MÁS DE 8.500 FAMILIAS EXTREMEÑAS ESPERAN LA VACUNA CONTRA LA MENINGITIS. HOY EXTREMADURA.
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Se agotó al mes de ponerse a la venta hace casi un año y las dosis, según los farmacéuticos, entran desde entonces en cantidades reducidas
Extremadura tiene 680 farmacias repartidas por todo su territorio y la inmensa mayoría de ellas lleva casi un año con lista de espera para la vacuna contra la meningitis B. A día de hoy, según los datos facilitados por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Badajoz, son más de 8.500 las familias apuntadas en esas listas de espera.
Hay boticas sin solicitudes, pero son las menos y se encuentran sobre todo en zonas periféricas de Badajoz y algunos pueblos pequeños de toda la región. «Pero la mayoría de las oficinas tienen una media de 20 familias en sus listas de espera, casi todas las ubicadas en ciudades y pueblos grandes como Almendralejo; y otras más, también en estos lugares, doblan esa lista de espera, como el caso de Don Benito, por ejemplo».
En el conjunto de la región son más de 8.500 las que esperan las vacunas a día de hoy. Familias que han ido engrosando las diferentes listas abiertas en las farmacias extremeñas a lo largo casi del último año, porque las dosis están llegando con cuentagotas.
Los viajes a Portugal en busca del Bexsero -la vacuna contra la
meningitis B- cesaron el pasado 1 de octubre, cuando el Ministerio de
Sanidad autorizó la dispensación de esta vacuna en las oficinas de
farmacias bajo prescripción médica. Sin embargo, un mes después la
vacuna estaba agotada en la región y desde entonces, aunque han ido
llegando poco a poco algunas dosis, lo cierto es que son insuficientes
para atender la demanda.
«Apenas recibimos medio centenar de vacunas cada semana en el mejor de los casos y con estas dosis es imposible atender la demanda», declaró Lola Escribano, vocal de distribución del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Badajoz, cuando la falta del Bexsero comenzó a ser una realidad en Extremadura.
«El problema es que es una vacuna de larga elaboración y que no se pensó, quizás, que iba a ser tan grande su demanda», señala Cecilio Venegas, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Badajoz.
Se trata de la primera vacuna que se comercializa frente al meningococo B, una de las bacterias que produce la meningitis, que es una infección del líquido que rodea al cerebro y la médula espinal. Este tipo de meningitis, aunque no es frecuente es muy lesiva. Medio centenar de niños mueren al año en España por el meningococo B.
La vacuna está a la venta en las boticas lusas desde mayo de 2014. Por eso muchos extremeños, desde entonces, viajaron al país vecino en busca del Bexsero. Todo cambió en Extremadura el 1 de octubre de 2015, cuando se inició la comercialización en las farmacias de la región. Desde entonces, son alrededor de 7.000 las dosis que se han vendido, a un precio de 106,15 euros.
Pero faltan muchas más para atender la demanda que hoy existe. Para que las más de 8.500 familias que engrosan las listas de espera de las farmacias puedan recibir una vacuna que requiere prescripción médica y que, de hecho, es recomendada por los pediatras. No en vano, han sido uno de los colectivos que con más insistencia reclamó la venta de las vacunas en las oficinas de farmacia, ante la negativa del Ministerio de incluirla en el calendario.
No obstante, el Servicio Extremeño de Salud (SES) debe contar con dosis suficientes para atender las necesidades que surjan en los casos en los que sí tiene que financiar la vacuna, según las recomendaciones del Ministerio de Sanidad. Grupos de riesgo, especialmente, entre los que están las personas con determinadas enfermedades y personal de laboratorio (técnicos de laboratorio y microbiólogos).
Esta vacuna inyectable está indicada para la inmunización activa a partir de los dos meses de edad. En cuanto a las dosis, los lactantes de dos a cinco meses necesitarían tres dosis de la vacuna. El intervalo entre cada dosis debe ser de, mínimo, un mes, y habrá que darle una dosis de recuerdo entre los 12 y los 15 meses (en caso de retraso de la administración, la dosis de recuerdo no se debe administrar más tarde de los 24 meses).
Los lactantes que no hayan sido vacunados y tengan entre seis y 11 meses de edad tendrán que recibir dos dosis, con intervalos entre ambas de no menos de dos meses. Además, habrá que administrarle al niño una dosis de recuerdo con un intervalo de 12 a 23 meses.
Los niños de dos a 10 años deberán recibir dos dosis con no menos de dos meses de intervalo entre cada una. Adolescentes (desde los 11 años de edad) y adultos necesitarán dos dosis con un intervalo de un mes entre cada una. Ninguno requiere dosis de recuerdo.
