Gran partido de fútbol el que se vivió en el
Benito Villamarín. Goles, intensidad, polémica, entrega y mucha garra se
pudo ver en un partido que terminó con empate a dos gracias a los goles
de Carcela y Bueno para el Granada y de Alegría para el Betis. El punta
local fue uno de los hombres de un encuentro que terminó con Vezo
expulsado y con Ponce viendo como Adán despejaba su disparo
Bendito fútbol. El deporte rey no falló y nos entretuvo la tarde del
pasado viernes. Goles, emociones, polémicas, penaltis, expulsiones,
intensidad, pelea, ocasiones de gol, ritmo. No faltó de nada en el
empate que protagonizaron Betis y Granada.
Ambos pudieron ganar, los dos pudieron perder. No hay duda de que el
reparto de puntos pudo ser lo más justo en un choque que sufrieron los
aficionados de los equipos y disfrutaron los seguidores del balón. Estos
días son los que nuestra Liga crece.
Se las prometían muy felices los de Paco Jémez tras los goles de Carcela y Bueno, pero el banquillo local estuvo rápido para cambiar el signo de un marcador que no tardó en moverse. Los granadinos tenían la obligación de cambiar su imagen tras las decepciones iniciales y aunque lo hicieron por momentos, tuvieron lunares importantes que les privaron de dar los tres puntos a su afición.
Antes de recordar todo lo sucedido, toca resaltar el momento de la
noche. Con 0-2 en el electrónico, el cuerpo técnico bético, hay que
recordar que Poyet estaba en la grada sancionado, dio entrada a Musonda por Fabián.
El belga no sólo revolucionó la contienda, también levantó a una grada
que ya pitaba a su equipo. El belga gambeteó, asistió y llegó creó el
peligro necesario para que a Ochoa le temblaran las piernas de vez en cuando.
De inicio, el Granada tomó el mando del choque gracias a las jugadas de Carcela, a los latigazos de Bueno y a las intenciones de Atzili. Los tres inquietaron a una defensa donde sólo Mandi daba la talla. En ataque Durmisi estuvo acertado, pero en defensa no se encontró en momento alguno. Primero dejó mucho espacio a Carcela para que controlara el balón y armara un disparo que no pudo atajar Adán y después, le faltó intensidad ante el belga. El nuevo jugador del Granada había comenzado una jugada individual y tras superar a dos rivales, el esférico le cayó a Bueno. El ex del Porto se encontró con Adán minutos antes, pero en la segunda ocasión no perdonó. Zapatazo al fondo de la red y más distancia en el marcador.
No se podía imaginar el Granada lo que iba a suceder minutos después. Musonda, Álex Alegría y Rubén Castro iban a aprovechar la debilidad de Gastón, Vezo y el resto de la defensa para acabar de nuevo con el Granada. Segundos después del tanto de Bueno llegó el primer cabezazo de un Álex Alegría que fue el hombre de la contienda. Rubén Castro centró desde la izquierda para que el punta pusiera el balón donde Ochoa poco podía hacer. El meta azteca hizo buenas paradas, pero no da sensación de seguridad.
Por suerte para los visitantes llegó el descanso, pero por desgracia para ellos, no terminó la contienda. Vezo, muy lento e inseguro, vio el túnel de vestuarios mucho antes de tiempo y dejó a su equipo contra las cuerdas. Paco Jémez decidió dar entrada a Angban por Bueno y dejó en el verde a un Ponce que no dio una a derechas. Falló un penalti y erró una ocasión clara cuando podía haber dado los tres puntos a su equipo.
Con uno más, Álex Alegría volvió a brillar. Una jugada que inició Musonda y continuó Piccini, terminó en los dominios de un punta que con un gran gesto técnico superó a Khrin y después, con un potente chut, igualó la contienda. El Betis seguía caminando en un partido que no estaba terminado, ni mucho menos, a pesar de que el electrónico ya no se movió.
El Betis se fue al ataque de forma alocada, algo que se agradece a veces pero que quita años de vida a sus seguidores. Así, en una contra del Granada tras una ocasión de Mandi, llegó el dudoso penalti de un Adán que, por si acaso, se agrandó en el momento clave. Hay dudas sobre si derribó a Atzili, pero no las hay sobre la parada que le hizo un Ponce que debió ser sustituido cuando Jémez se decantó por Bueno.
A partir de entonces, el choque se calentó, hubó enfrentamientos,
ocasiones de gol y nervios, muchos nervios. Pero finalmente, alegría
para todos, o no. Según se mire.
Se las prometían muy felices los de Paco Jémez tras los goles de Carcela y Bueno, pero el banquillo local estuvo rápido para cambiar el signo de un marcador que no tardó en moverse. Los granadinos tenían la obligación de cambiar su imagen tras las decepciones iniciales y aunque lo hicieron por momentos, tuvieron lunares importantes que les privaron de dar los tres puntos a su afición.
De inicio, el Granada tomó el mando del choque gracias a las jugadas de Carcela, a los latigazos de Bueno y a las intenciones de Atzili. Los tres inquietaron a una defensa donde sólo Mandi daba la talla. En ataque Durmisi estuvo acertado, pero en defensa no se encontró en momento alguno. Primero dejó mucho espacio a Carcela para que controlara el balón y armara un disparo que no pudo atajar Adán y después, le faltó intensidad ante el belga. El nuevo jugador del Granada había comenzado una jugada individual y tras superar a dos rivales, el esférico le cayó a Bueno. El ex del Porto se encontró con Adán minutos antes, pero en la segunda ocasión no perdonó. Zapatazo al fondo de la red y más distancia en el marcador.
Por suerte para los visitantes llegó el descanso, pero por desgracia para ellos, no terminó la contienda. Vezo, muy lento e inseguro, vio el túnel de vestuarios mucho antes de tiempo y dejó a su equipo contra las cuerdas. Paco Jémez decidió dar entrada a Angban por Bueno y dejó en el verde a un Ponce que no dio una a derechas. Falló un penalti y erró una ocasión clara cuando podía haber dado los tres puntos a su equipo.
El Betis se fue al ataque de forma alocada, algo que se agradece a veces pero que quita años de vida a sus seguidores. Así, en una contra del Granada tras una ocasión de Mandi, llegó el dudoso penalti de un Adán que, por si acaso, se agrandó en el momento clave. Hay dudas sobre si derribó a Atzili, pero no las hay sobre la parada que le hizo un Ponce que debió ser sustituido cuando Jémez se decantó por Bueno.
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