Aunque no ocultó su enfermedad, fueron pocos los datos que se dieron sobre el tipo de leucemia que Concha García Campoy recibió. Sin embargo, los pasos seguidos por sus médicos y el terrible final de la periodista indican que la suya debió ser una de las leucemias más graves.
Los tratamientos a los que fue sometida la presentadora son los habituales para intentar erradicar una leucemia. Sin embargo, en muchos casos el intervalo de tiempo que va entre uno y otro es de años, pero en su caso sólo pasaron unos meses para completar todas las opciones terapéuticas que existen en esta enfermedad.
En enero de 2012 Campoy anunció su enfermedad por twitter y al poco tiempo se sometió a una quimioterapia para intentar eliminar todas las células defectuosas que le originan la enfermedad. Muchos pacientes responden a este tratamiento, pero en otros casos la leucemia aparece tiempo después.
El siguiente paso para tratar una recaída es el trasplante de médula. La médula ósea del enfermo, que es la responsable de la producción de las células malignas, se destruye con medicamentos y se sustituye por una médula sana. En términos generales, no se suele utilizar la médula del propio paciente para este trasplante sino que se recurre a un donante compatible ya que la enfermedad probablemente volvería a aparecer. Pero si no hay médula compatible, se opta por un autotrasplante, como fue el caso de la periodista o como también ocurrió con el tenor José Carreras. En el segundo caso funcionó, en cambio no pasó lo mismo con Campoy.
El último eslabón del tratamiento es el trasplante alogénico, es decir, el trasplante de otra persona. Lo ideal es recibir la médula de un hermano o de alguien compatible. Esta terapia es la idónea pero no por ello está exenta de riesgos. La mortalidad tóxica por este procedimiento, en el caso de un trasplante alogénico, está en torno al 20% ó 30%, pero puede aumentar en función de la aparición del estado del paciente, según diferentes revisiones de la literatura médica.
Si no existe un donante compatible, se puede recurrir, como así pasó en el caso de Campoy, a un trasplante de células de cordón umbilical.
Complicaciones
A veces, en este tipo de trasplantes, puede ocurrir una reacción de injerto contra huesped, es decir, las células trasplantadas rechazan al organismo. Se trata de una reacción muy violenta que se combate con fármacos muy tóxicos.
Aunque no ha habido ningún parte médico de la presentadora, su compañero de profesión, Manuel Campo Vidal, ha señalado que precisamente los medicamentos le han generado un fallo hepático. Una destrucción masiva del hígado que ha debido producirse muy rápidamente ya que, en algunos casos, cuando el transcurso de este proceso es más lento se puede plantear un trasplante de hígado. Sin embargo, tal vez el fracaso hepático se ha podido derivar como consecuencia de una infección, ya que estos pacientes suelen tener más riesgos de contraer patologías infecciosas debido a que reciben fármacos inmunosupresores.
Cuando el hígado deja de cumplir con sus funciones, deja de depurar sustancias y de fabricar los componentes necesarios para la coagulación. Esto puede conllevar un deterioro cognitivo, denominado encefalopatía hepática, que termine en coma y finalmente el paciente fallezca. Por otro lado, la falta de componentes de coagulación pueden complicaciones graves, como una hemorragia.
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