FARO DE VIGO
Francisco José Garzón recibió ayer el alta hospitalaria, tras recuperarse de sus heridas, y fue trasladado hasta los calabozos de la comisaría. El ministro de Interior apunta que "hay indicios racionales de que pueda tener una eventual responsabilidad"
Paula Pérez | Santiago 28.07.2013 | 09:25
Traslado del maquinista desde el Hospital Clínico hasta la comisaría de la Policía Nacional, en Santiago. // Efe
El maquinista del tren Alvia siniestrado el pasado miércoles, Francisco José Garzón, fue trasladado ayer a las dependencias de la comisaría de Policía Nacional de la capital gallega tras recibir el alta en el Hospital Clínico, donde se recuperaba de las lesiones sufridas durante el accidente. Durante el día de hoy pasará a disposición judicial acusado de un presunto delito de homicidio por imprudencia. "No cabe duda de que hay indicios racionales como para considerar que pueda tener una eventual responsabilidad en lo que ha sucedido", argumentó el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, que ayer se desplazó hasta Santiago.
Renfe se personará como parte afectada en la causa abierta por el accidente de tren con la finalidad de poder estar presente en la declaración que hoy realizará el maquinista ante el juez.
La Policía mantiene "abiertas todas las líneas de investigación y no descarta ninguna" en la elaboración del "complejo" atestado policial. La incógnita está en averiguar por qué el tren llegó a la curva de A Grandeira a 190 kilómetros por hora cuando la velocidad máxima permitida era de 80 kilómetros por hora. Según el presidente de Adif, Gonzalo Ferre, el conductor tenía que haber frenado 4 kilómetros antes de la curva.
Será clave la información que proporcione la caja negra del ferrocarril, que permanece bajo custodia judicial y todavía no ha sido abierta.
Adif había apuntado ya al conductor conmo responsable del siniestro rechazando un posible fallo técnico y ayer el ministro de Interior insistió en que si está detenido es porque "hay claros indicios para ello", sin concretar en qué sospechas se basan para ordenar el arresto de Garzón.
A pesar de ello, la ministra de Fomento, Ana Pastor, negó que desde las instituciones "se haya culpabilizado" al conductor del tren siniestrado
El conductor del Alvia fue hospitalizado tras el accidente por un traumatismo torácico y desde las 19.40 horas del pasado jueves permanece arrestado en el Hospital Clínico por orden de la Policía. Aunque los inspectores de la brigada judicial de la comisaría de Santiago acudieron al centro hospitalario para interrogarlo, Francisco José Garzón se negó a responder a las preguntas de los agentes. "Está en su derecho a no declarar y también está en su derecho a cambiar de opinión", reconoció el ministro. Si decidiese prestar declaración, sería avisado su abogado para que estuviera presente. Sin embargo, a lo largo de la tarde de ayer, el conductor del Alvia no mudó de opinión y mantuvo su silencio.
La Policía no lo puede retener más de 72 horas, así que antes de que culmine ese plazo, que se cumple hoy a las 19.40 de la tarde, tendrá que ser puesto a disposición jucicial. "Podría ser antes si el atestado está concluido", explicó Jorge Fernández Díaz.
En todo caso, el comisario jefe de la provincia de A Coruña, José Luis Balseiro Vigo, explicó que el atestado es "complejo". Precisamente, por esa razón, es probable que apuren al máximo los plazos legales antes de poner al maquinista a disposición judicial con el objetivo de conceder más tiempo a los investigadores y que el informe que presenten sea lo más completo posible, lo que permitirá al juez realizar un interrogatorio preciso y exhaustivo.
Según Balseiro, el atestado tendrá dos fases. Una primera que concluirá una vez el detenido pase a disposición judicial y luego se hará una "ampliación que recoja todas las circunstancias" del accidente sin estar "determinado" el informe por los plazos del proceso jurídico.
La Policía lo acusa de un presunto delito de homicidio por imprudencia, lo cual no incluiría la responsabilidad de lesiones por imprudencia. El comisario jefe aclaró, sin embargo, que se trata de una tipificación genérica y que será el esrito de acusación del ministerio fiscal el que concrete los delitos.
Preguntado sobre la posibilidad de que el conductor del tren estuviese hablando por el móvil en el momento del accidente, Fernández Díaz se limitó a decir que "la investigación está abierta y bajo la autoridad judicial".
El maquinista permaneció hasta ayer en el Hospital Clínico de Santiago recuperándose de diversas lesiones y acompañado de su madre y de un asesor legal. Por la mañana, mientras el ministro de Interior visitaba en Angrois el lugar donde descarriló el tren, Francisco José Garzón abandonaba el centro hospitalario por una puerta lateral de Urgencias escoltado por dos coches de la Policía, una patrulla y otro camuflado.
A lo largo del día de hoy será trasladado hasta el juzgado de Instrucción número 3 de Santiago, donde su titular Luis Alaez le tomará declaración. Aunque puede negarse a hablar, todo apunta a que responderá a las preguntas del juez. En ese momento, el magistrado decidirá si es enviado a prisión o sale en libertad con o sin fianza. Si se confirma un delito de homicidio por imprudencia podría enfrentarse a una pena de hasta cuatro años de prisión.
Sobre la posibilidad de que hayan concurrido otras causas en el accidente, al margen del fallo humano, el ministro eludió dar más detalles y se remitió a la investigación que hay en marcha. "Las pesquisas están abiertas por las autoridades del Ministrio de Fomento y las autoridades técnicas competentes para el esclarecimiento de este tipo de accidente", aseguró. Además añadió que las autoridades ferroviarias pondrán a disposición del juez las pruebas de las que dispongan en relación al descarrilamiento del tren que costó la vida a 78 personas el pasado miércoles.
Comitiva
El ministro acudió por la mañana a la zona de Angrois, donde continuaban las labores de retirada del convoy siniestrado. En su visita a la zona estuvo acompañado por la ministra de Fomento, Ana Pastor, el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, y el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, entre otras autoridades y mandos policiales.
Tras recorrer la zona del siniestro el ministro se dirigió al Pabellón Multiusos do Sar, donde se encuentran las familias con víctimas mortales. Y finalmente se trasladó a la comisaría de Santiago donde se reunió con mandos policiales.
Según recordó, entre 400 y 500 efectivos participaron en el dispositivo de rescate. El ministro de Interior destacó que algunos de ellos incluso estaban fuera de servicio y se presentaron "de forma espontánea" en el lugar del accidente para ayudar.
Por todo ello, el titular de Interior definió ayer como "ejemplar, tanto a nivel institucional como personal" la actuación de las administraciones durante la tragedia.
El ministro se mostró satisfecho además del grado de cooperación entre las instituciones. "La colaboración funcionó espléndidamente", añadió.
En este sentido, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aseguró que se sintió en todo momento "asistido" por el Gobierno central. "Desde el ministerio me enviaban regularmente sms con el número de fallecidos y heridos en el accidente. "Si en otros accidentes que se producen en el mundo hubiese la misma coordinación que en este estaríamos todos muy satisfechos", advirtió el jefe del Ejecutivo gallego.
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