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Así se lo comunicó Costas el domingo a los vecinos, en un encuentro en el que participó también el edil de Carlos Sánchez, que confirma que así será si todo va según lo previsto
Los vecinos de Costacabana encararon el siempre difícil lunes de la
mejor manera posible. No es de extrañar, pues el domingo les confirmaron
desde Costas que las obras de regeneración de la playa del barrio ya
tienen fecha de inicio aproximada. Si todo «va según lo previsto»
comenzarán en el mes de abril. De no ser así, en el peor de los
escenarios las excavadoras siempre comenzarían a mover tierras antes de
los meses de verano.
La asociación de vecinos Bahía de Costacabana celebró su asamblea anual. Para la ocasión invitaron al jefe del Servicio Provincial de Costas, Miguel Ángel Castillo, y al concejal de Playas del Consistorio almeriense, Carlos Sánchez. El objetivo estaba claro: que arrojasen algo de luz sobre el proyecto de obra que acabará de una vez por todas con el problema endémico de esta zona del litoral. Quizás el tramo más conflictivo por la cruenta injerencia del mar en la continua regresión de la playa. Desde siempre un poco de viento ha sido suficiente para hacer desaparecer de un plumazo toda posibilidad de poder disfrutar de esta zona de la costa almeriense.
Pero es que además del incordio que supone este hecho que hace aflorar todo tipo de piedras, hierros, canalizaciones o cableado, los vecinos tienen que lidiar con la incertidumbre y el desasosiego que produce vivir en invierno a escasos metros de un litoral bastante hostil y peligroso. Esto es debido a la fuerza en la que golpea el mar a la costa empujado por el fuerte viento que ha conseguido derribar, entre otras cosas, partes del muro de contención del paseo marítimo.
Es sobre todo por esta última cuestión que el Consistorio empujó al Gobierno central a que declarase esta actuación como de emergencia. Y así ha sido. El pasado mes junio se presentaron cinco alternativas, todas viables desde el punto de vista medioambiental, técnico y económico, para solucionar el problema, y el Consejo de Ministros del pasado 6 de marzo aprobó la partida.
El proyecto
Las obras comienzan seguro antes de verano. La lógica es empezarlas cuanto antes para que el barrio pueda disfrutar de su playa ya desde la próxima temporada estival, teniendo claro que esta está ya descartada de antemano por el plazo de ejecución de las obras. Según explicó el concejal Carlos Sánchez, este es de nueve meses, aunque espera que la empresa adjudicataria pueda ser capaz de acortarlo.
Pase lo que pase, lo único fijo es que el inicio no puede dilatarse mucho en el tiempo. Y esto quiere decir a después del verano, porque no se asegura a que las obras vayan a estar listas entonces para la siguiente temporada estival, que es el objetivo primordial. «Visto los precedentes con los aportes de arena es mejor perder un verano que los dos», dijo un Carlos Sánchez que concretó a los vecinos lo que será la actuación municipal tras la conclusión de las obras.
Antes, Castillo detalló la solución que se va a dar a esta zona rebelde de la costa. La inversión asciende a 2,4 millones de euros y las obras suponen la construcción de cuatro espigones rectos, de una longitud de 125 metros cada uno, y uno curvo, de 135 metros y que irá en uno de los extremos. Además se aportará 125.000 metros cúbicos de arena, los que generará una playa, según las estimaciones, de 42.000 metros cúbicos de grano grueso de unos diez milímetros de diámetro.
Asimismo, las obras comenzarán en la zona del Levante, concretamente en la parte de la Algaida, y serán completamente respetuosas con el fondo marino. Así lo aseguró Sánchez, quien indicó que si se habían demorado había sido precisamente para no causar un menoscabo medioambiental en esta zona del litoral. «Cuando terminen las obras el Consistorio dotará a esta playa de los mismos servicios con los que cuenta el resto de playas de la capital», concluyó el edil.
La asociación de vecinos Bahía de Costacabana celebró su asamblea anual. Para la ocasión invitaron al jefe del Servicio Provincial de Costas, Miguel Ángel Castillo, y al concejal de Playas del Consistorio almeriense, Carlos Sánchez. El objetivo estaba claro: que arrojasen algo de luz sobre el proyecto de obra que acabará de una vez por todas con el problema endémico de esta zona del litoral. Quizás el tramo más conflictivo por la cruenta injerencia del mar en la continua regresión de la playa. Desde siempre un poco de viento ha sido suficiente para hacer desaparecer de un plumazo toda posibilidad de poder disfrutar de esta zona de la costa almeriense.
Pero es que además del incordio que supone este hecho que hace aflorar todo tipo de piedras, hierros, canalizaciones o cableado, los vecinos tienen que lidiar con la incertidumbre y el desasosiego que produce vivir en invierno a escasos metros de un litoral bastante hostil y peligroso. Esto es debido a la fuerza en la que golpea el mar a la costa empujado por el fuerte viento que ha conseguido derribar, entre otras cosas, partes del muro de contención del paseo marítimo.
Es sobre todo por esta última cuestión que el Consistorio empujó al Gobierno central a que declarase esta actuación como de emergencia. Y así ha sido. El pasado mes junio se presentaron cinco alternativas, todas viables desde el punto de vista medioambiental, técnico y económico, para solucionar el problema, y el Consejo de Ministros del pasado 6 de marzo aprobó la partida.
El proyecto
Las obras comienzan seguro antes de verano. La lógica es empezarlas cuanto antes para que el barrio pueda disfrutar de su playa ya desde la próxima temporada estival, teniendo claro que esta está ya descartada de antemano por el plazo de ejecución de las obras. Según explicó el concejal Carlos Sánchez, este es de nueve meses, aunque espera que la empresa adjudicataria pueda ser capaz de acortarlo.
Pase lo que pase, lo único fijo es que el inicio no puede dilatarse mucho en el tiempo. Y esto quiere decir a después del verano, porque no se asegura a que las obras vayan a estar listas entonces para la siguiente temporada estival, que es el objetivo primordial. «Visto los precedentes con los aportes de arena es mejor perder un verano que los dos», dijo un Carlos Sánchez que concretó a los vecinos lo que será la actuación municipal tras la conclusión de las obras.
Antes, Castillo detalló la solución que se va a dar a esta zona rebelde de la costa. La inversión asciende a 2,4 millones de euros y las obras suponen la construcción de cuatro espigones rectos, de una longitud de 125 metros cada uno, y uno curvo, de 135 metros y que irá en uno de los extremos. Además se aportará 125.000 metros cúbicos de arena, los que generará una playa, según las estimaciones, de 42.000 metros cúbicos de grano grueso de unos diez milímetros de diámetro.
Asimismo, las obras comenzarán en la zona del Levante, concretamente en la parte de la Algaida, y serán completamente respetuosas con el fondo marino. Así lo aseguró Sánchez, quien indicó que si se habían demorado había sido precisamente para no causar un menoscabo medioambiental en esta zona del litoral. «Cuando terminen las obras el Consistorio dotará a esta playa de los mismos servicios con los que cuenta el resto de playas de la capital», concluyó el edil.
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