El problema es la sequía que afecta al
manantial del Valle del Pedal que abastece a estos enclaves rurales Los
residentes solicitan la conexión con el sistema de abastecimiento
alajareño
La junta directiva de la asociación ha decidido denunciar el problema públicamente en las páginas de este diario ante los continuos cortes sufridos en las últimas semanas. En el mes de junio, los residentes de estas aldeas sufrieron dos cortes del suministro de agua y el pasado día 13 de agosto, la situación volvió a repetirse con una ausencia del servicio durante 24 horas. Y es que el problema es endémico pero, según destacan desde la asociación, tiene fácil solución. Las aldeas de El Collado y El Cabezuelo disfrutan del servicio básico de suministro de agua desde hace tan solo unos años. Fue en 2001 cuando el Ayuntamiento de Alájar construyó el sistema de bombeo y de distribución del agua actual cuya fuente es el manantial del Valle del Pedal. El problema es que la sequía afecta en verano de forma considerable a los recursos de este manantial hasta el punto de dejarlo sin agua y por extensión, sin agua también a los vecinos de estas aldeas. El agua escasea de forma preocupante y su calidad no es la adecuada, denuncia la asociación, ya que, según destacan, el sistema de potabilización es antiguo y rudimentario. Una bomba de agua hace que el líquido pase del manantial a un depósito donde es potabilizado y a partir del cual es distribuido por las viviendas de las aldeas. La situación se complica cuando en el manantial no hay agua y, por tanto, tampoco en el depósito ni en las casas de los vecinos. Es entonces cuando actúa Giasha llenando de agua el depósito de las aldeas.
El verano pasado los vecinos de estos enclaves rurales ya sufrieron la ausencia de agua en el Valle del Pedal en varias ocasiones y se dirigieron por escrito a la autoridad municipal y a la mancomunidad de servicios de la provincia. Este mes de agosto, tras el último corte, volvieron a interponer una reclamación ante Giasha pero el problema continua sin solución.
Desde la asociación Fuente del Llano conocen cómo acabar con esta situación. Cuentan que la solución es conectar el sistema de suministro de las aldeas al depósito municipal de Alájar. Dicen que es posible, fácil y barato. Según confirman los vecinos, la alcaldesa, María del Carmen Osorno Sevillano, les ha confirmado que la obra que, según asegura la edil no es competencia del ayuntamiento, tiene un coste que ronda los 18.000 euros. Ante esta respuesta, la asociación puso el foco de sus exigencias en Giasha exigiendo la ejecución de la obra de forma urgente. Hasta el momento, la mancomunidad no ha contestado a las peticiones de lo vecinos. Este diario ha intentado contactar sin éxito con la alcaldesa de Alájar y se ha puesto en contacto con Giasha, desde donde se señaló que se trata de una empresa de gestión, que utiliza para prestar el servicio las infraestructuras que aportan los Ayuntamientos y otras administraciones. En este caso, al ser un sistema muy pequeño de abastecimiento, destacaron, "cualquier pequeña avería o exceso de consumo provoca que el agua aportada por el manantial sea insuficiente. En estos casos, como solución de emergencia, se realiza un aporte adicional de agua mediante un pequeño camión para llenar el depósito.
Las dos aldeas afectadas se encuentran a un kilómetro de Alájar, en el caso de El Collado, y a dos kilómetros de distancia del municipio titular en el caso de El Cabezuelo. Dicen desde la asociación que la obra es fácil y ahorraría luz ya que la conexión no necesitaría bomba de agua gracias a que la pendiente descendente facilita la llegada del agua hasta las aldeas. La obra es fundamental además, según aseguran desde la asociación, para que los vecinos de estos enclaves rurales disfruten de agua de calidad sometida a un sistema de potabilización profesional que garantice la salubridad del agua que consumen cada día.
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