Medio centenar de las instalaciones temporales que ocupan las playas sexitanas, desde terrazas hasta hamacas de alquiler, vuelven a la arena en un fin de semana gris
El sol reactiva la economía de la Costa, llena los comercios, las playas y los restaurantes mientras que los días grises producen el efecto contrario. Y si el pasado fin de semana fue de los buenos, éste es de los segundos. La cara del presidente de los empresarios de playa de Granada, Francisco Trujillo, al frente de su chiringuito, La Sardina, expresaba ayer perfectamente la decepción de los hosteleros, que esperaban como agua de mayo que volviera la alegría este fin de semana. Pero los chiringuitos, como el resto del sector turístico de la comarca, se quedaron ayer compuestos y sin sol. Los 18 establecimientos de playa de Almuñécar incluso montaron ayer, por primera vez, sus instalaciones 'extra' autorizadas en el plan de playas municipal y por las que pagan las correspondientes tasas. Son los servicios de alquiler de hamacas o mesas en la arena que requieren permisos temporales y se colocan, generalmente, desde Semana Santa hasta octubre. Este año, la mayoría de los establecimientos las estrenaban ayer, pero las hamacas se quedaron cerradas.
El Primero de mayo
En total, para este año, en todo el término municipal sexitano, se han solicitado más de sesenta instalaciones que necesitan autorizaciones temporales para ocupar la arena, desde el alquiler de hamacas y suplementos de terrazas hasta empresas de actividades náuticas que también trabajan en las playas. Según confirma el concejal responsable del Área, Luis Aragón, ha habido problemas con 19 solicitudes, que la Junta ha echado para atrás alegando que no se había desmantelado la instalación el tiempo mínimo exigido para que se tramite como autorización temporal. El problema está en vías de solución, según el concejal, pero retrasará el montaje de esta veintena de negocios. Los que sí han colocado ya sin problema sus hamacas son los chiringuitos de La Herradura, que tradicionalmente prestan este servicio a sus clientes, pero ayer, con nubes, viento y veinte grados de temperatura- se quedaron con las ganas de estrenarlas.
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