LOS BENEFICIOS DEL TEMPORAL
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Las fuertes nevadas devuelven a Sierra Nevada su mejor versión
Nunca un anticiclón fue eterno y el que se instaló en la Península
Ibérica la pasada Navidad no iba a ser el primero. A Sierra Nevada el
nombre no se lo pusieron por casualidad y, aunque hay años de suspense,
las borrascas siempre vuelven.
Atrás se queda un inicio de temporada más que digno, superando el cincuenta por ciento de pistas abiertas. Y todo a pulmón. Con apenas dos nevadas muy discretas, en Sierra Nevada se ha puesto de manifiesto su excelente capacidad de producción de nieve y trabajo de pistas.
Aun así, no ha faltado a lo largo de las últimas semanas quien haya recordado aquel invierno de 1995 en el que, como en este, también la Sierra afrontaba una gran cita deportiva. No se pudo hacer nada hace 20 años y los Campeonatos del Mundo tuvieron que aplazarse una temporada. Esto no iba a ocurrir este año con la Universiada. Incluso si no se hubiesen producido las nevadas de los últimos días. Y todo porque en la estación supieron hacer los deberes para garantizar cada año la temporada de esquí. Con las precipitaciones de noviembre y diciembre hubiese sido imposible mantener 60 kilómetros esquiables sin las infraestructuras con las que hoy se cuenta.
Un plan inviable sin el trabajo del servicio de pistas y las dos balsas de agua. Acostumbrados a tener casi siempre 104 kilómetros abiertos, 60 podían parecer pocos, pero hay que recordar que en España la inmensa mayoría de estaciones tienen menos de 50, y rara vez los ponen todos en funcionamiento. De las 33 estaciones de esquí que hay en el país (incluidas las nórdicas) tan sólo 8 superan los 50 kilómetros totales en su plano de pistas.
No se sabe por el momento cuando se abrirán las pistas negras de la estación, pero se espera que sea en breve. Lo que está claro es que el panorama es completamente nuevo. Se ha pasado de unos espesores máximos de 80 centímetros a 2 metros. Es lo que en el argot se conoce como 'paquetón' o lo que es lo mismo, la mejor nieve en la que un esquiador puede deslizarse. Todo un lujo.
Otro de los efectos positivos del pasado temporal será la puesta en marcha de nuevos productos como el llamado 'Primeras Huellas'. Se puso en marcha por primera vez el año pasado y tuvo mucho éxito. Consiste en poder esquiar entre las 7 y las 9 de la mañana, antes de que se abra al gran público la estación. El atractivo de esta experiencia, más allá de poder deslizar casi en soledad, es disfrutar de las pistas justo después de que las máquinas las pisen, lo que supone una calidad de nieve extraordinaria. Y es que desde hace algún tiempo en Sierra Nevada están potenciando un tipo de productos en los que se priman las experiencias a través de sensaciones nuevas y diferentes.
La apertura de nuevas pistas traerá consigo otro efecto no menos importante. En los próximos días se esperan nuevas contrataciones de personal en Cetursa para poder operar un número mayor de remontes. No pierde vigencia la vieja frase de que cuando nieva caen euros del cielo. El temporal trajo beneficios.
Pero ojo, no hay que relajarse. Cetursa seguía este miércoles produciendo nieve con sus cañones para reforzar las zonas bajas del Río y Maribel. Todavía queda mucha temporada por delante y esto no ha hecho más que empezar. Lo mejor está por llegar.
Atrás se queda un inicio de temporada más que digno, superando el cincuenta por ciento de pistas abiertas. Y todo a pulmón. Con apenas dos nevadas muy discretas, en Sierra Nevada se ha puesto de manifiesto su excelente capacidad de producción de nieve y trabajo de pistas.
Aun así, no ha faltado a lo largo de las últimas semanas quien haya recordado aquel invierno de 1995 en el que, como en este, también la Sierra afrontaba una gran cita deportiva. No se pudo hacer nada hace 20 años y los Campeonatos del Mundo tuvieron que aplazarse una temporada. Esto no iba a ocurrir este año con la Universiada. Incluso si no se hubiesen producido las nevadas de los últimos días. Y todo porque en la estación supieron hacer los deberes para garantizar cada año la temporada de esquí. Con las precipitaciones de noviembre y diciembre hubiese sido imposible mantener 60 kilómetros esquiables sin las infraestructuras con las que hoy se cuenta.
Un plan inviable sin el trabajo del servicio de pistas y las dos balsas de agua. Acostumbrados a tener casi siempre 104 kilómetros abiertos, 60 podían parecer pocos, pero hay que recordar que en España la inmensa mayoría de estaciones tienen menos de 50, y rara vez los ponen todos en funcionamiento. De las 33 estaciones de esquí que hay en el país (incluidas las nórdicas) tan sólo 8 superan los 50 kilómetros totales en su plano de pistas.
Dos metros de espesor
Pero eso ya es el pasado y, como algunos decían este miércoles en
Pradollano, esto ya es una estación de esquí. Se debe tener en cuenta
que la apertura de nuevas pistas tras una borrasca como la de esta
semana no es instantánea. Hay que revisar remontes, pisar pistas.No se sabe por el momento cuando se abrirán las pistas negras de la estación, pero se espera que sea en breve. Lo que está claro es que el panorama es completamente nuevo. Se ha pasado de unos espesores máximos de 80 centímetros a 2 metros. Es lo que en el argot se conoce como 'paquetón' o lo que es lo mismo, la mejor nieve en la que un esquiador puede deslizarse. Todo un lujo.
Otro de los efectos positivos del pasado temporal será la puesta en marcha de nuevos productos como el llamado 'Primeras Huellas'. Se puso en marcha por primera vez el año pasado y tuvo mucho éxito. Consiste en poder esquiar entre las 7 y las 9 de la mañana, antes de que se abra al gran público la estación. El atractivo de esta experiencia, más allá de poder deslizar casi en soledad, es disfrutar de las pistas justo después de que las máquinas las pisen, lo que supone una calidad de nieve extraordinaria. Y es que desde hace algún tiempo en Sierra Nevada están potenciando un tipo de productos en los que se priman las experiencias a través de sensaciones nuevas y diferentes.
La apertura de nuevas pistas traerá consigo otro efecto no menos importante. En los próximos días se esperan nuevas contrataciones de personal en Cetursa para poder operar un número mayor de remontes. No pierde vigencia la vieja frase de que cuando nieva caen euros del cielo. El temporal trajo beneficios.
Pero ojo, no hay que relajarse. Cetursa seguía este miércoles produciendo nieve con sus cañones para reforzar las zonas bajas del Río y Maribel. Todavía queda mucha temporada por delante y esto no ha hecho más que empezar. Lo mejor está por llegar.
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