LOS ÚLTIMOS COLETAZOS DEL TEMPORAL Y NIEVE DAN PASO A LA ESTABILIDAD
Cortes de tráfico en el norte provincial y
en la Alpujarra así como en las rutas marítimas El sol se impone a
partir de hoy por un anticiclón
R. F. · J. R. · R. U.
granada
| Actualizado 23.01.2015 - 01:00
Carretera impracticable por la gran nevada. Arriba, el viento en la capital provocó el desprendimiento de cornisas.
Granada sufrió ayer las últimas consecuencias del temporal que
ha cubierto de blanco gran parte de la provincia. La nieve obligó a
cortar el Puerto de la Mora (durante doce horas), el de la Ragua así
como la carretera de la Cabra. Seis carreteras más sufrieron incidencias
hasta el punto de que la circulación estuvo condicionada por el uso de
cadenas, casos como el de la A-338 en Alhama de Granada, la A-395 en
Sierra Nevada, la A-4050 en Otívar, la A-4301 en Huéscar, la A-326 en
Castril, y la A-317 en Puebla de Don Fadrique.
En la Alpujarra, la cota de nieve se quedó en algunas zonas hasta por debajo de los 900 metros provocando el corte de carreteras también en la comarca. El tráfico quedó afectado en las carreteras del Barranco de Poqueira a partir de Pampaneira, y en la zona más alta de la comarca en Trevélez, provocando que localidades como Pitres (donde los cortes dejaron sin clase a los alumnos), Pórtugos o Busquístar, se quedaran a primera hora de la mañana, prácticamente incomunicadas.
El temporal no sólo afectó a las conexiones terrestres, también las rutas marítimas de Motril con las ciudades norteafricanas se vieron afectadas por el fuerte viento de poniente, que alcanzó incluso los 100 kilómetros por hora en el Mar de Alborán y en Melilla.
En la Alpujarra, la cota de nieve se quedó en algunas zonas hasta por debajo de los 900 metros provocando el corte de carreteras también en la comarca. El tráfico quedó afectado en las carreteras del Barranco de Poqueira a partir de Pampaneira, y en la zona más alta de la comarca en Trevélez, provocando que localidades como Pitres (donde los cortes dejaron sin clase a los alumnos), Pórtugos o Busquístar, se quedaran a primera hora de la mañana, prácticamente incomunicadas.
El temporal no sólo afectó a las conexiones terrestres, también las rutas marítimas de Motril con las ciudades norteafricanas se vieron afectadas por el fuerte viento de poniente, que alcanzó incluso los 100 kilómetros por hora en el Mar de Alborán y en Melilla.
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