañas como lo ocurrido en
la Azulejera, donde se ha urbanizado -se han hecho los viales y las
aceras- un solar de 264.000 metros cuadrados pero no se han construido
las 1.331 viviendas proyectadas en el plan de ordenación. Ahora mismo
hay unas flamantes carreteras y aceras, se incluyeron las acometidas
subterráneas y hasta se pusieron farolas y plantaron árboles, pero no
hay vecinos, casas, ni se le da uso al suelo.«Caso distinto son los planes parciales Oeste, donde decidimos urbanizar aunque no se edificaran las viviendas, para que los dos colegios que hay allí no estuvieran en mitad del campo», explica Nieto.
El gerente de la Asociación de Constructores y Promotores, Francisco Martínez Cañavate, explica que urbanizar cuesta unos cien euros el metro lineal. Con ese precio, los promotores tendrían que invertir millones de euros 'a fondo perdido' si los ayuntamientos les estuvieran obligando a urbanizar. «No está habiendo problemas porque todos los ayuntamientos entienden la situación. Es muchísimo dinero. Se están urbanizando conforme hay proyecto para edificar», señala el representante de los constructores.
Esta situación también está afectando a los planes de ordenación urbana. «En todos los municipios hay obligaciones téoricas de urbanizar y edificar, pero con la crisis no se están cumpliendo los PGOU», resume Martínez Cañavate.
Para la edil de Urbanismo de la capital, con la situación actual habría que plantearse algún cambio en la ley de suelo para que las actuaciones de los municipios cuenten con un respaldo legal.
Poca actividad
En el caso de la capital, el representante de los promotores explica
que el ritmo de edificación ha estado prácticamente parado, a excepción
de pequeñas promociones en lugares muy concretos. «En Granada sigue
habiendo actividad en la zona de Parque Lagos, por ejemplo. Resulta
atractiva y ya se ha terminado una promoción y ahora está empezando otra
junto al Parque Tico Medina». También se han hecho durante la crisis
las viviendas del Campus de la Salud y alguna promoción detrás de la
Estación de Autobuses. «Casos muy concretos que resultan atractivos por
el desarrollo de la zona, calidades de las viviendas, etc.».Martínez Cañavate confía en que mejore el empleo, para que haya mayor demanda de viviendas, y que comience a fluir el crédito, porque actualmente las entidades financieras imponen que se haya vendido la mitad de la promoción antes de construir, para prestar dinero a los promotores.
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