UN CENTRO DEL DIA DEL ZAIDIN PIDE AUXILIO PARA NO DEJAR SIN ATENCIÓN A 24 MAYORES
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Eugeria está en concurso de acreedores y solo un cambio de titularidad a otra empresa interesada evitará el cierre y el despido de diez personas
Son malos tiempos para la lírica social. Al menos, para la que cruza
sus cimientos con la esfera pública y depende en gran medida del
sustento económico de las administraciones. En el Zaidín, al final de la
avenida de Cádiz, se encuentra el centro de día para mayores Eugeria.
En sus instalaciones, ubicadas en los bajos de un edificio de viviendas
del número 68, son atendidos cada día 24 abueletes, hombres y mujeres
con necesidad de atención por motivos diversos de salud o de soledad.
Son dependientes y, la gran mayoría, o no pueden ser atendidos por sus
familias o ni siquiera tienen ya seres queridos alrededor que puedan
hacerles más llevaderas las jornadas.
Allí transcurren sus vidas diurnas bajo la atención de diez profesionales. De noche, regresan a sus hogares. Eugeria es su segunda casa, sino la primera, por el número de horas que pasan en el centro de día. De los 24 usuarios, 16 están bajo régimen concertado, es decir, que la Junta de Andalucía, responsable en materia de dependencia, subvenciona sus estancias en el hogar diurno, donde se distraen, leen, hacen ejercicio, comen, se echan una siesta, ven la televisión o charlan con sus compañeros bajo los cuidados de los trabajadores. Pero Eugeria tiene problemas económicos, puede verse abocado al cierre y dejar sin centro de atención de día a los 24 ancianos y sin empleo a sus diez empleados, en su mayoría mujeres con contrato indefinido.
La mala situación financiera, por la reducción del número de usuarios -llegó a alberga a 40 mayores- y del número de plazas concertadas con la Junta de Andalucía, obligó a la empresa que lo gestiona a presentar un concurso de acreedores el pasado mes de diciembre. Su administrador y propietario único de la empresa, David Lechuga, no encontró otra solución al verse rodeado de impagos. No vio más salida, su empresa ya era inviable. El juzgado de lo mercantil aprobó el concurso y el administrador concursal puso cierto orden. Negoció algunas pequeñas quitas que han subsanado en cierto modo la crisis. Sin embargo, las soluciones aportadas son insuficientes y para que Eugeria mantenga abiertas sus puertas necesita un cambio de titularidad, es decir, que otra empresa saneada se haga cargo de las deudas que aún quedan pendientes y de la gestión diaria del centro de día. Ofertas no faltan. Dos empresas se han mostrado dispuesta a ello. Una, incluso, ha firmado un precontrato en el que se compromete a mantener el centro abierto y a salvar todos los puestos de trabajo, sin despedir a nadie. De hecho, ha entregado una fianza a cambio para corroborar su interés.
Lo que solicita Lechuga es que en lugar de que las mensualidades las pague su empresa, lo haga que la finalmente se quede con la gestión del centro de día, un hogar para mayores que él mismo promovió con su dinero hace ya siete años tras alquilar el local donde se ubica. «Algunos de nuestros usuarios llevan aquí desde el primer día», señala. Desde la Delegación Territorial de Salud, Igualdad y Bienestar Social, su titular, Higinio Almagro, dio su visto bueno a la permuta, según asegura David Lechuga, pero la Assda, desde Sevilla, lo denegó.
Entre los usuarios hay personas con demencia senil, otras con alzhéimer, con problemas de movilidad... Ocho de ellas pagan los 800 euros al mes que cuesta sus estancia diurna allí con sus propios medios. Las 16 que está bajo régimen concertado, reciben una subvención del 40% por parte de la Junta de Andalucía, es decir, unos 320 euros. El resto lo sufragan con el dinero de sus pensiones.
