El proyecto incluye la repoblación con flora autóctona y la retirada de especies exóticas de patos y galápagos. La mejora ambiental de doce kilómetros del río arrancará en septiembre para recuperar el bosque de ribera y la nutria
Vivir de cara al río, y no dándole la espalda como hasta ahora. El proyecto que arrancará en septiembre de la mano del Ayuntamiento y la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) aspira a poner en valor el cauce periurbano del Segura para acercar su riqueza silvestre a los ciudadanos. El motor de esa recuperación ambiental será el complejo hidráulico de La Contraparada, acondicionado ya como una gran área recreativa y que albergará un centro de estudios sobre la biodiversidad y para promover la educación ambiental.
La iniciativa se divide en cuatro bloques con una veintena de actuaciones. Prevé la creación de un corredor verde en doce kilómetros del cauce, los mismos que separan la ciudad de La Contraparada, el paraje donde nace la huerta de Murcia, entre las pedanías de Javalí Nuevo y Javalí Viejo.
El primer paso consistirá en rescatar la vegetación típica de ribera, casi desaparecida del paisaje en las inmediaciones de la capital. Para ello, los viveros municipales de la finca del Mayayo volverán a ponerse en marcha, tras un parón de más de un lustro, con el fin de cultivar las plantas y árboles que servirán para resucitar el ecosistema fluvial. Álamos, olmos, almeces y sauces repoblarán las márgenes del Segura. También se plantarán especies de flora amenazadas y singulares, como el saúco, el fresno y el lirio amarillo. A su vez, se procederá a la retirada de la vegetación invasora, especialmente los cañizos. En este punto se tendrá la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), que está a la espera de recibir financiación europea para aprovechar ese material vegetal como biomasa.
La concejal de Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá, confirma que la actuación se pondrá en marcha a la vuelta de las vacaciones de verano, coincidiendo con la apertura al público de toda el área del complejo de La Contraparada, recuperado por la CHS con ayuda de la Unión Europea. Aquí nacen las dos acequias 'madre' que riegan la huerta de Murcia. Este pulmón verde se ha acondicionado como un lugar de esparcimiento, con sendas peatonales, observatorios de aves, plataformas de nidificación, fuentes, mobiliario de picnic, juegos infantiles y aseos. El edificio de fachada roja que se alza en la Loma de la Peña se habilitará como un espacio expositivo para dar a conocer la historia milenaria de la red de riego huertana y como una base de apoyo para los proyectos de investigación y conservación de la biodiversidad del Segura.
El corredor verde será la primera actuación. Pero La Contraparada está abierta a otras iniciativas similares, para lo que ya se han mantenido contactos con instituciones y empresas. Martínez-Cachá explica que la mejora de la calidad de las aguas del río, gracias a los proyectos de depuración acometidos en los últimos años, permite ahora dar un paso adelante para que el Segura recobre el protagonismo que tuvo antes de convertirse en una cloaca por los vertidos sin tratar, y que obligaban a cruzar el cauce con la nariz tapada. Una estampa no tan lejana en el tiempo.
Islas de vegetación
La plantación del bosque de ribera se iniciará a través de islas o 'manchas' de vegetación empezando en La Contraparada y siguiendo en dirección a la ciudad. No hay un plazo fijado para estos trabajos. Antes, los voluntarios de ANSE realizarán un inventario sobre el estado de conservación del paisaje.
La repoblación con la flora original se acompañará de una recuperación de la fauna autóctona. El objetivo es que la nutria se anime a seguir con su avance aguas abajo y acabe por asentarse definitivamente en el cauce más próximo a la ciudad. El grupo naturalista ya ha confirmado la presencia de este mamífero carnívoro en riesgo de extinción en Barriomar, esto es, a las mismas puertas del casco urbano. Los ecologistas mantienen en la zona un dispositivo de fototrampeo y rastreo con el fin de hacer un seguimiento. Al mismo tiempo, la idea es ir retirando especies exóticas de patos y tortugas, para dejar espacio a la fauna autóctona, como el galápago leproso. Esos 'invasores' serán capturados y trasladados a parques públicos. También se hará un seguimiento de las aves, peces y cangrejos de río que proliferan en este entorno natural con el fin de elaborar un censo.
El cuarto bloque de medidas se centra en implicar a la sociedad en la conservación del corredor fluvial, acercando a los ciudadanos a este gran parque mediante actividades lúdicas y de voluntariado. Se ha pensado en diseñar un itinerario autoguiado con los principales puntos de interés históricos y ambientales. El nuevo centro de conservación será también la sede de los voluntarios ambientales del Ayuntamiento.
La recuperación de La Contraparada, como punta de lanza para 'naturalizar' el cauce del Segura en las inmediaciones de la ciudad, viene de lejos. Hace una década ya se hablaba de acometer algunas de las actuaciones que aparecen en el plan acordado por el Ayuntamiento y ANSE. El empujón definitivo ha sido el acondicionamiento del entorno que ha llevado a cabo la CHS. Las obras han supuesto una inversión de casi 1,7 millones para mejorar la zona como un nuevo espacio recreativo junto al Segura. Se han acondicionado 12.000 metros cuadrados de sendas, se han levantado dos pasarelas peatonales sobre el río para mejorar los accesos y se han plantado más de 3.000 especies de árboles y arbustos.
Las obras se terminaron hace casi dos años, pero solo se abrió al público una parte de las instalaciones a la espera de que Ayuntamiento y Confederación Hidrográfica llegaran a un acuerdo para la cesión del complejo al municipio, que ahora se encargará de la gestión. En esta tarea, el Consistorio ha optado por buscar la colaboración de colectivos que velan por el cuidado del medio ambiente, como es el caso de ANSE. La zona que corresponde a Javalí Nuevo, donde está el centro de interpretación, un mirador y una zona de juegos, será la que se inaugure después de las vacaciones de verano. Al otro lado del río, en el Soto de las Aneas, la caseta que iba a ser un punto de información se destinará ahora a quiosco bar para dar servicio a los visitantes. El Ayuntamiento sacará en breve el contrato de adjudicación.
El corredor verde forma parte de un proyecto más ambicioso para que Murcia disfrute de su río como un entorno vivo. Ahí se incluye también la conexión de los dos tramos de carril bici que van paralelos al Segura, desde Javalí Nuevo hasta el límite con Beniel. Solo queda su unión en el tramo urbano del río, y pronto será una realidad.
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