IDEAL.ES
"HACEMOS LO IMPOSIBLE PARA RECUPERAR LA FIGURA DE CARLOS CANOS"
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Amaranta Cano y Leonardo Murcia | Asociación Memoria Carlos Cano
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La hija mayor del artista decidió hace seis años dejar de lado su faceta de bióloga para dedicarse en cuerpo y alma a rescatar la memoria artística y cultural de su padre, fallecido hace 15 años
Amaranta Cano sonríe y las líneas de expresión de sus ojos se
arrugan, lo mismo que le ocurre a su socio, Leonardo Murcia, con quien
comparte un paseo por el Realejo, el barrio donde nació el padre de
ella, Carlos Cano, el 28 de enero de 1946. Que a ambos se les encojan
los ojos al reírse es la prueba -según los psicólogos- de que son
francos en sus emociones. Ella se llama así por el personaje de 'Cien
años de Soledad' y él, por el renacentista italiano. Con sus respectivos
nombres, sacados del mundo de las artes, coincidieron por casualidad,
hace quince años, y se fraguó una amistad que perdura. Y así, contentos,
pero agotados, comentan que llevan algo más de medio año entregados en
recuperar la voz, la actitud, el compromiso y el discurso humanista de
Carlos Cano, maltratado por las instituciones -hasta ahora-, pero
querido siempre por el pueblo.
En ese tiempo, los dos han escudriñado archivos sonoros, bibliotecas y videotecas de media España para inventariar todo lo referente a un granadino que allá en los años 70, siguiendo a Juan de Loxa, participó en movimientos rupturistas y antifranquistas cristalizados en revistas como 'Poesía 70' o en el Manifiesto Canción del Sur, un movimiento protesta en mitad de la dictadura. «Yo he redescubierto a mi padre», espeta Amaranta, la primogénita de los tres hijos del artista, fallecido el 10 de diciembre del año 2000 por un aneurisma de aorta.
Fue precisamente ella quien, una década después de la muerte de su progenitor, decidió abandonar la senda de la biología para dedicarse en cuerpo y alma a poner a Carlos Cano en su merecido lugar artístico. A aquello, le siguió la reedición de 11 discos del artista con EMI. Y un proyecto mucho más personal: la aparición en 2012 de un cedé con canciones grabadas al piano en la última gira del cantante -Granada, Nueva York y La Habana-, entre 1999 y 2000. Con una edición extraordinaria, el álbum fue producido por Carlos Cano Producciones, dirigido y realizado por Amaranta y Paloma Cano, junto a Raúl Alcover. «Descubrir ese material de la última gira y un inédito ha sido una de las cosas más emocionantes de esta etapa», apostilla la descendiente del creador, apoyada en lo laboral por el ingeniero Leonardo Murcia.
Entre sus planes, hay uno especialmente emocionante: realizar una exposición retrospectiva en el Palacio de Carlos V con fotografías relacionadas con la biografía de uno de los artistas españoles más influyentes.
Leonardo Murcia insiste en la importancia de su trabajo y su pensamiento, entroncados con la historia de Andalucía, «también es fundamental para entender el desarrollo de la música popular de nuestro tiempo». «No sólo estamos recuperando la memoria de mi padre, sino la memoria de la Andalucía más reciente, aquella que superó el complejo de inferioridad», destaca la hija del intérprete de 'Habaneras de Cádiz'.
Amaranta y Leo - cuya oficina se ubica en la casa que Carlos Cano y su familia tenía en la Vega de Granada- evocan su sentido ético y estético, su visión abierta, mestiza, idealista y crítica del mundo. «Su mirada sigue siendo absolutamente vigente y actual, ahora más que nunca. Su canto contra la guerra, contra el racismo, por la justicia social, por la dignidad del ser humano o por los sueños parece estar construido para los días presentes», espeta el ingeniero, quien como el cantante anhela un mundo más bello, más justo y apasionante.
La primogénita del cantautor aún se estremece cuando recuerda cómo en pueblos perdidos de Andalucía, donde hacía trabajo de campo sobre la memoria histórica, la gente le dice que echa de menos a Carlos Cano. «Hay detalles afectivos muy bonitos, como cuando alguien te dice '¿te puedo abrazar?'. Yo creo que hoy su discurso es más actual que nunca, por eso hacemos lo imposible por recuperar su figura», se despiden.