Una situación bien distinta ya en la región es la que afecta a la vacuna contra la varicela, que también motivó numerosos viajes de extremeños a Portugal en busca del Varivax, , la vacuna contra la varicela del laboratorio Sanofi Pasteur MSD, que se comercializaba desde 2003 y que se dejó de vender en las boticas en septiembre de 2013. Regresó a ellas el pasado febrero y desde entonces su adquisición está garantizada en la región.
Desde entonces también el SES vacuna contra la varicela a los bebés a partir de 15 meses, con una dosis de recuerdo entre los tres y cuatro años, para cumplir lo acordado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Antes se vacunaba a los niños a los 12 años de edad.
Hay boticas sin solicitudes, pero son las menos y se encuentran sobre todo en zonas periféricas de Badajoz y algunos pueblos pequeños de toda la región. «Pero la mayoría de las oficinas tienen una media de 20 familias en sus listas de espera, casi todas las ubicadas en ciudades y pueblos grandes como Almendralejo; y otras más, también en estos lugares, doblan esa lista de espera, como el caso de Don Benito, por ejemplo».
En el conjunto de la región son más de 8.500 las que esperan las vacunas a día de hoy. Familias que han ido engrosando las diferentes listas abiertas en las farmacias extremeñas a lo largo casi del último año, porque las dosis están llegando con cuentagotas.
«Apenas recibimos medio centenar de vacunas cada semana en el mejor de los casos y con estas dosis es imposible atender la demanda», declaró Lola Escribano, vocal de distribución del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Badajoz, cuando la falta del Bexsero comenzó a ser una realidad en Extremadura.
«El problema es que es una vacuna de larga elaboración y que no se pensó, quizás, que iba a ser tan grande su demanda», señala Cecilio Venegas, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Badajoz.
Se trata de la primera vacuna que se comercializa frente al meningococo B, una de las bacterias que produce la meningitis, que es una infección del líquido que rodea al cerebro y la médula espinal. Este tipo de meningitis, aunque no es frecuente es muy lesiva. Medio centenar de niños mueren al año en España por el meningococo B.
La vacuna está a la venta en las boticas lusas desde mayo de 2014. Por eso muchos extremeños, desde entonces, viajaron al país vecino en busca del Bexsero. Todo cambió en Extremadura el 1 de octubre de 2015, cuando se inició la comercialización en las farmacias de la región. Desde entonces, son alrededor de 7.000 las dosis que se han vendido, a un precio de 106,15 euros.
Pero faltan muchas más para atender la demanda que hoy existe. Para que las más de 8.500 familias que engrosan las listas de espera de las farmacias puedan recibir una vacuna que requiere prescripción médica y que, de hecho, es recomendada por los pediatras. No en vano, han sido uno de los colectivos que con más insistencia reclamó la venta de las vacunas en las oficinas de farmacia, ante la negativa del Ministerio de incluirla en el calendario.
No obstante, el Servicio Extremeño de Salud (SES) debe contar con dosis suficientes para atender las necesidades que surjan en los casos en los que sí tiene que financiar la vacuna, según las recomendaciones del Ministerio de Sanidad. Grupos de riesgo, especialmente, entre los que están las personas con determinadas enfermedades y personal de laboratorio (técnicos de laboratorio y microbiólogos).
Esta vacuna inyectable está indicada para la inmunización activa a partir de los dos meses de edad. En cuanto a las dosis, los lactantes de dos a cinco meses necesitarían tres dosis de la vacuna. El intervalo entre cada dosis debe ser de, mínimo, un mes, y habrá que darle una dosis de recuerdo entre los 12 y los 15 meses (en caso de retraso de la administración, la dosis de recuerdo no se debe administrar más tarde de los 24 meses).
Los lactantes que no hayan sido vacunados y tengan entre seis y 11 meses de edad tendrán que recibir dos dosis, con intervalos entre ambas de no menos de dos meses. Además, habrá que administrarle al niño una dosis de recuerdo con un intervalo de 12 a 23 meses.
Los niños de dos a 10 años deberán recibir dos dosis con no menos de dos meses de intervalo entre cada una. Adolescentes (desde los 11 años de edad) y adultos necesitarán dos dosis con un intervalo de un mes entre cada una. Ninguno requiere dosis de recuerdo.
Una situación bien distinta ya en la región es la que afecta a la vacuna contra la varicela, que también motivó numerosos viajes de extremeños a Portugal en busca del Varivax, , la vacuna contra la varicela del laboratorio Sanofi Pasteur MSD, que se comercializaba desde 2003 y que se dejó de vender en las boticas en septiembre de 2013. Regresó a ellas el pasado febrero y desde entonces su adquisición está garantizada en la región.
Desde entonces también el SES vacuna contra la varicela a los bebés a partir de 15 meses, con una dosis de recuerdo entre los tres y cuatro años, para cumplir lo acordado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Antes se vacunaba a los niños a los 12 años de edad.
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