TODO JAEN SE VA DE FERIA
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Lleno a reventar en la Institución Ferial en una jornada plena de actos, degustaciones, actuaciones y demostraciones de lo mejor de cada pueblo de la provincia. Hoy es el último día
La Feria de los Pueblos llenó el recinto de la Institución Ferial. Un
lleno de reventón, de día grande de Expoliva (que en Jaén es decir lo
máximo), de parking lleno de autobuses de los pueblos, de familias al
completo pisando moqueta, con los niños tirando hacia las atracciones
infantiles y los padres hacia los puestos de chorizo y lomo serranos. De
'incógnito', el presidente de la Diputación, Francisco Reyes, y la
vicepresidenta Pilar Parra -promotores y organizadores del evento-
recorriendo los stand y repartiendo abrazos, al margen de todo
protocolo. Ayer todo Jaén se fue de feria, y todo Jaén estaba en la
feria.
El programa de actos, intensísimo. Hasta 66 actos venían en el listado oficial de actividades. Por el pabellón principal de Ifeja no cesaba el trajín de las Mascarillas de Rus, de Moros y Cristianos de Bélmez y Campillo de Arenas, de caballeros, demonios y brujas de las fiestas medievales de Sabiote. En un rincón unas mujeres arreglaban muñecas. Otro grupo hacía esparto. Un experto en el mimbre dejaba a otros boquiabiertos. Un esquilador pelaba media docena de ovejas en un santiamén para pasmo de la concurrencia. Sobre el escenario, el desfile de artistas no cesaba.
Se acercaba la hora de comer y de cada rincón del recinto surgían aromas sugerentes: gachamigas de Jódar, platos de inspiración romana de la Sierra de Segura, cordero, potaje de habas con berenjenas y ponche arjonillero, aguacebá de Cambil ... Hoy la fiesta continúa, ya con un programa más reducido y hasta las dos de la tarde.
El programa de actos, intensísimo. Hasta 66 actos venían en el listado oficial de actividades. Por el pabellón principal de Ifeja no cesaba el trajín de las Mascarillas de Rus, de Moros y Cristianos de Bélmez y Campillo de Arenas, de caballeros, demonios y brujas de las fiestas medievales de Sabiote. En un rincón unas mujeres arreglaban muñecas. Otro grupo hacía esparto. Un experto en el mimbre dejaba a otros boquiabiertos. Un esquilador pelaba media docena de ovejas en un santiamén para pasmo de la concurrencia. Sobre el escenario, el desfile de artistas no cesaba.
Se acercaba la hora de comer y de cada rincón del recinto surgían aromas sugerentes: gachamigas de Jódar, platos de inspiración romana de la Sierra de Segura, cordero, potaje de habas con berenjenas y ponche arjonillero, aguacebá de Cambil ... Hoy la fiesta continúa, ya con un programa más reducido y hasta las dos de la tarde.
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