EL PARAISO DE LOS BACHES
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LA HERRADURA
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Vecinos de urbanizaciones de Cerro Gordo piden al Ayuntamiento farolas, limpieza y que arregle la carretera
Viven en un paraíso con un acceso infernal. Las urbanizaciones de
Cerro Gordo, situadas en una colina desde la que se divisa la bahía de
La Herradura, acumulan reivindicaciones vecinales que nunca ven
satisfechas. Se sienten 'de segunda' por tener voz y no voto y quieren
que el Ayuntamiento cumpla con sus peticiones.
Hace casi cuatro años, miembros de la asociación Las Palomas-Cerro Gordo se reunieron con el teniente de alcalde herradureño para informarle de los problemas del barrio, que está formado por chalés y pisos de segunda residencia. De esos acuerdos o promesas poco han visto, según indica Juan Pérez Navas presidente de esa asociación de vecinos que sigue peleando por lo que considera daría calidad de vida a esta zona tan privilegiada que -paradójicamente- está muy descuidada.
Según cuenta Juan Pérez una de las principales reivindicaciones es la reparación del bacheado de la carretera que une La Herradura con las urbanizaciones de Cerro Gordo y que desemboca en la N-340. «Está en muy malas condiciones debido sobre todo a las múltiples zanjas realizadas para diferentes acometidas», relata el representante vecinal que también pide para esta transitada vía que se pinte una franja amarilla de un metro para delimitar el paso de peatones y bicicletas en un lateral «para que los vehículos no nos atropellen».
Además de ser estrecha, sinuosa y tener baches, la carretera no está iluminada de ahí a que sea peligroso transitarla de noche. «No hay ni una sola farola y las cuestas y el bacheado son un peligro para la circulación y por supuesto para los peatones, sobre todo extranjeros, que acceden caminando a La Cumbre, Tropicana, Montepino, Los Romeros, Cármenes del Mar, Las Palomas y el resto de urbanizaciones», señala Juan Pérez.
Pérez Navas recuerda que el Ayuntamiento quedó en solicitar a Carreteras un stop en la Nacional 340 para poder acceder a la zona de Cerro Gordo sin tener que realizar un cambio de sentido varios kilómetros después de las urbanizaciones. «Ahora casi no hay tráfico y sin embargo, es un aguadero para las multas», resalta el vecino.
«Queremos denunciar los incumplimientos que se nos prometieron a principio de mandato y que los achacaban al nefasto gobierno anterior de Juan Carlos Benavides... pero ellos han tenido cuatro años y tampoco lo han hecho, además de no reunirse con ninguna asociación de vecinos para cumplir con la ley», critica con dureza el presidente de la asociación de Las Palomas-Cerro Gordo.
Hace casi cuatro años, miembros de la asociación Las Palomas-Cerro Gordo se reunieron con el teniente de alcalde herradureño para informarle de los problemas del barrio, que está formado por chalés y pisos de segunda residencia. De esos acuerdos o promesas poco han visto, según indica Juan Pérez Navas presidente de esa asociación de vecinos que sigue peleando por lo que considera daría calidad de vida a esta zona tan privilegiada que -paradójicamente- está muy descuidada.
Según cuenta Juan Pérez una de las principales reivindicaciones es la reparación del bacheado de la carretera que une La Herradura con las urbanizaciones de Cerro Gordo y que desemboca en la N-340. «Está en muy malas condiciones debido sobre todo a las múltiples zanjas realizadas para diferentes acometidas», relata el representante vecinal que también pide para esta transitada vía que se pinte una franja amarilla de un metro para delimitar el paso de peatones y bicicletas en un lateral «para que los vehículos no nos atropellen».
Además de ser estrecha, sinuosa y tener baches, la carretera no está iluminada de ahí a que sea peligroso transitarla de noche. «No hay ni una sola farola y las cuestas y el bacheado son un peligro para la circulación y por supuesto para los peatones, sobre todo extranjeros, que acceden caminando a La Cumbre, Tropicana, Montepino, Los Romeros, Cármenes del Mar, Las Palomas y el resto de urbanizaciones», señala Juan Pérez.
Limpieza
Los vecinos solicitan el desbrozado de la vegetación y la limpieza de
las cunetas que reconocen se ha realizado «dos veces en cuatro años» y
que en verano resta visibilidad y genera riesgo de incendios. También
quieren que se limpien las escaleras que unen la playa con Peñaparda y
que están siempre «inundadas de plásticos, hojarasca, preservativos,
botellas... y da muy mala imagen».Pérez Navas recuerda que el Ayuntamiento quedó en solicitar a Carreteras un stop en la Nacional 340 para poder acceder a la zona de Cerro Gordo sin tener que realizar un cambio de sentido varios kilómetros después de las urbanizaciones. «Ahora casi no hay tráfico y sin embargo, es un aguadero para las multas», resalta el vecino.
«Queremos denunciar los incumplimientos que se nos prometieron a principio de mandato y que los achacaban al nefasto gobierno anterior de Juan Carlos Benavides... pero ellos han tenido cuatro años y tampoco lo han hecho, además de no reunirse con ninguna asociación de vecinos para cumplir con la ley», critica con dureza el presidente de la asociación de Las Palomas-Cerro Gordo.
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