GRANADA HOY
Y MENOS MAL QUE ESTABA ROCHINA
El valenciano marca la diferencia la medular del cuadro rojiblanco Doucouré, la gran sorpresa
Pero no siempre ha jugado en la posición que más le gusta y eso lo ha acusado su equipo. Tirado a banda, aunque con libertad para asociarse por dentro, su rendimiento no fue el mismo sobre todo porque a la hora de defender el desgaste físico lo acusaba cuando había que atacar. Pese a que tanto José Ramón Sandoval como José González siempre contaron con él, solo se perdió un partido por decisión técnica y fue en la jornada 8 ante el Sporting de Gijón en El Molinón en un partido de mal recuerdo. Los otros dos partidos se los perdió por acumulación de amonestaciones y lesión.
Rochina fue el protagonista durante toda la campaña pero en la medular hubo una irrupción con la destitución de Sandoval. Fue el caso de Abdoulaye Doucouré, que desde que entró en el equipo, demostró el porqué de su fichaje por el Watford. El galo se echó al equipo a sus espaldas a base de trabajo, criterio y capacidad física tanto para recuperar balones como para pisar el área contraria. Y eso que prácticamente no ha jugado en la posición que más le gusta que no es otra que como centrocampista con libertad para poder descolgarse en ataque. Su compromiso, pese a ser un jugador cedido, ha estado fuera de toda duda y en los poco más de tres meses que ha estado en la entidad, se ha ganado el cariño de sus compañeros y la afición. Su futuro no se sabe pero seguramente triunfe en el mundo del fútbol si mantiene durante su carrera la actitud que ha demostrado en Granada. Y eso que Sandoval no lo alineaba porque "al fútbol se juega con los pies". Sin comentarios.
Ambos han sido los principales protagonistas de un centro del campo en el que han participado un total de doce futbolistas. Algunos de ellos decepcionaron, otros sorprendieron y un par de ellos no estuvieron al nivel de pasadas temporadas. Del trabajo oscuro los dos técnicos que pasaron por el banquillo granadinista contaron con hasta cuatro futbolistas, incluido Doucouré. De ellos, el que siempre ha contado con la confianza de los técnicos ha sido Rubén Pérez. El sevillano, que al fin se ha asentado en un equipo tras años de constantes cesiones, ha tenido altibajos y pese a cometer errores clamorosos como el que hizo ante el Real Betis con un penalti absurdo o fallar a puerta vacía ante el Sporting, su constante brega no se le puede negar. Sus numerosas tarjetas amarillas, algunas de ellas necesarias ante la posición que ocupa, fue la principal mancha de un jugador que tuvo mucho menos protagonismo con el balón en los pies. En teoría, Rubén se tenía que jugar un puesto con René Krhin, pero tras un espectacular inicio del esloveno en el que se convirtió en una pieza clave, una inoportuna lesión de tobillo le hizo desaparecer seis partidos y a partir de ahí ya no fue el mismo. Regresó para jugar tres partidos como titular pero su rendimiento no fue igual. De hecho, en la segunda vuelta solo salió de inicio cuatro veces y siempre lejos de Los Cármenes. En cualquier caso es aprovechable y tiene contrato.
El tercer jugador empleado como pivote fue el nigeriano del Granada B Uche. Jugó seis partidos, tres de ellos como titular, contando para Sandoval también en Copa del Rey pero la llegada de José González lo relegó al Granada B, no volviendo a contar para el primer equipo.
Por lo que se refiere a los jugadores encargados de organizar el juego del Granada CF, Fran Rico, en su cuarta temporada, cumplió, siendo importante para Sandoval y gozando de minutos desde el banquillo con José en momentos claves para aportar más posesión y experiencia. Una veteranía que se esperaba que aportara Javi Márquez y que no apareció ni por asomo. Decepcionante segunda temporada del catalán que tiene un año más de contrato y que apenas ha aportado desde su llegada a Granada. Prácticamente inédito en la segunda vuelta, hasta enero si tuvo continuidad pero no aprovechó los minutos.
Por lo que se refiere a las bandas, hasta la llegada de Isaac Cuenca, no se encontró a un jugador que se asentara en cualquier de los dos flancos y diera profundidad en ataque. De hecho, no fueron pocos los partidos en los que se alineó a Piti (antes de su marcha al Rayo Vallecano) con Rochina como jugadores de banda, cuando ambos no ofrecen las prestaciones que se exige para jugar en dicha zona. Ni Edgar ni Robert, cuya proyección se ha frenado este año, han rendido como se merece, lo que hizo que se llegara a jugar en gran parte de los partidos con Isaac Success y Peñaranda. Mención aparte merece Nico López, que se marchó en el mercado de invierno a Uruguay donde con confianza ha demostrado la calidad que se le presuponía. La falta de adaptación y su especial carácter fueron los principales problemas en un jugador que fue nombrado Balón de Plata del Mundial Sub 20 de 2013 pero al que no se le supo sacar provecho. El tiempo dirá si se cometió un error o no, y si tiene tanta calidad como se vendió con su fichaje.
Aunque en el mundo del fútbol los contratos no son un elemento que ate a los jugadores, de los doce que han contado con minutos, ocho tienen vinculación para la próxima temporada, dos ya no están y los únicos jugadores que cumplen son Doucouré y Robert, que terminan su cesión. El resto, en teoría, volverán a vestirse con la horizontal rojiblanca en la temporada 2016-20167. Pero eso es solo teoría.
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