En ese tiempo, los dos han escudriñado archivos sonoros, bibliotecas y videotecas de media España para inventariar todo lo referente a un granadino que allá en los años 70, siguiendo a Juan de Loxa, participó en movimientos rupturistas y antifranquistas cristalizados en revistas como 'Poesía 70' o en el Manifiesto Canción del Sur, un movimiento protesta en mitad de la dictadura. «Yo he redescubierto a mi padre», espeta Amaranta, la primogénita de los tres hijos del artista, fallecido el 10 de diciembre del año 2000 por un aneurisma de aorta.
Fue precisamente ella quien, una década después de la muerte de su progenitor, decidió abandonar la senda de la biología para dedicarse en cuerpo y alma a poner a Carlos Cano en su merecido lugar artístico. A aquello, le siguió la reedición de 11 discos del artista con EMI. Y un proyecto mucho más personal: la aparición en 2012 de un cedé con canciones grabadas al piano en la última gira del cantante -Granada, Nueva York y La Habana-, entre 1999 y 2000. Con una edición extraordinaria, el álbum fue producido por Carlos Cano Producciones, dirigido y realizado por Amaranta y Paloma Cano, junto a Raúl Alcover. «Descubrir ese material de la última gira y un inédito ha sido una de las cosas más emocionantes de esta etapa», apostilla la descendiente del creador, apoyada en lo laboral por el ingeniero Leonardo Murcia.
Asociación
Los dos se unieron a Alicia Sánchez, mujer de Carlos Cano; Ángel del
Río, antropólogo; Juan Miguel Morales, fotógrafo; y Omar Jurado,
periodista, para crear en 2015 la asociación Memoria Carlos Cano, cuya
primera iniciativa consistirá en colocar una placa en la casa natal del
artista el día 28 de este mes -que fue cuando nació-. Luego vendrá la
gran puesta en escena, que será un homenaje que el mundo de la música le
va a brindar al trovador granadino el próximo 12 de marzo en el Palacio
de Deportes de Granada, donde interpretarán sus canciones, entre otros,
artistas como Estrella Morente, Misia, Miguel Ríos, Silvia Pérez Cruz,
Pasión Vega, Luis Pastor, Jota, Kiko Veneno... «Trabajamos día y noche
en organizar este acto con motivo del 70 aniversario de su nacimiento.
Nos hemos arriesgado... porque los gastos de organización son altísimos,
aunque los artistas actúan de manera solidaria. Gracias a los
patrocinadores, el Ayuntamiento, la Diputación y CajaGranada, y las
empresas colaboradoras, y a que confiamos en la venta de entradas, lo
sacaremos adelante», narran ambos, ilusionados a la vez que preocupados.Entre sus planes, hay uno especialmente emocionante: realizar una exposición retrospectiva en el Palacio de Carlos V con fotografías relacionadas con la biografía de uno de los artistas españoles más influyentes.
Leonardo Murcia insiste en la importancia de su trabajo y su pensamiento, entroncados con la historia de Andalucía, «también es fundamental para entender el desarrollo de la música popular de nuestro tiempo». «No sólo estamos recuperando la memoria de mi padre, sino la memoria de la Andalucía más reciente, aquella que superó el complejo de inferioridad», destaca la hija del intérprete de 'Habaneras de Cádiz'.
Amaranta y Leo - cuya oficina se ubica en la casa que Carlos Cano y su familia tenía en la Vega de Granada- evocan su sentido ético y estético, su visión abierta, mestiza, idealista y crítica del mundo. «Su mirada sigue siendo absolutamente vigente y actual, ahora más que nunca. Su canto contra la guerra, contra el racismo, por la justicia social, por la dignidad del ser humano o por los sueños parece estar construido para los días presentes», espeta el ingeniero, quien como el cantante anhela un mundo más bello, más justo y apasionante.
La primogénita del cantautor aún se estremece cuando recuerda cómo en pueblos perdidos de Andalucía, donde hacía trabajo de campo sobre la memoria histórica, la gente le dice que echa de menos a Carlos Cano. «Hay detalles afectivos muy bonitos, como cuando alguien te dice '¿te puedo abrazar?'. Yo creo que hoy su discurso es más actual que nunca, por eso hacemos lo imposible por recuperar su figura», se despiden.
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