Los mayores no quieren marcharse de allí, quieren que siga abierto porque para ellos es su vida, su día a día, y muchos no tienen dónde ir. Es lo que señalan al periodista. Quienes les atienden cada jornada, lógicamente, tampoco quieren el cierre. Atender a los mayores es su vocación y también su sustento.
Allí transcurren sus vidas diurnas bajo la atención de diez profesionales. De noche, regresan a sus hogares. Eugeria es su segunda casa, sino la primera, por el número de horas que pasan en el centro de día. De los 24 usuarios, 16 están bajo régimen concertado, es decir, que la Junta de Andalucía, responsable en materia de dependencia, subvenciona sus estancias en el hogar diurno, donde se distraen, leen, hacen ejercicio, comen, se echan una siesta, ven la televisión o charlan con sus compañeros bajo los cuidados de los trabajadores. Pero Eugeria tiene problemas económicos, puede verse abocado al cierre y dejar sin centro de atención de día a los 24 ancianos y sin empleo a sus diez empleados, en su mayoría mujeres con contrato indefinido.
La mala situación financiera, por la reducción del número de usuarios -llegó a alberga a 40 mayores- y del número de plazas concertadas con la Junta de Andalucía, obligó a la empresa que lo gestiona a presentar un concurso de acreedores el pasado mes de diciembre. Su administrador y propietario único de la empresa, David Lechuga, no encontró otra solución al verse rodeado de impagos. No vio más salida, su empresa ya era inviable. El juzgado de lo mercantil aprobó el concurso y el administrador concursal puso cierto orden. Negoció algunas pequeñas quitas que han subsanado en cierto modo la crisis. Sin embargo, las soluciones aportadas son insuficientes y para que Eugeria mantenga abiertas sus puertas necesita un cambio de titularidad, es decir, que otra empresa saneada se haga cargo de las deudas que aún quedan pendientes y de la gestión diaria del centro de día. Ofertas no faltan. Dos empresas se han mostrado dispuesta a ello. Una, incluso, ha firmado un precontrato en el que se compromete a mantener el centro abierto y a salvar todos los puestos de trabajo, sin despedir a nadie. De hecho, ha entregado una fianza a cambio para corroborar su interés.
Autorizado por el juez
«Antes del concurso llegue a conseguir un comprador, pero la Junta de
Andalucía, a través de la Agencia de Servicios Sociales y Dependencia
de Andalucía (Assda), me denegó el cambio de titularidad. La única
solución que vi fue el concurso de acreedores para intentar conseguir
viabilidad. Con la ayuda del administrador concursal conseguimos
restablecer los pagos. Hemos llegado a acuerdos con todo el mundo y
hemos recibido esas dos ofertas. El juez va a autoriza la compraventa de
la unidad productiva, pero volvemos a topar con la Junta de Andalucía,
que niega el cambio».Lo que solicita Lechuga es que en lugar de que las mensualidades las pague su empresa, lo haga que la finalmente se quede con la gestión del centro de día, un hogar para mayores que él mismo promovió con su dinero hace ya siete años tras alquilar el local donde se ubica. «Algunos de nuestros usuarios llevan aquí desde el primer día», señala. Desde la Delegación Territorial de Salud, Igualdad y Bienestar Social, su titular, Higinio Almagro, dio su visto bueno a la permuta, según asegura David Lechuga, pero la Assda, desde Sevilla, lo denegó.
Entre los usuarios hay personas con demencia senil, otras con alzhéimer, con problemas de movilidad... Ocho de ellas pagan los 800 euros al mes que cuesta sus estancia diurna allí con sus propios medios. Las 16 que está bajo régimen concertado, reciben una subvención del 40% por parte de la Junta de Andalucía, es decir, unos 320 euros. El resto lo sufragan con el dinero de sus pensiones.
Los mayores no quieren marcharse de allí, quieren que siga abierto porque para ellos es su vida, su día a día, y muchos no tienen dónde ir. Es lo que señalan al periodista. Quienes les atienden cada jornada, lógicamente, tampoco quieren el cierre. Atender a los mayores es su vocación y también su sustento.
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